El nuevo intento de antenicidio, de ataque masivo a la libertad de expresión en relación con Jiménez Losantos, causa especial repugnancia por la exhibición de odio, jactancia y embuste, de violencia mal contenida, de típico espíritu chekista. Mucha de esta gente sería capaz de asesinar si creyera poder hacerlo impunemente, esto es, si cayera la ley por completo; o de incitar al asesinato (en mi caso he sufrido esas incitaciones bastante directamente). No por nada tenemos un gobierno "rojo" y una amplísima prensa basura que se identifican a sí mismos con el Frente Popular y con los terroristas.
Pero quizá repugne más aún la ausencia de una sana reacción de solidaridad en defensa de las libertades por parte de la mayoría de los periodistas y de los medios. Al contrario, la actitud más común ha sido el regodeo, empezando por el PP y sus periodistas afines. ¡Y todos estos se llaman demócratas! No cabe duda, una vez más, de que estamos en plena involución política, y nuestra democracia seriamente enferma.
Como los pueblos que olvidan su historia repiten lo peor de ella, empezaré aquí, a partir de mañana, una pequeña serie sobre los crímenes de ese rojo Frente Popular que destruyó la legalidad republicana y que tanto inspira a nuestros políticos de izquierda y secesionistas; a los cuales desean complacer y hacerse atractivos los futuristas rajoyanos.
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Se jactaba Rajoy de que en su familia no había ningún franquista. "Empezando por mi célebre primo", podía haber añadido hoy.
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"Estimado señor Moa,
Permítame que plantee a ustedes, los liberales, un pequeño problema extraído de la autobiografía de Markus Wolf, el que fuera jefe del servicio secreto de Alemania oriental. En referencia al espía Kuron, un agente del espionaje occidental que en realidad trabajaba para Wolf, éste escribe lo siguiente: "Cuando llegó a conocerse su caso, después de la unificación alemana, la prensa occidental condenó a Kuron y afirmó que era un espía especialmente cruel y codicioso. Pero yo tengo una opinión diferente acerca de su motivación. Creo que su decisión de trabajar para nosotros fue el acto de un hombre que había internalizado el mensaje esencial de la sociedad capitalista con exclusión de todo el resto, y que lo aplicó sin escrúpulos. Al ver que la gente exitosa y muy apreciada que formaba su entorno había comprado su acceso a la prosperidad y el éxito, vendió sus conocimiento de experto en el único mercado que conocía".
Según oigo y según leo, los liberales consideran el provecho personal como la motivación esencial humana, y consideran asimismo que el interés del individuo está por encima del interés del Estado, y que la sociedad no puede ir contra él. Por lo tanto, entonces, el tal Kuron obró como un perfecto liberal vendiendo su mercancía al mejor postor, ¿no es así?
Un cordial saludo
C. P. B."
Dejo el problema a la consideración de los lectores.
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Cómo destruyó el PSOE la República (IV)
La colaboración del PSOE con la izquierda republicana, en particular con Azaña, se basó en un equívoco mutuo, pues cada socio aspiraban a dirigir al otro. Azaña había explicado cómo aplicaría su "programa de demoliciones" (contra la Iglesia y las tradiciones hispanas) mediante una alianza entre la "inteligencia" republicana y los "gruesos batallones populares en la bárbara robustez de su instinto". En ese designio, los "batallones", es decir, los sindicatos obreros, servirían de "brazos" y los republicanos de cabeza.
Idea no muy buena: revelaba poco conocimiento de los "gruesos batallones" y de su escasa disposición a actuar de "brazos"; y sobrevaloraba la inteligencia republicana, no menos escasa como iría constatando él mismo con creciente amargura. En realidad no era un plan inteligente, sino nefasto por los fines e ilusorio por los medios.
Y así resultó. Los batallones anarquistas, con quienes probablemente contaba al principio, le dieron enseguida tales disgustos insurreccionales que les cobró un intenso rencor. Hijo del cual fue, muy posiblemente, el episodio de Casas Viejas, donde naufragó su política.
En cuanto al PSOE-UGT, la realidad, que él no quiso mirar muy de cerca, tampoco resultaba confortante. Como quedó indicado, Largo Caballero aceptaba colaborar con los republicanos solo mientras las condiciones no madurasen para tomar el poder definitivamente y en exclusiva. Además no tenía el menor respeto por la "inteligencia" republicanala, y la menor intención de dejarse dirigir por ella. El sector socialista de Besteiro desechaba la colaboración, por considerar que el programa republicano no interesaba a los obreros, aunque tampoco quería hostigar a la república, una vez establecida. El socialista más afín a Azaña era Prieto, ideológicamente acomodaticio; no obstante lo cual Azaña le retrata en sus diarios con feos colores: "La violencia de su carácter es tal que tiene aterrorizados a sus funcionarios. Si les manda hacer un proyecto, por disparatado que sea, lo hacen sin formular ninguna observación. En los consejos de ministros se pasa el tiempo sin proferir palabra, echado atrás en su sillón o de bruces sobre la mesa" "Blasfemias y ciertas chuscadas" "Aspavientos, desmanes oratorios y procacidades, chocarrerías" Cita de Maura, inquieto por la gestión de Prieto en Hacienda: "¿Cree usted que España puede estar dirigida por un loco?" Sin embargo sería con Prieto con quien mejor terminaría entendiéndose.
El primer bienio de la colaboración republicano-socialista satisfizo muy poco al PSOE que se veía también acusado por los anarquistas. Apenas un año y medio después de instaurada la república, el XIII Congreso socialista puso sobre la mesa la ruptura con los republicanos: "El ciclo revolucionario que ha significado la colaboración socialista (...) va rápidamente a su terminación. Se aproxima y se desea, sin plazo fijo pero sin otros aplazamientos que los que exija la vida del régimen, el momento de terminar la colaboración ministerial". Entonces "El Partido Socialista se consagrará a una acción netamente capitalista (...) y encaminará sus esfuerzos a la conquista plena del Poder para realizar el socialismo". Prieto solo consiguió que no se pusiera fecha al inquietante programa.