Un simpático provocador se empeña en demostrar lo muy católico que era Hitler, citando de él expresiones que no tienen nada de católicas. Quizá Hitler interpretaba esa religión muy a su modo. "Moriré católico", dijo. Sí, suicidándose.
Quienes realmente colaboraron con los nacionalsocialistas fueron los comunistas ya antes de la subida de Hitler al poder: se mataban entre ellos, pero colaboraban contra los liberales y moderados. Después, Stalin y Hitler se repartieron la católica Polonia y muchas otras cosas. Cuando los alemanes invadieron Francia encontraron la colaboración entusiasta de los comunistas, así como aprovecharon la labor desmoralizadora y "pacifista" de los socialistas. Y por cierto, nadie salvó más judíos que Pío XII. Pero, en general, son comunistas y asimilados, o "pacifistas" quienes más le acusan. "Esa constante mentira de los rojos", que decía Marañón.
**** "El día 14 Pío XI publicó la célebre encíclica Mit brennender Sorge, en la que condenaba el comunitarismo nacionalsocialista ("El hombre como persona tiene derechos recibidos de Dios que han de ser defendidos contra cualquier atentado de la comunidad que pretendiese negarlos, abolirlos o impedir su ejercicio") y la imposición de un tipo de enseñanza contra la voluntad de las familias; y defendía "el derecho natural", y "las normas eternas de una doctrina moral objetiva" frente a las imitaciones del paganismo que las abolían "en un atentado criminal contra el porvenir del pueblo, cuyos tristes fruto serán muy amargos para las generaciones futuras" "Estos necios que presumen separar la moral de la religión constituyen hoy legión. No se percatan (...) de que, desterrar de las escuelas y de la educación la enseñanza confesional (...) impidiéndole contribuir a la formación de la sociedad (...) es caminar hacia el embrutecimiento y la decadencia de la moral". Etc.
El régimen nazi replicó con una campaña de denuncias y procesos contra curas y frailes católicos por supuestos abusos sexuales y otras inmoralidades, y por contrabando de moneda. El 1 de mayo Hitler advirtió: "No permitiré que la autoridad del pueblo alemán sea atacada (...) Esto se refiere también a las iglesias. Mientras éstas se circunscriban a problemas religiosos, el Estado no se inmiscuirá en sus asuntos. Pero si las iglesias, mediante cualquier medida, tales como por ejemplo cartas pastorales, encíclicas, etc., tratan de usurpar los derechos que pertenecen al Estado, entonces nos veremos obligados a reducirlas a sus reconocidas actividades espirituales". Al día siguiente, ante una multitud frenética, Goebbels acusaba a los curas de pervertir a la juventud, entre gritos de "¡Colguémoslos! ¡Matémoslos!"
(En El derrumbe de la segunda república y la guerra civil)
Por cierto, ¿no les suena curiosamente actual la requisitoria de la carta encíclica del papa y la actitud de Hitler? Parece como si estuviésemos oyendo a Zapo.
**** Señalé, ciñéndome al caso de Melitón Manzanas, la perversión del lenguaje que lleva a crear falsas leyendas y a hacer acusaciones personales como mínimo sin pruebas suficientes, y hablando además de cientos de "vascos" torturados, evidente trola. Pero jflp, tomando el rábano por las hojas, interpreta que yo niego la existencia de torturas en el franquismo. En De un tiempo y de un país señalo (cito de memoria) "La tortura es una mancha que no se puede quitar aquel régimen. También es preciso ponerla en su lugar, y ni remotamente se practicó como los franceses en Argelia o los norteamericanos en Vietnam". Tenía que haber añadido: "y mucho menos como los regímenes que queríamos implantar en España las izquierdas"; ni tampoco como la dictadura argentina. Añade jflp: "Si en 1969 la político-social torturaba a base de bien en Vizcaya podemos estar seguros de que en Guipúzcoa no era la situación diferente". Que torturaba (y la guardia civil, y la policía armada) es seguro; que fuera "a base de bien" ya es mucho decir. El cuento de que lo hacía porque apenas disponía de medios y detenía a la gente a voleo no se lo traga nadie, porque esa es la mejor forma de no obtener resultados. Por el contrario, la policía franquista era mucho más eficaz que las posteriores, exceptuando la última época de Aznar. La tortura se aplicaba siempre en casos particulares sobre quienes la policía sospechaba, por lo general fundadamente, que tenían responsabilidades importantes en la comisión de asesinatos.
Conviene distinguir también entre tortura y malos tratos. A veces es difícil establecer el límite entre una cosa y la otra, pero eran más frecuentes –tampoco generales– los malos tratos, es decir, golpes y patadas. Excepcionalmente se utilizaban las corrientes eléctricas y otros métodos que sí cabe llamar tortura. Los malos tratos son comunes probablemente a todas las policías del mundo –aunque no se utilicen siempre y sistemáticamente, claro está–, y estoy seguro de que en Francia, por ejemplo, se aplicaban más que en España, pues conocí en la prisión naval de Caranza a "pájaros de talego" con experiencia de otros países y así lo afirmaban. Como que, en general, el régimen carcelario español era muy preferible al francés o al inglés. Y, desde luego, al español de ahora mismo.
Dice también jflp que desde mediados de los 80, "con Barrionuevo y la actuación de jueces de la AN y TS, la mejora ha sido espectacular". No estoy yo tan seguro; fue, además, la época del terrorismo de gobierno, que el franquismo no practicó, aunque surgieron brotes en la transición. ¿Que con Zapo la cosa ha empeorado? Sin duda, pero nada que ver con lo que él llama tardofranquismo. Más bien con los métodos tradicionales del socialismo.
---------------------------------
Bueno, ha ganado Obama. Ha dicho que iba a "cambiar el mundo", palabras de un estúpido o de un iluminado con manía de grandezas, o de ambas cosas, estilo Zapo. Pero sus primeras declaraciones van en sentido radicalmente contrario a Zapo: "libertades individuales y unidad nacional". Realmente muy poco se puede decir por ahora, cuando faltan los hechos. ¿Empezará por abandonará Irak a los terroristas como hizo el Niñato Ilumineta?
-------------------------------------
(De Años de hierro)
"Göring, responsable en parte de la situación, comparaba a Stalingrado con las Termópilas, donde el sacrificio de los espartanos de Leónidas había contribuido a salvar a Grecia; en la ciudad sitiada algunos la relacionaban más bien con Masada, lugar de la resistencia suicida de los judíos ante los romanos. Hitler había prohibido rendirse, y el día 15 concedió a Paulus las preciadas hojas de roble para su cruz de hierro.
Pero la resistencia, aunque causaba innumerables bajas a los contrarios, iba quebrándose. El día 26, las tropas del cerco partían en dos el Kessel y se unían a las de Rodímtsef, otro veterano de España, que habían resistido en la ciudad. "Los ojos de los curtidos soldados se llenaron de lágrimas de alegría al encontrarse", escribió Chuikof. Las botellas iban y venían en una intensa celebración"*.
A los pocos días se precipitó el fin. El 30, Hitler nombró mariscal a Paulus. Como ningún mariscal alemán se había rendido, el nombramiento sugería que se suicidase, pero Paulus sufría "un estado de desintegración moral y física", y por otra parte su moral rechazaba el suicidio. Al día siguiente capitulaba. Hitler, al enterarse, montó en cólera: "El heroísmo de tantos soldados queda anulado por un alfeñique sin carácter... ¿Qué es la vida? La vida es la nación. El individuo de cualquier modo debe morir (...)
Podía haberse liberado de todo daño y ascendido a la eternidad y a la inmortalidad nacional, pero prefiere viajar a Moscú.
* Quizá cantasen la canción V Zemlianke (En el refugio subterráneo), de Alexei Surkof, equivalente de la Lili Marleenalemana. O quizá no la cantasen, por su escaso triunfalismo: "El fuego chisporrotea en la estrecha estufa/ la resina en los leños forma como lágrimas / y el acordeón me canta en el refugio/ a tu sonrisa y tus ojos (...) Solo cuatro pasos me separan de la muerte/ Canta, acordeón, desafía a la ventisca/ llama a la felicidad extraviada ..." La canción, como Lili Marleen, fue desaconsejada por el mando, debido a su nostalgia acaso desmoralizadora; pero no tuvo ese efecto, y el gusto de la tropa la impuso.
Una versión de V Zemlianke. Conozco otra mejor y más popular, pero no sé cómo ponerla:
http://www.youtube.com/watch?v=CBV451c0yMU
---------------------------
Por increíble que parezca, el razonable escrito de Xan o Brétemas, expuesto aquí hace dos días, no ha gustado a todo el mundo. Ahí tienen una réplica de don Camilo Carballeira O´Flanaghan, de la universidad de Princeton, un intelectual de peso en los ambientes nacionalistas galaico-suevos. Su crítica me atrevería a calificarla de feroz –en eso coincide la señorita Riera, mi corresponsal de Reus– sin ánimo de ofender a nadie. Para él, Miro no es ningún ideal, quién lo diría.Pero se apoya en tales sabios que uno empieza a dudar de si no tendrá razón.
"ALERTA A LAS BASES DEL BNG Y AL PUEBLO GALLEGO!
"He leído con suma atención el escrito de Xan o Brétemas en que se permite atacar desconsideradamente la justa política del BNG en relación al reino suevo, núcleo histórico, como nadie ignora, de la nación gallega. Brétemas juega al radicalismo, y, lo haga con fines retorcidos o por pura inconsciencia, trivializa la cuestión y facilita la labor de corrosión de nuestras justas aspiraciones por parte del imperialismo español y sus agentes.
En apariencia el escrito del brumoso Brétemas está bien, pero cuando uno profundiza se da cuenta enseguida de que algo falla. ¿Qué es? ¡Ah, ese "recordado y llorado rey Miro", a quien pone en el mismo plano que a nuestros grandes Reckila y Reckiario...! Ahí te he pillado, Brétemas, ahí se te ha caído la careta. ¿Quién ignora a estas alturas los nombres de los primeros reyes de Galicia, a saber, Hermerico, Requila, Requiario, Franta, Maldras, Frumario, Remismundo...? Hasta los niños los saben, pero, evidentemente, no podemos colocar al mismo nivel de estos glorioso patriotas a Miro, aunque también fuera rey. Porque Miro, señores, fue ni más ni menos que un provocador y un traidor. En lugar de aislarse de la peste española-visigótica, le dio por meterse en sus turbias querellas internas, apoyando a Hermenegildo en sus peleas con Leovigildo, que ni nos iban ni nos venían, y el resultado, ¿cuál fue? La derrota de Hermenegildo, que arrastró con ella la de Miro y el fin de la independencia gallega.
Miro se sometió ignominiosamente a Leovigildo, en lugar de defender a sangre y fuego la independencia de su nación, y de llevar, incluso, la guerra al interior del reino godo-español, hasta acabar de una vez con él, como habría sido su deber, y que tantas tragedias posteriores nos hubiera evitado. Pero lejos de ello, pactó la esclavización de Galicia. Ocurrió en el año 576, señores, 16 de junio para ser exactos, tal fue la fecha del percance, y aprovecho para proponer sea declarado día nacional, como han hecho los nacionalistas catalanes con la Diada, recordatorio de las libertades perdidas y exigencia imprescriptible de recuperarlas. Esa tétrica data marca el comienzo de la colonia, la sumisión, el genocidio. Observen que Brétemas señala cucamente el hecho de la esclavitud gallega pero oculta con toda impudicia quién fue el causante: no otro, ni más ni menos que el "llorado y recordado rey Miro", como él lo llama. Esto, a mi juicio, desenmascara a Brétemas, lo revela como un verdadero agente provocador, dedicado a sembrar la confusión en el seno del BNG, justo cuando nuestro partido está a punto de alcanzar una victoria histórica. Brétemas es, ni más ni menos, un mirista, palabra que propongo designe en adelante a los españolistas solapados.
Y, chapoteando en la charca del mirismo, tampoco señala Brétemas otro dato clave: el núcleo fundamental y fundacional de la nación gallega se encuentra en la línea Orense-Pontevedra, por el norte, y el río Duero por el sur, extensible hasta Ávila por el este. Brétemas, ni lo menciona, se ve que para él no tiene la menor importancia. Y sin embargo es un hecho decisivo en cuanto a nuestras justas reivindicaciones. Por desdichados avatares históricos, la zona entre el Duero y el Miño ha caído en poder de la nación portuguesa, lo que constituye una aberración. No cometeremos la injusticia de identificar a la progresista, tolerante y culta Portugal, un pueblo hermano, con la fanática, retrógrada y opresora España. Y por eso –de ello estoy persuadido– nuestros hermanos portugueses comprenderán la justicia de nuestras aspiraciones, bastará que la dirección del BNG tome sobre sí una acción diplomática y propagandística apropiada, en un espíritu de comprensión no exento de energía.
Quiero terminar con una exhortación a las bases y a los líderes del BNG, y al propio Brétemas, si le queda un rastro de honradez y no se ha hundido por completo en las simas del mirismo: lean ustedes cuidadosamente a Idacio de Chaves, a Martín Dumiense, a Juan de Bíclaro, incluso a Isidoro de Sevilla, y a Ceferino el Conquense.
¡ Se les aclararán las ideas, y las provocaciones de los agentes españolistas se estrellarán contra ustedes como flechas de mantequilla contra una cota de mallas".