****"Los judíos conversos fueron el ingrediente alquímico que dio lugar a la Edad de Oro de España". Buena tesis racista, pero falsa. La edad de oro española se dio en los terrenos político, militar, literario, de pensamiento, pintura, arquitectura, música, en alguna medida de la ciencia, etc. Los conversos tuvieron un papel importante, pero secundario, en la Inquisición, en la Iglesia y en las letras sobre todo. Y la mayoría de ellos se integró por completo --máxime los de segunda o tercera generación, generalmente muy mezclados-- en la tradición católica y universalista española, contraria a la idea clave judaica del "pueblo elegido" (En la actualidad ocurre algo similar en Usa, por lo que muchos judíos hablan de un "holocausto silencioso"). Castro y otros consideraban converso a casi todo el mundo de la cultura, basándose en indicios sin mucho sentido, véase "La España imaginada de Américo Castro", de Eugenio Asensio. La teoría conversómana es profundamente racista, a su vez en el sentido de "pueblo escogido", como la de Netanyahu sobre la Inquisición, ya tratada aquí hace algún tiempo ( Ver segunda parte de:(http://desdeelparedon.blogspot.com/2010/03/pio-moa-el-rey-ante-una-ley-delictiva.html, en relación con el libro de García Olmo). Pero ha encantado siempre a los promotores de la leyenda negra, según la cual España siempre representó la ignorancia, el oscurantismo, la barbarie y el atraso... salvo durante un período, gracias a los benditos conversos, cuya sangre judaica hizo posible el Siglo de Oro. La realidad es que en España los conversos (algunos de ellos) destacaron precisamente al y por dejar de ser judíos. Fernández Armesto es, como historiador, bastante cantamañanas (abundan en la profesión). Mucha gente pasa con bastante facilidad del fanatismo antialgo a una beatería contraria.
Marx era, más que un converso, un judío renegado (echaba pestes de los judíos), pero curiosamente trasladó el componente mesiánico y de "pueblo elegido", de los judíos al "proletariado", es decir, ante todo a la élite que pretendía dirigir a los proletarios.
**** Aunque llamamos ideología, en un sentido difuso, a fórmulas políticas con mayor o menor ambición de resolver problemas sociales, la ideología más propiamente consiste en un sistema de ideas que pretende entender, por la razón o la ciencia, la naturaleza humana, la historia y lo que se ha hecho mal en ella, y aportar el remedio consiguiente para los problemas y malestares humanos básicos. Por su propia naturaleza, las ideologías tienden a despreciar la religión y finalmente la moral, y a sustituirlas. Unos encuentran la causa de los males en "la explotación capitalista", otros en "el patriarcado", el "machismo", "la autoridad", diversas "clases dominantes", determinadas razas…, y muchos ecologistas, finalmente, han avanzado hasta concluir que el mal consiste en el propio ser humano, especie de cáncer del planeta, de Gaia. Las ideologías prometen torrentes de felicidad y bienestar a sus crédulos seguidores, aunque el resultado, en todos los casos, ha sido catastrófico. Pero no hay modo de convencer a los creyentes en esta especie de religiones triviales y sin misterio. Si las consecuencias son malas, siempre se debe a no haberse aplicado sus recetas lo bastante a fondo y a la gente incomprensiva que no acaba de entrar por el aro. En el caso del feminismo, por ejemplo, los resultados están ahí, aunque casi siempre se los menciona sin relacionarlos con la ideología que los promueve: cientos de miles de hogares deshechos, aborto masivo, cientos de miles de niños criados en familias monoparentales o desestructuradas, homosexualismo agresivo, prostitución abierta o encubierta cada vez más difundida y, derivado de ellos, aumento de la droga, el alcoholismo, la violencia familiar, etc. La relación entre unas cosas y otras salta a la vista con solo que se quiera observar. Pero se niega, tal como los marxistas negaban con descaro los efectos de sus prédicas: si admitían dificultades o defectos en sus regímenes, los responsables finales eran los malvados imperialistas.
****Nueva campaña de Defensa: "Detrás de un acto heroico hay toda una fuerza" Detrás de la abyecta Chacó hay toda una fuerza: la fuerza de la traición.
****¿Cuándo imputarán a Rubalcaba por obstrucción a la justicia?