Cuando la ley es pisoteada por algunos individuos u organizaciones, no se pone la ley fuera de lugar, se pone fuera de la ley a esos individuos y organizaciones. Hoy, grupos políticos convertidos en mafias intentan liquidar la Constitución, y muchos la dan por liquidada. El precio de aceptar tal vileza serán nuevas convulsiones y la pérdida de la libertad. "Por evitar la guerra habéis perdido el honor. Tendréis deshonor y guerra". Proféticas palabras de Churchill.
Dicho de otro modo: la ley es lo que permite la convivencia civilizada, la convivencia en paz y en libertad. Si, por miseria moral, no la defendemos, incluso al riesgo del enfrentamiento, tendremos mucho más enfrentamiento, además de miseria moral. Si los ciudadanos renuncian a serlo, se convertirán en carne de cañón de los manejos mafiosos.