El pobre Preston, de cuyas "habilidades" con las citas ya he expuesto unos cuantos ejemplos, ha encontrado un pequeño filón en las frases del capitán de los nacionales Gonzalo Aguilera Munro, un chiflado que llamaba a la guerra civil "guerra de razas", de señores contra esclavos, hablaba de fusilar a todos los limpiabotas por considerarlos comunistas, o pedía dejar los barrios populares sin alcantarillas ni medios higiénicos. Chiflados así los hay siempre y en todas partes, pero nuestro ingenioso Preston quiere hacerlos pasar por la quintaesencia del auténtico pensamiento e intención de los nacionales.
Podría tener razón Preston, y sería muy fácil comprobarlo: ¿fusilaron los franquistas los limpiabotas? ¿Esclavizaron a la población "de otra raza"? ¿Destruyeron las instalaciones higiénicas en los barrios populares?
Tenemos los datos al respecto (Preston no, claro, ni los menciona): durante la guerra, en el bando nacional las condiciones generales de vida fueron enormemente superiores a las del bando contrario, pese a ocupar el primero las zonas más pobres de España; esa superioridad de condiciones se expresa, entre otras mil cosas, en los índices de mortalidad por enfermedad y por hambre, mucho menores que en el lado contrario. Al terminar la guerra, los vencedores se encontraron con el problema de asimilar y poner en pie la destrozada economía del Frente Popular, problema muy difícil (como se ha visto con la reciente reunificación alemana en condiciones mucho mejores), agravado durante la guerra mundial por el semibloqueo inglés. Aun así, en plena guerra mundial no solo no se destruyeron las instalaciones higiénicas en los barrios populares, sino que mejoraron extraordinariamente, como muestran los datos de mortalidad infantil, de mortalidad en general (y a pesar del hambre, muy fuerte en 1940-41, aunque disminuyó pronto a los niveles de la república) y otros muchos. No solo la salubridad general mejoró considerablemente, sino que nadie fue esclavizado, ni siquiera los presos, que en régimen de redención de penas por el trabajo cobraban el sueldo normal (no hubo trabajos forzados, contra lo que mienten los medios). Además, los "esclavos" se beneficiaron de una enseñanza mejor que bajo la república en los mismos años 40. Como recordaba Julián Marías, incluso en la cárcel se procuraba alfabetizar a los analfabetos y a él le encargó la dirección carcelaria de dar también clases de francés a los más ilustrados (Próximamente publicaré un libro de preguntas y respuestas a cuestiones clave del franquismo).
Ya dije en otra ocasión que en la historia se encuentra de todo, y que para valorar las frases es preciso ponerlas en relación con los hechos. Así, los llamamientos de los socialistas al exterminio y a la guerra civil quedarían como una simple curiosidad si no hubieran venido acompañados de la insurrección del 34, de los asesinatos de la primavera del 36, luego del intento de exterminar al clero, etc., etc. Y los hechos son, en definitiva, lo que cuenta. Algo que nunca ha entendido Preston en su afán de convertir la historia en panfleto de propaganda.
--------------------------
**** Los señoritos titiriteros y sociatas apoyan al terrorismo. En Israel y aquí, por supuesto. Nos lo demuestran casi todos los días, y aún hay muchos que lo ponen en duda. Es que no hay peor ciego que quien no quiere ver. Cuenta Aquilino Duque en Crónicas extravagantes, el caso de gente de izquierdas (de la izquierda caviar europea) que viajaban a la URSS y volvían encantadas, habiéndolo encontrado todo perfecto. Me permito recomendarles el libro, tan instructivo como divertido.
**** Noches de Moscú es una bella canción, creo que de los años 50 ó 60, y que se tocaba mucho en las fiestas populares, según recuerdo de Vigo. Aquí la tienen combinada anacrónicamente con una excelente propaganda pro soviética. Eran muy buenos en la propaganda, sin duda, y la habilidad queda... Lástima que aquellos valientes fueran enviados a luchar a menudo sin seña alguna de identificación, de modo que el número de "desaparecidos" era gigantesco y el estado "proletario" se ahorraba en pensiones y otros gastos. También se daba el caso, no frecuente pero tampoco raro, de que matasen a sus propios heridos, por evidentes razones económicas. Todo eso no sale en el vídeo, que de primeras consigue emocionar:
http://es.youtube.com/watch?v=clNurnvPqXE
**** En El país (de la trola) "reivindican", con su habitual desfachates, a Melchor Rodríguez, "el ángel rojo", que salvó a tantos fascistas de ser asesinados por sus correligionarios (los de Melchor). Como ese periódico no puede dejar de soltar basura –la tentación es más fuerte que él–, termina: "No hay, que se sepa, un Melchor Rodríguez en el campo franquista". No lo hubo ni pudo haberlo, porque tampoco en el campo franquista hubo asaltos a las cárceles con matanza indiscriminada de presos. Sin contar que en el Frente Popular hubo solo un Melchor Rodríguez y muchísimos, digamos, negrines, tan admirados por ese periodicucho camelabobos.
**** "... Leí su Viaje por la Vía de la Plata cuando salió, a finales de noviembre, y con motivo de las últimas fiestas he querido regalar algunos ejemplares a varios amigos. Pero me recorrí el FNAC ("agotadísimo", me dijeron), dos centros del Corte Inglés y otras librerías, y en ninguna quedaban ejemplares. Me parece un libro de gran categoría literaria por la forma y por el contenido y por los mismos hechos que narra, uno se sentía trasladado a esos veinte años atrás, que son tan lejanos y tan próximos a la vez. Espero que habrá pronto reposiciones o una nueva edición...".
No tengo noticias de la venta del libro, pero si es así, supongo que pronto se repondrán.