"Nosotros somos de izquierda". Algunos nos lo maliciabamos, pero la portavoz del PSOE nos lo confirmo ayer al presentar este argumento como el motivo para rechazar una moción parlamentaria que buscaba el consenso nacional para ofrecer ayuda al pueblo cubano. Oyendo sus declaraciones tras la muerte de Pinochet podíamos pensar que la extrema izquierda española se había reconciliado con la democracia, nada más lejos de la realidad. La democracia sigue siendo para ellos una forma de alcanzar el poder, el precio que hay que pagar para lograr la dictadura del proletariado.
Pero lo grave es que el PSOE se ha unido a sus socios de extrema izquierda y, con la excusa de que cualquier declaración parlamentaria sería interpretada como una provocación, el PSOE se ha negado a apoyar la moción. Así se lo habían pedido los portavoces del gobierno castrista al tildar la moción de "aznarista". Creo que esta vez sí que sobran los comentarios; hasta se hace innecesario introducir una sola coma. Para que llegado el día no se apunten gratuitamente al campo de los que apoyaron a la democracia en Cuba voy a reproducir íntegramente el texto al que los socialistas han dicho NO:
– El futuro de Cuba deben decidirlo todos los cubanos por medio de un diálogo sin exclusiones y sobre la base del respeto a la independencia y soberanía de la nación cubana.
– No es posible un diálogo abierto entre cubanos sin la previa liberación de todos los presos políticos y de conciencia.
– El Gobierno de España debe encaminar sus esfuerzos para que el diálogo entre cubanos se traduzca en una política de reformas democráticas que conduzcan al reconocimiento de partidos políticos, asociaciones sindicales y de medios de comunicación libres e independientes.
Asimismo, el Congreso de los Diputados insta al Gobierno a:
– Transmitir en el diálogo crítico que sostenga con las autoridades cubanas que el pueblo español y sus instituciones expresan su respaldo a que el pueblo cubano emprenda la senda de una transición pacífica a la democracia en Cuba.
– Apoyar que la reconciliación y el reencuentro entre todos los cubanos debe incluir a aquellos que sufren el exilio y están dispuestos a trabajar pacíficamente por la libertad, la democracia y la concordia entre cubanos.
– Trasladar a la Comunidad Internacional y en especial a la Unión Europea, esta posición común española con el ánimo de contribuir a construir un consenso cubano fundamentado en el reconocimiento en su plenitud del pluralismo político y que a través de unas elecciones mediante sufragio universal libre, directo y secreto, conduzcan a una Cuba libre, democrática e independiente.
Los voceros del gobierno totalitario, no menos sorprendidos, se han apresurado a celebrar el rechazo de la moción. Una vez más, y esta vez fuera de casa, han vuelto a derrotar a la democracia.