Veo que el profesor Bernd Dietz acusa a los socialistas de heredar la corrupción franquista. ¡Ya podría tener razón! Cuando la transición empezó a estropearse, un ministro de UCD y ex funcionario franquista, a quien cabría definir como traidor vocacional, me refiero al demagogo Francisco Fernández Ordóñez, desató empeñadas investigaciones sobre los ministros y altos cargos franquistas a fin de descubrir y acusarles de las enormes corrupciones que le achacaba la oposición –muy corrupta ella misma, como se demostraría, los comunistas menos–. Gonzalo Fernández de la Mora, ministro e intelectual de una altura hoy desconocida en esos medios, comenta en sus memorias: "Ni a uno solo de las decenas de altos cargos investigados se le pudo acusar de culpa". Felipe González anunció triunfalmente "auditorías de infarto" sobre las empresas públicas, del franquismo, pero la única corrupción de infarto resultó ser la de los suyos, los socialistas. Otro hallazgo de los socialistas fue la utilización de una especie de terror fiscal contra aquellos a quienes encontraban demasiado críticos. Por supuesto, en el franquismo hubo corrupción, como la hay en todos los regímenes, y surgieron algunos escándalos, pero cuando de las acusaciones genéricas lanzadas alegremente descendemos a las acusaciones concretas y a las pruebas, la cosa se diluye bastante; y dichas alegres acusaciones son también una forma de corrupción intelectual. Sería en verdad una gran noticia para España que los socialistas y el actual PP imitaran la corrupción franquista.
**** http://libros.libertaddigital.com/tres-ciclos-historicos-1276231044.html
**** Algo bueno había de tener Zapo, aunque sea por ignorancia: hablar español en una reunión internacional. De saber inglés el fulano, o de saberlo Rajoy, seguro que lo emplearían y promocionarían a troche y moche como Esperanza Aguirre, por ejemplo. Y sin cobrar un euro por ello de Londres o de Washington, pues son así de generosos y devotos. Se está imponiendo, como en tantos terrenos más, el inglés como idioma superior, imperial diríamos, contra, precisamente, la tradición europea. El repugnante servilismo predominante hoy en España corre al lado de una impotencia cultural creciente. Lamentables, y bien que lo siento, los comentarios del programa de César Vidal ayer al respecto.
"Y con más razón deben obrar así nuestros grandes reyes y príncipes, que siempre han de honrar sus idiomas, reservando los extranjeros para pláticas, charlas, agudezas, gentilezas o bravatas, a fin de hacerse admirar. Así hacía el gran rey Francisco, pues en los asuntos de peso siempre empleaba su bella lengua francesa (...) Nuestro gran rey Enrique hablaba español tan bien como cualquiera de aquel reino, por haber estado largo tiempo retenido en España como rehén; pero siempre se dirigía en francés a los españoles, sobre todo cuando se trataba de temas importantes; pero tenía salidas y agudezas españolas y lo hacía muy bien y con buena gracia" (Brantôme, Bravuconadas de los españoles)
**** "Si está mal que Franco y otros generales se alzasen en armas, en 1936, contra el gobierno legítimo de la República, está igualmente mal que el PSOE (con Largo Caballero a la cabeza, el de la estatua todavía instalada en Nuevos Ministerios), el Partido Comunista, la UGT y ERC se alzasen en armas, en 1934, contra el gobierno legítimo de la República".
Argumento falso por completo. Como ya lo he explicado muchas veces, no lo repetiré ahora.
**** "Si Franco no merece una estatua, tampoco la merece Largo Caballero. Si han quitado una, tienen que quitar la otra, por ser el personaje indigno de ser homenajeado por una democracia" .
Comparar a Franco con Largo Caballero, o equipararlos en cualquier sentido, revela una confusión muy seria. Franco libró a España de un proceso revolucionario que Largo y tantos más querían imponer al país.
**** Si está mal que Franco instaurase una Dictadura, está igualmente mal que el PSOE y la UGT, dirigidos por Largo Caballero (el de la estatua en Nuevos Ministerios) colaborase activamente con otra Dictadura, la del General Primo de Rivera, donde él fue miembro del Consejo de Estado, máximo órgano de aquel Régimen Corporativo.
La colaboración con Primo de Rivera fue lo único bueno que hizo el PSOE. El resto fue destruir la legalidad republicana y organizar la guerra civil. Franco instauró una dictadura en un país en que no había demócratas después de la experiencia republicana. Y hoy la democracia está en involución porque sigue habiendo pocos demócratas; y es atacada precisamente por los antifranquistas.