"Éranse una vez unos cuantos marroquines mu malos que se ajuntaron con un asturiano, que era un confidente de la policía y tenía dinamita y dijeron: “Amos a volar unos trenes en Madrid, pa que se fastidien”, y fueron y se pusieron de acuerdo en un día en que tuvieran todos vacaciones o día libre, y, hala, pusieron las bombas. Pero la policía que no es tonta enseguida los descubrió, y algunos se suicidaron, y aluego la justicia, que en España es mu seria, les metió un paquete de no te menees y de paso despejó todas las incónitas, asín que no hay nada más que preguntar, y todos los ciudadanos satisfechos, como debe ser, que el mal nunca triunfa. Y colorín colorao…”
-----
Visita de los reyes a Ceuta y Melilla. ¿Qué puede significar un hecho tan extraño?