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Presente y pasado

¿Es liberal César Vidal? / ¿Un fracaso, la historia reciente de España?

Evidentemente nadie sensato tomará a una persona por lo que ella misma dice que es, por muy alto que lo afirme. Un liberal, por ejemplo, debe demostrarlo en los hechos y actitudes, y César no lo hace, al menos en este debate, no sé si es que pasa por un mal momento. En cualquier caso no aumenta el prestigio de LD, y esto es más lamentable.

Ante todo, un debate liberal debe huir de las insidias, y la última entrega de César está repleta de ellas: En la primera entrega, lo encontré medroso, como si temiera que del debate pudiera derivar su salida de Libertad Digital. Esto se parece mucho a una confesión. Soy perro viejo y enseguida me di cuenta de aquella primera "acotación" de estilo ofensivo, insolente y sin sustancia argumental, no podía perseguir una discusión seria. Su tono se prestaba a la burla, y si evité caer en ella fue por mi interés en llevar adelante un debate racional, sin personalismos, sobre una cuestión de gran calado intelectual y político. Y, por supuesto también, no tengo miedo a que me echen de LD, contra lo que imagina don César. Si realmente él buscaba hacerme "saltar" para justificar mi expulsión de LD, ha equivocado el método.

La confesión de César se hace más inquietante cuando la sustenta así: A fin de cuentas, Moa provocó hace un año la salida de José María Marco de Libertad Digital. Sumergido en un bochornoso episodio de caza de brujas, Marco se marchó asqueado del acoso de la peña moísta. La afirmación no es solo insidiosa y amenazante, sino pueril, pues comprobar su falsedad está al alcance de cualquiera: basta repasar aquel debate en el que cada uno expuso libremente su punto de vista, para comprobar que yo me batí solo, sin ninguna peña, contra varios columnistas de LD, y si hubo algo parecido a caza de brujas no procedió ni pudo proceder de mí. César habla como si yo tuviera en LD un poder particular fuera del de mis mejores o peores argumentaciones, cuando, si tal poder existe, parece tenerlo, o arrogárselo, más bien él. Si Marco se fue, él sabrá por qué y puede decirlo aquí, si quiere, no creo que necesite un portavoz oficioso. Además, César Vidal olvida sus propios dicterios poco liberales contra los "pecadores" homosexuales. Por supuesto, tiene derecho a exponer esas opiniones, pero plantea el asunto en un terreno religioso, no político ni liberal. Yo lo planteo en el terreno de la ideología homosexualista, que es bastante distinto. Supongo que las opiniones de César continúan en Internet, cualquiera podrá comprobarlas, y es ingenuo salirse ahora con estas cosas, como si la gente hubiera perdido la memoria.

Después de presentar a Marco como víctima de la imaginaria "caza de brujas" de una "peña moísta" que, sugiere, estaría organizada y convocada por mí, pasa a hacerse él mismo la víctima de modo nuevamente insidioso. Le ha escocido -- es lógico, a cualquiera le pasaría— que la inmensa mayoría de los comentarios a sus escritos, muchos de ellos de sus admiradores defraudados, vayan contra su forma de pontificar, más bien que debatir, su manía de hablar de fuentes sin mostrar ninguna o interpretándolas de forma arbitraria, etc. Pero él no examina ni por un momento los argumentos de esos comentaristas, todos ellos lectores habituales de LD y en su gran mayoría liberales, que no dogmatizan sino que tratan de explicar sus opiniones con más o menos brío. Él los descalifica a todos de entrada y los acusa de "peña moísta", de hooligans, de antisemitas, fanáticos, amenazantes, escalofriantes, los mezcla con los "indignados" y con el Gran Wyoming… Esto se llama metodología. Una metodología, de nuevo, nada liberal, más bien una concatenación de insidias contra los discrepantes, al estilo de ideologías muy diferentes del liberalismo. Casi da a entender que quien esté de acuerdo con Moa debe de ser un delincuente. Y si alguien le ha amenazado realmente, me parece muy mal, me repugna y lo condeno, pero haga el favor de no intentar mezclarlo conmigo.

Otra más: Ya al calificarme de anglómano y protestante, se movilizaron inmediatamente contra mi algunos hooligans que se han atrevido a amenazarme en Facebook y por sms. Calificarle de protestante es justo, y no veo que tenga que avergonzarse de ello o considerarlo una acusación. Además, esa cualidad hace que César pase mucho tiempo tirando pullas a los católicos o interpretando la historia de manera peculiar, bastante en línea con la Leyenda Negra. Está en su derecho, claro, como yo lo estoy a discrepar de sus interpretaciones, aunque a él le parezca algo increíble o "franquista" o "neofranquista" como dice la izquierda –que con el mismo rigor llaman a don César "fascista" o "de extrema derecha"--. Entre los protestantes hay de todo, como entre los católicos: liberales, fascistas, conservadores, nazis (Hitler gozó de gran apoyo entre el sector protestante alemán), comunistas o filocomunistas, etc. Decir de alguien que es protestante no es prejuzgar nada en ningún sentido político. Y si alguno de sus lectores le ha amenazado, tratar de relacionarlo conmigo es otra insidia ajena a cualquier debate no ya liberal sino simplemente serio. Yo no le he amenazado y César sí emplea un tono algo amenazante y faltón. Lo de anglómano corresponde exactamente --pero creo que con mucha más justificación-- a la acusación que él me hace de anglófobo.

No sigo, porque esta forma de discutir, personalista y retorcida, sin ir al grano, no es lo mío. Pues, en segundo lugar, un debate realmente liberal se centra en el asunto y no se pierde en invenciones mezclando y confundiéndolo todo. Así que vamos a ello. El tema que yo he planteado es este: ¿vino la democracia del franquismo, es decir, de las condiciones creadas por el franquismo y de las decisiones de la clase política franquista, o vino de la oposición, los liberales etc.? Creo que la respuesta salta demasiado a la vista para cualquier liberal o simplemente para cualquier conocedor, por poco que sea, de la historia, e implica a su vez otra cuestión importante: cómo un régimen autoritario, no liberal, ha podido dar lugar a una democracia liberal, aun si muy defectuosa. Jean François Revel ha hablado algo de eso, aunque la cuestión sigue abierta. Pero don César insiste en desviar el tema hacia un seudodebate sobre si Franco era liberal o quería la democracia. No se da cuenta de que ese mero planteamiento es una tontería que nadie sostiene. Se lo he explicado y no lo voy a repetir constantemente. Ya le he indicado que podemos debatir de cualquier tema, pero lo primero es plantearlo de forma racional.

Dice César Vidal que yo no he refutado nada de lo que él dice. Bien, es su opinión. Quien esté interesado puede acudir a sus acotaciones y a mis respuestas y sacar libremente su propia conclusión, que sospecho no coincidirá en la mayoría de los casos con la del señor Vidal.

Sobre las fuentes: Vidal no ha empleado ninguna, excepto en la tercera acotación y, como le expliqué, las interpreta mal, sin método histórico alguno. Si quiere seguir por ahí, es cosa suya.

Un punto más: César escribía en los años 90 libros sobre historia de España con un enfoque perfectamente progre, de estilo socialista. Cambió en los años 2000, creo que a raíz de la publicación de mi Los orígenes de la guerra civil. ¿O fue por otra causa? En todo caso no estaría de más que explicase ese giro.

Dice César que le he decepcionado. Terrible argumento. Me deja desolado. En fin, espero y deseo que le pase pronto esta mala racha que le ha llevado a olvidar su viejo liberalismo.

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****¿Es un fracaso la historia reciente de España? Todos los países tienen sus éxitos y sus fracasos, pero entre los éxitos, España puede apuntarse unos cuantos de gran importancia: evitó las dos grandes carnicerías organizadas en el siglo XX por otros países europeos; superó el caos republicano; fue el primer país de Europa occidental que derrotó al comunismo sin caer en el fascismo; venció peligros tan fuertes como el de entrar en la segunda guerra mundial, venció el aislamiento internacional y el peligro de una nueva guerra civil; prosperó durante quince años a mayor ritmo que cualquier otro país de Europa y alumbró una democracia sin deberla, como casi todo el resto, a una intervención bélica de Usa; y sin deber a esta, tampoco, el origen de su prosperidad, al no haber tenido Plan Marshall. Creo que podemos estar bastante contentos de estos logros, que pocos países de Europa occidental pueden exhibir. ¿O son fracasos?

**** Comentario en artículo de César Vidal, chejov dijo el día 2 de Julio de 2011 a las 00:38:47:


"Lo que ha falseado y falsea todavía la comprensión del problema de la democracia en el siglo XX, es (pues) la costumbre adquirida de pensarla únicamente en relación al totalitarismo. De un lado el fascismo, del otro la democracia. Entre los dos nada (...). Un régimen puede muy bien comportar una cierta normalidad funcional y orgánica sin ser todavía una democracia. O, si se quiere, toda sociedad viable es en algún grado democrática.
(...)
(Sin embargo, lo hemos visto, ) las dictaduras del tipo de las del general Franco en España, o del general Pinochet en Chile, se adueñan de la totalidad del poder político, pero dejan a la sociedad gestionar a su manera todo lo que no es político. Es en este punto sobre el que los politólogos contemporáneos han fundado su distinción entre regímenes autoritarios y regímenes totalitarios. Cuando un país sale de los primeros, encuentra una sociedad en estado de funcionar, o mejor que no ha cesado de funcionar." (Jean François Revel, Le regain démocratique)

****Dice don César que la democracia no viene del franquismo, sino de la traición a él por parte de los propios franquistas. Puede interpretarlo así, si quiere. Pero si esta "traición" no provocó una catástrofe como la de la república se debe a la obra social, económica y política previa del franquismo. Y eso es lo que importa desde el punto de vista historiográfico, y no las lucubraciones sobre lo que quería o dejaba de querer Franco en sus últimos años, una cuestión en cualquier caso anecdótica. La transición se inició con un inmenso capital político acumulado, que en parte considerable se derrochó tontamente por obra de Suárez. Lo he expuesto en La Transición de cristal

**Me abstengo de comentar el dislate de que el paro actual se deba al franquismo. ¿No se deberá a la república, que aumentó enormemente el paro, mientras que el franquismo lo redujo desde el principio? ¿O a la dictadura de Primo de Rivera? ¿O a la Restauración y su proteccionismo? ¿O a un efecto tardío de las bancarrotas de Felipe II? En fin, me parece que la tesis solo puede tratarse en broma.

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Blog. He recibido bastantes críticas por la extensión del blog, que muchos califican de excesiva, y por la mezcla en él de asuntos de actualidad y de otros de carácter más general y teórico, y me han sugerido que duplique el blog, dedicando uno a la actualidad (podría ser este de LD) y otro a cuestiones más teóricas.

La verdad es que las cuestiones de actualidad han interferido siempre con las más teóricas y estas han quedado casi siempre a medias: así la crítica a Ayn Rand, los artículos sobre el poder, los problemas de la democracia, las especulaciones de los pastores de Porriño, la polémica entre nacionalistas, etc. Pero también es verdad que ello exige un esfuerzo y un tiempo que puede resultarme excesivo, pues estoy al mismo tiempo preparando otras publicaciones. En fin, habrá que estudiarlo.

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