No sabemos qué parte de esos dos noes, que son dos, no entiendes.Pero parece que no lo entiendes. O es que una sublime concepción de la estrategia política te nubla la razón más tonta: que ya no hay tiempo, que estamos en la prórroga y que el árbitro, tu gente, está punto de pitar el final del partido.
A ver, desbrocemos. Susana, no puedes seguir sin aclarar qué quieres ser de mayor. Por una parte, tienes a un descamisado Patxi López, el helador de Portugalete, que acaba de desvelar que le importa un pito flagelarte en público y que finge ser una tercera vía conciliadora entre Pedro el Breve y tú misma, antiguamente conocida como la Esperanza (socialista) de Triana. Por la otra, en tu propia tierra, qué blasfemia, tu defenestrado acaba de prometerte guerra eterna como Aníbal a los romanos. Es que ya son dos y tú sin decidirte. En realidad, Susana, son tres y tú lo sabes. Queda, tras los brumarios tejemanejes de quienes disponen de poderes fácticos, el factor Rubalcaba, al que hiciste mucho daño en aquellas famosas primarias que ganó por 22 votos que lleva clavaditos en su corazón.
Pero, Susana,no puedes decepcionar al respetable socialista de a pie al que has seducido, camelado, atraído, convencido, ilusionado, sugestionado, persuadido, fascinado, hechizado y extasiado por tus virtudes triunfales o, si quieres, asustado, acojonado y atemorizado ante el espectáculo de un PSOE perdedor descuartizado por un centro derecha cada vez más sólido y una jauría podemita que sólo tiene en común ocupar el lugar de la sombra de Suresnes.
Hay más, Susana. No entiendes que, si alguna vez decides que quieres pelear por Ferraz sin las malas artes de otros lugares y tiempos, no puedes seguir siendo secretaria general del PSOE andaluz ni presidenta de la Junta de Andalucía. Incluso si fuera posible reglamentariamente, en estos tiempos de una persona, un cargo no sería digerido con claridad por las bases y así te lo han hecho saber ya, afiladamente, tus adversarios. Pero es que, además, no te conviene. ¿Tampoco lo entiendes?
Vamos a ver. Tu partido no para de retroceder en Andalucía. Ahí tienes las encuestas, que las ordenas tú. Dentro de poco podría ser posible un acuerdo PP-Ciudadanos para dar por terminado el régimen. Cierto que Juan Marín está en el bote, pero la oposición interna a su enjuague sureño también crece en Ciudadanos, ojito al parche. O sea, que te conviene dejar Andalucía antes de que esos últimos barcos se hundan porque entonces el futuro no solo no será lo que fue, sino que desaparecerá de un plumazo.
Que no es no, Susana. Así que date prisa y haz el paseíllo. Por el camino que vas, sólo podrás ganarle al Pasmo de tu barrio, el genio que dejó dicho que había gente pa to, sobrepasándolo en la historia como la Pasmá de Triana.