Gallardón se declara colindante con el PSOE. Y hasta más que colindante, en realidad: él es el hombre de PRISA en el PP.
Nada nuevo. La falsedad viene cuando atribuye esa proximidad al carácter centrista del PP. Un partido de centro, si "centro" significa moderado, no puede colindar con la extrema izquierda. Una extrema izquierda que está dinamitando la Constitución de acuerdo con los terroristas y los separatistas, en una Alianza de Infames.
Lo alarmante del caso es que Gallardón da por ganada la jugada para él y los suyos dentro de su partido. Y parecía el perdedor, no hace tanto.