La culpa, claro está, no es de los useños, que saben defender muy bien sus intereses, sino de los españoles, capaces de desdeñar nuestras raíces y nuestra gran cultura, de desarrollarlas.
"La tendencia disgregadora se completa con otra no menos, sino probablemente más poderosa, a desplazar la cultura española, no ya en el País Vasco o Cataluña, sino en todo el territorio: a disolverla y convertirla en un satélite de la cultura «global» anglosajona. A nuestro alrededor se multiplican sus manifestaciones, sin que aparentemente nadie les oponga reparos, no digamos resistencia. Muchos incluso lo apoyan como signo de modernidad y cosmopolitismo, en contraste con el espíritu de campanario achacado al PNV y a CiU. Así, el inglés se va imponiendo directamente como la lengua de la actividad académica, expulsando o debilitando a nuestro propio idioma. La misma palabra España es sustituida crecientemente por «Spain» en esos medios. Un ejemplo entre muchos: la página de internet dedicada al cine español se titula Cine Spain. En la universidad, diversas publicaciones científicas (pagadas con el dinero público español) tienen títulos como «Spanish Journal of Psychology». Etc. Esto es mucho más profundo y decisivo que la ocultación de España bajo el término «Estado español», caro a los nacionalistas. Junto con ello, empresas españolas prestan servicios con denominaciones en inglés («Open bank», «Repshop»…) e incluso lo hacen inventos y mercancías españolas. Se introducen, sobre todo en las zonas turísticas, topónimos ingleses en urbanizaciones. En la vía pública vemos con creciente frecuencia anuncios en inglés, algunos de ellos de empresas españolas. Desde la enseñanza primaria el inglés aparece por todas partes, en los juguetes, las ropas, los instrumentos de estudio, etc. Una campaña masiva y obsesiva intenta convencer a la gente, en especial a los jóvenes, de que su futuro profesional, o simplemente su futuro, en la propia España, está ligado de forma esencial a su capacidad para hablar inglés.
Ahora no se trata de un enriquecimiento de la cultura española, como ha habido otros a lo largo de la historia. Por el contrario se trata de una auténtica relegación de nuestra cultura, satelizada y fundamentalmente empobrecida, en progresión sumamente rápida."