De entrada, España se nos presenta como un país de Europa tanto en sentido físico (una de sus tres grandes penínsulas del sur) como cultural. Los movimientos políticos, intelectuales, espirituales y artísticos que han configurado lo europeo han moldeado también a España: el imperio romano, el cristianismo, los reinos germánicos, el románico, el gótico, el renacimiento, el barroco, la ilustración, el liberalismo, los movimientos utópicos...
Cierto que esos elementos europeos comunes coinciden con una recia diferenciación entre las naciones del continente, y dentro de ellas España es una de las más peculiares, posiblemente por haber sido el único pueblo –con el ruso, en menor grado, y algunos balcánicos– que se ha forjado nacionalmente en una larga pugna con una cultura y religión extraeuropeas. Ese proceso no pasó sin dejar huellas notables de la cultura derrotada, si bien cabría considerarlas escasas para un contacto tan prolongado. Otra decisiva peculiaridad hispana ha sido su expansión ultramarina, mundial, en los siglos XVI-XVIII, un fenómeno que solo Portugal e Inglaterra han compartido en proporción similar. Por otra parte encontramos curiosas afinidades con Polonia e Irlanda en cuanto a países católicos de frontera. O con la misma Rusia, al otro extremo del continente, por cuanto ambas sufrieron una invasión musulmana, emprendieron su expansión imperial por la misma época y tuvieron una ilustración y un liberalismo débiles si los comparamos con la Europa centrooccidental, así como una impronta comparativamente fuerte de las ideologías utópicas en los siglos XIX-XX. No obstante, las diferencias con Rusia parecen más profundas que las semejanzas. Francia es el país europeo del que ha recibido España mayor influencia desde la Edad media hasta la segunda mitad del siglo XX. Desde entonces el influjo anglosajón viene prevaleciendo, y cada vez más.
Dentro de Europa percibimos enseguida tres grandes ámbitos culturales, el germánico, el eslavo y el latino, y en ellos también hegemonías más o menos acentuadas de las distintas iglesias cristianas: protestantes en los países germánicos (excepto Austria y la mitad de Alemania); ortodoxa griega en los eslavos (excepto algunas católicas, como Polonia o Croacia); católica en los países latinos (salvo la ortodoxa Rumania). España se inserta en un ámbito latino bien definido, con Portugal, Francia, Italia y Rumania. Las afinidades idiomáticas del español con el italiano y el portugués son muy fuertes, haciendo fácil el aprendizaje mutuo; bastante menos con el francés o el rumano. Unos 850 millones de personas en todo el mundo hablan hoy lenguas derivadas del latín, uno de cada ocho habitantes del planeta, herencia directa de Roma. Cerca de la mitad de ellos corresponden al español, la lengua latina más extendida y la segunda más hablada del mundo occidental.
España ha sido, a su vez, una de las pocas naciones europeas –con Portugal, Inglaterra, Rusia y Francia– que han creado un espacio cultural propio de gran amplitud y duración; en el caso español, sobre todo en América, con enclaves o restos en África, Asia y Oceanía.
**** Cospedal: "Cada uno es dueño de sus palabras, yo voy a ser dueña de mis silencios"
Pues va a ser dueña de poca cosa. La crisis, que despoja de todo.
**** Lo que quería Zapo, en fin, era retratarse con Bush, como Aznar.
**** Zapo, fiel a su "talante", dialogará con Cheroki: "Cheroqui, tío, que me vas a joder el premio Nobel de paz... ¿Hace un porro? Ya sabes que los socialistas hemos sido muy tolerantes siempre... muy tolerantes con eso de las drogas... No somos reaccionarios. ¡Pero entra en razón, tío! ¿Tú sabes lo que es perderse un Nobel?".
**** "Rubalcaba: "Mientras persiguen narcotraficantes, parece que fuman porros". Como buenos socialistas, Ruba, como buenos sociatas, que en eso os parecéis mucho. Porros y cosas más fuertes.
**** Zapo califica la cúpula de Barceló como la obra de "un genio, un genio español"
Se le ha ido la pinza. Quería decir de un genio de la "libertad". Como el mismo Zapo, o Cheroki, sin ir más lejos.
**** Un blog interesante:
http://sebastianurbina.blogspot.com/
**** http://findesemana.libertaddigital.com/una-aventura-estrafalaria-1276234025.html
Y aquí tienen una versión de "Guaglione"
http://www.youtube.com/watch?v=9mEkFfvkYR0
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Ayer, en El Economista:
AUTORITARIOS Y TOTALITARIOS
Ha afirmado Esperanza Aguirre que Franco era socialista. ¿Lo creerá? El socialismo en España fue totalitario (marxista) hasta bien entrada la transición; luego renunció al marxismo, sin debate alguno, por mera ambición de poder, pero no lo sustituyó por nada. Y hoy –la cabra tira al monte– impulsa una involución contra la democracia, mientras quiere aprovechar la crisis para ampliar sin límite el estado y reducir la sociedad (o el resto de la sociedad). Por el contrario, la dictadura de Franco fue autoritaria: al final de su régimen no había en las cárceles liberales, sino casi exclusivamente comunistas y terroristas. Un profesor polaco me explicó la diferencia: no solo había en el franquismo mucha más libertad que en el "socialismo real", sino que la disidencia era casi imposible en este, porque allí no había propiedad privada: el patrón general era el estado, y si te significabas, podías quedarte sin medios de vida.
Diferencia de la máxima importancia. El franquismo construyó un estado pequeño, con un número de funcionarios también pequeño, mucho más pequeño que ahora; y la parte del PIB "comido" por el estado también era mucho menor que la actual. Por tanto la economía franquista resultaba mucho más "liberal" y en cierto sentido menos totalitaria que hoy, en plena democracia. Paradójico. Y no es un caso único, pues todos los países democráticos han sufrido una evolución perversa muy semejante hacia una expansión del estado en la economía, parejo a una imposición de los políticos sobre los ciudadanos (últimamente hasta quieren regular la vida privada de las familias) y al debilitamiento de los contrapesos que frenaban la tendencia de los gobiernos a imponerse en todos los órdenes.
Franco no fue un liberal político, tampoco un socialista ni un totalitario. Nunca pretendió ser esto último, a pesar de la terminología usada en algunas épocas por su régimen.