(Columna publicada en mayo de 2004)
La sexualidad, dijo el clásico, es un potro muy malo de domar, que te derriba a las primeras de cambio. Tradicionalmente se trataba de encauzarla a través del matrimonio, el cual, se suponía, descansaba en el amor, la comprensión y la fidelidad mutuos, y fructificaba en los hijos. Esta venía a ser la teoría en la cultura cristiana. En la práctica, la cosa funcionaba a veces muy bien, a veces muy mal y en la mayoría de los casos sólo pasablemente, como ocurre en todas las empresas humanas. En todo caso quedaban marcados unos valores a aplicar en lo posible y un freno al llamado libertinaje.
En los años veinte del siglo pasado cambió bastante la teoría y la práctica. Desde una interpretación del psicoanálisis, no la única posible, cundió el enfoque de la sexualidad como una necesidad fisiológica a satisfacer, so pena de enfermar psicológica e incluso físicamente. Como beber un vaso de agua cuando se tiene sed, exponían algunos didácticamente. Así mirado, el otro miembro de la pareja perdía relieve, y los viejos valores de amor, comprensión y fidelidad pasaban a segundo plano o podían fácilmente convertirse en rémoras, al igual que los hijos. La idea no era nueva, pero su vestimenta cientifista la hacía muy atractiva, y originó una auténtica revolución, en el sentido de que conductas antaño marginales se extendieron masivamente. Mucho influyó también la quiebra moral producida por la Gran Guerra. Millones de jóvenes renegaban de los usos y prédicas de sus mayores, considerándolos hipócritas. No es seguro, sin embargo, que de ahí saliese una mejora en la salud física y mental de la gente. Hasta cabe sospechar que ocurriera justamente lo contrario.
La segunda revolución sexual, de los años 60, tuvo algunas diferencias con la anterior. Más que como necesidad física, la sexualidad, ayudada por la difusión de la píldora anticonceptiva, aparecía como diversión. En aquellos años la diversión subió muchos puntos en la estimación de la gente, y hasta se alzó como el valor máximo. Una canción, de los Beatles, creo, contaba cómo una chica escapaba de casa de sus padres. ¿Por qué se iba, si éstos la habían atendido y dado de todo? Porque, lamentablemente, no le habían dado bastante "fun", y cuando no hay "fun", pues ya se sabe. Aunque distintas en sus matices, las dos revoluciones tenían similares efectos. La familia y los antiguos valores perdían interés o se tornaban obstáculos, como perdía interés el o la oponente sexual cuando su grado de diversión bajaba. Esa actitud tenía algo que ver, supongo, con la ideología de la seguridad social, concebida como una mano materna que cuidaba de la gente desde la cuna a la tumba, haciendo de la sociedad un parque infantil donde todos podíamos pasar la vida jugueteando, ajenos a la responsabilidad, la culpa y otros sentimientos enfermizos, susceptibles de cura, afortunadamente.
En realidad estas formas de pensar y actuar siempre existen, aunque predominen sólo en algunos períodos, a los que dan carácter. Podría expresarse así su diferencia con las actitudes tradicionales: en estas últimas, la diversión o la satisfacción individual, por importantes que sean, se dan por sobreentendidas y derivadas. En cambio ocupan el centro en las concepciones revolucionarias, quedando la fidelidad, la comprensión, los hijos, etc., como elementos no desdeñables, más o menos convenientes, pero subordinados a la satisfacción o diversión particular. Desde ese punto de vista la homosexualidad, en rigor cualquier práctica sexual, con animales o con niños, tiene igual valor que la considerada normal todavía hoy.
Pero las exigencias "revolucionarias" traen efectos menos agradables de lo previsto, pues, por suerte o por desgracia, la sexualidad suele ir ligada a sentimientos muy intensos, exige la participación de otra persona con sus propias necesidades, imposible de reducir a simple objeto de satisfacción o diversión, y rara vez coinciden los dos miembros de la pareja en apreciar cuándo la relación ha dejado de ser divertida. Si además han cometido el error de tener hijos, el coste emocional llega a resultar elevadísimo.
Los obispos han sido muy criticados por señalar un lazo entre la revolución sexual y la violencia doméstica. Yo no creo que anden muy descaminados. Las dos revoluciones sexuales han socavado profundamente a la familia, y parece clara su relación con el creciente fracaso matrimonial, del que la violencia es una manifestación. Y con otros muchos fenómenos, como la multitud de niños despojados de un ambiente familiar, la extensión apabullante de la prostitución en todas sus manifestaciones, incluyendo buena parte de la publicidad comercial, la telebasura o las redes de pederastia, etc. etc. ¿De dónde podría venir todo eso, si no?
Sobre los malos tratos familiares aseguran algunos expertos que siempre han existido con igual o mayor intensidad, sólo que ahora se denuncian. Aunque los malos tratos en la intimidad del hogar no suelen trascender, podemos hacernos una idea aproximada de su extensión. Tal como deducimos la amplitud del hambre por el número de personas que mueren de ella (que indican un número mucho mayor de hambrientos, aunque no lleguen a morir), podemos colegir la extensión de los malos tratos por sus manifestaciones más extremas e indisimulables, las muertes. El número de muertes por maltrato doméstico aumenta en muchos países, desde los escandinavos a España. Tras muchas décadas de pesado adoctrinamiento feminista –muy relacionado con las revoluciones sexuales– debería ocurrir lo contrario por lo que no parece achacable esa tendencia al machismo residual, como decía no sé qué señora política.
Un maltratador de Barcelona, tan bergante como espabilado para halagar a los progres, pedía al juez la atenuación de su pena por haberse criado bajo el franquismo, cuando, decía, el maltrato a las mujeres era fomentado como una virtud. Él no tenía la culpa de haber recibido tan mala educación. Pero en el franquismo había sin duda mucho menos maltrato que ahora. Una canción de los años 50, tan denostados por nuestra ridícula progresía, aconsejaba:
"Para ser un buen marido, el hombre tiene que ser
generoso, complaciente y amable con la mujer
Ser un poquito celoso, a saber, quiere decir
cuando debe estar despierto y cuando debe dormir".
Le faltaba decir cómo debería ser la mujer. Bueno, son consejos algo simples y pasados de moda, pero tal vez no del todo insanos en estos tiempos revolucionarios, tan apreciados por el camarada Zapo, feminista radical y rojo, el hombre.
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Lo que sabemos.
Creo que todos tenemos verdadera curiosidad por ver cómo acaba el culebrón contra Esperanza Aguirre. El sujeto que ha publicado las supuestas informaciones dice que nunca ha sugerido que Aguirre o sus consejeros estuvieran detrás del espionaje, que él ha descrito en términos dramáticos. Entonces, ¿a quién apunta?
De momento sabemos algunas cosas. Sabemos que El País se retrató a sí mismo cuando llamaba "sindicato del crimen" a los periodistas que DEMOSTRARON algunas de las corrupciones y otros delitos del PSOE. Sabemos que ese periódico dio toda la proyección que pudo al video típicamente gangsteril contra Pedro J. Sabemos que el periódico comparte con Gallardón un interés muy directo sobre quién controle Cajamadrid. Sabemos que en la maniobra, por lo menos en su aspecto propagandístico, está metido Rubalcaba, portavoz de la corrupción y del GAL y por esos méritos nombrado ministro del Interior por Zapo. Sabemos que ese ministerio en manos del PSOE ha sido empleado delictivamente para espiar incluso al rey. Sabemos que todos ellos son expertos en sembrar sugerencias nebulosas con un blanco preciso y conocen tanto su efecto como la dificultad de restablecer la verdad ante el gran público.
Sabemos, por tanto, que nos hallamos ante un periódico y un partido de inclinaciones demostradamente mafiosas. Un dato necesariamente indicativo aunque insuficientemente probatorio en este caso. Por tanto, seguimos atentamente a la espera.
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**** "Si no tomamos medidas atrevidas la situación podría ser dramáticamente peor", dice Obama. Pero no se trata de medidas atrevidas, sino acertadas, y hay muy poca garantía de que las suyas lo sean.
**** Rajoy dice a los jóvenes que escuchen "a todo el mundo, sea o no próximo al PP". Oficiosa canatmañanada: ya lo hacen, hombre, ya lo hacen, sin necesidad de su permiso. Muchos, por cierto escuchan a Zapo, también a la ETA.
Y las bases piden al futurista de la-economía-lo-es-todo y la nena angloparlante y sugerente que "no se doblegue". Con bases tan agudas cualquier demagogo de aldea hace carrera. ¿Por qué no piden a Zapo que se vuelva patriota? Rajoy no se doblega a Zapo, como Zapo no se rendía a la ETA. Los dos politicastros colaboran, uno con el terrorismo y el otro con el colaborador del terrorismo. Y por la misma razón: Zapo comparte la ideología básica de la ETA, y Rajoy o Gallardón comparten la de Zapo, desde el aborto a la balcanización de España ¿O no lo ha probado lo bastante con sus hechos? Pero no hay peor ciego que quien no quiere ver.
****"Queremos", el lema que emula a Obama :
El PP abre su Foro Abierto para recoger "ideas" ante la "necesidad de esperanza".
¿Qué querrán estos tipos? Poltronas, claro: ahí está su esperanza. Y ahí les va una buena idea: ¡lárguense y dejen de convertir la política en una farsa repulsiva, dejen de estropear el país! Espero que la gente razonable sea además un poco, solo un poco, militante, y aproveche el foro, si realmente es abierto, para cantarles cuatro verdades. Ah, y Mariano, si no es machista, como él acusa a diestro y siniestro, tiene una asignatura pendiente: el tanga.
**** Blog Bacon,ayer, 56: la adaptación de Los cuatro muleros no puede ser de Lorca, evidentemente, ya que éste fue asesinado en agosto del 36, mientras que la canción se refiere a la batalla de Madrid de noviembre. Es preciso no olvidar esto: la izquierda en España es la trola sistemática. Si no lo tenemos en cuenta, sus embustes no cesarán nunca, y seguirán embaucando a la gente.
Por cierto, mescalero está cumpliendo su palabra, por una vez que no debiera.
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UN NUEVO CANON ¡A PAGAR TODOS! Firma en contra
La SGAE, y compañeros..., (entre ellos Ramoncín, Ana Belén, Fernando Arbex...) pretenden hacer rentable haber creado canciones en España, y a los datos nos remitimos...
El nuevo canon que se nos prepara es abusivo e injusto ... , y aquí
van unos ejemplos:
- 1 ordenador con 160 gb de disco duro (22 € de canon)
- 1 regrabadora de dvd's de ordenador (16,67 € de canon)
- 1 impresora multifunción (10 € de canon)
- 1 cámara de fotos con memoria para 200 fotos (9 € de canon)
- 1 reproductor de dvd de salón (6,61 € de canon)
- 1 Equipo de música de salón (0,60 € de canon)
Y atención...:
- 1 línea adsl 1 MB (35 € de canon anuales)
- 200 cd's vírgenes para grabar diversos datos (50 € de canon)
- 100 dvd's vírgenes para grabar diversos datos (140 € de canon)
En definitiva, que cualquier familia española con un ordenador pagará unos 303 EUR de canon al año. Antes no sabíamos que era lo del canon, pero ahora nos vamos a enterar de sobra. Señores esto no es para paliar los datos de la piratería. Que expliquen qué van a hacer con este dinero. Lo más increíble es que pagarás, oigas música o no. Si una empresa compra 10 ordenadores para un departamento comercial, Ramoncín hace caja aunque no hayas oído en tu vida una nota de su casposo producto denominado por algunos música. Lo mismo le pasará al hospital comarcal, al colegio de turno o al ayuntamiento de tu pueblo.
Firma si no quieres pagar esta burrada . La Ley está debatiéndose en el Congreso y pronto verá la luz si no hacemos nada al respecto.
TU FIRMA SÍ ES IMPORTANTE
http://www.todoscontraelcanon.es/
Pasa este correo si no quieres pagar a estos usureros. Necesitamos 1.500.000 firmas y ya hay más de 800.000.