****Tiene un aire a habanera:
http://www.youtube.com/watch?v=IjcbM3I0TPk&feature=related
****El portavoz de la corrupción felipista, del GAL y de la colaboración con la ETA (sirve para todo, el sujeto), dice que la Guardia Civil debe poner más multas. Su contribución a la resolución de la crisis económica.
------------------------------------------------
Cuestiones de Nueva historia de España
P. ¿Recoge usted en su libro la clásica interpretación de la decadencia de España que la achaca a los ataques y manejos de otras potencias?
R. De ningún modo. Me parece irrisoria esa interpretación, aunque esté muy difundida --incluso la encontramos en Madariaga--, que no cesa de culpar a Francia, a los judíos, a la masonería, a Inglaterra o a Holanda, de una decadencia española que tiene sus causas reales en el propio país. Una decadencia merecida, podríamos decir. Que España tenía enemigos exteriores es evidente, como lo es que, a su vez, era enemiga de ellos. Durante largo tiempo pudo vencerles o resistirles con éxito para finalmente perder la partida y la hegemonía europea. Esa decadencia permanece, y una de sus manifestaciones, en el terreno intelectual, son interpretaciones como esas. Pero para entender las causas de la decadencia, en lo que puedan ser inteligibles, conviene buscar antes las causas del auge español.
P. Muy bien, ¿cuáles serían, a su juicio?
R. Es que se habla de decadencia como si lo natural hubiera sido el auge anterior y este hubiera debido permanecer sin fin, perdiéndose solo por la maldad de nuestros enemigos. Pero la edad dorada española comienza en el último tercio del siglo XV, partiendo de un período de crisis extrema, y se extiende hasta el primer tercio o algo más del XVII, es decir, un siglo y medio más o menos. La decadencia –por relación a aquel auge-- viene durando desde entonces, es decir, más de tres siglos y medio, con altibajos. Por consiguiente, lo “normal” ha sido la decadencia, no el auge. Por lo demás, Inglaterra o Francia han sido hegemónicas quizá durante un tiempo menor.
Claro que la cuestión de la hegemonía, aunque importante, no es la fundamental. España no solo realizó hechos militares bastante asombrosos, influyó políticamente en Europa y determinó la constitución de gran parte de las naciones americanas o de Filipinas. Esos éxitos habrían sido ya de por sí muy importantes, pero no llamarían demasiado la atención: también los vikingos, por ejemplo, se extendieron por Europa, realizaron grandes hazañas, llegaron a América y al Imperio bizantino y fundaron naciones en una época en la que difícilmente podía esperarse tal cosa, y más siendo ellos tan pocos. Pero España desplegó además una cultura de extraordinario valor en los ámbitos del arte, las exploraciones y el pensamiento, de un nivel e intensidad que no se han repetido en el país. Y eso con una población insignificante al lado de la actual, y sometida cada cierto tiempo a catástrofes como pestes y hambres devastadoras. Podemos apreciar una época de esplendor por la cantidad de personajes extraordinarios que produce, y ciertamente la floración de ellos en la España de entonces, en casi todos los terrenos de la cultura, incluida la política y la milicia, bien puede suscitar asombro. ¿Por qué actualmente la cultura española es tan poco productiva, tan poco original, tan ridícula en muchos aspectos, con una población cinco veces mayor y una riqueza que en el siglo XVI no sería siquiera imaginable? He aquí la pregunta correcta…