La libertad puede crecer o decrecer. Cierto es que apenas hay metros y medidas para apreciarla en toda su amplitud, pero es evidente que si desde este jueves los andaluces vamos a poder viajar entre provincias cuando hasta ahora no podíamos y si la bajada de impuestos va a dejar en los bolsillos de los andaluces 223 millones más, que suman ya 359 liberados desde 2019, sobre los que se puede decidir libremente, es que la libertad de los andaluces ha aumentado.
Gracias a la mejoría de la región en lo que se refiere a contagios, ingresos, incidencias y demás parámetros de la pandemia de la Covid 19, se revisarán las restricciones, sobre todo la de la movilidad entre las ocho provincias que se sufre desde el pasado 17 de enero y se acercarán a la normalidad las condiciones de convivencia ciudadana. No es total, porque la región sigue cerrada, pero sí un paso esperanzador.
Dos factores han influido en la relajación de las normas vigentes: que la tasa de incidencia acumulada ha seguido bajando hasta los 237 contagios de media y que Andalucía ha vacunado adecuadamente en cuanto ha dispuesto de las dosis prometidas habiendo llegado hasta los casi 750.000 andaluces vacunados con las dos dosis reglamentarias.
Por ello, desde mañana jueves será posible desplazarse entre provincias. Pero, además, comercios, bares y restaurantes pueden prolongar sus tareas hasta las 22.30. No podrán admitir clientes desde esa hora pero los que ya estén en su interior, podrán permanecer en ellos hasta las 22.30 para respetar el toque de queda que siguen anclado de las 23.00 horas hasta las 6 de la mañana. Lo demás, seis personas por mesa en exterior y 4 en interior en hostelería, no cambia.
En los municipios donde la tasa de incidencia supere los 500 contagios, habrá cierre perimetral aunque los horarios serán los mismos que en conjunto de la región y si se superan los 1.000 no podrán ejercerse las actividades habituales no esenciales.
Por otra parte, ya se sabía desde ayer, gracias a Vox que fue quien lo dio a conocer, que los tres partidos que sostienen al gobierno de Juan Manuel Moreno en la Junta de Andalucía, Partido Popular, Ciudadanos y Vox, iban a afrontar una "inminente bajada de impuestos de la que se beneficiarán todos los andaluces". Y así ha sido.
Tras sucesivos acuerdos, se llegó a noviembre de 2020 cuando los tres partidos llegaron a un acuerdo que permitía el compromiso de poner en marcha medidas que hacían posible la aprobación de los presupuestos de 2021, incluyéndose otras medidas fiscales de ayuda de las familias, trabajadores, autónomas y empresas.
Según Vox, dicho paquete de medidas de carácter fiscal será "de próxima aplicación tras su correspondiente trámite parlamentario, y que ayudará a las familias a sobrellevar las terribles consecuencias de la crisis económica derivada del Covid-19 y del desempleo estructural consecuencia de 37 años de sucesivos gobiernos socialistas".
El pragmatismo de PP, Ciudadanos y Vox en este trance ha sido decisivo aunque ha tenido algunas dificultades como la experimentada por el PIN parental.
Ayer, el gobierno andaluz aprobó un decreto que concreta en 223 millones la nueva bajada de impuestos que aumentan la libertad económica de cuatro millones de andaluces. La sintonía es tal que hasta Juan Marín, líder de Ciudadanos, agradeció a Vox su apoyo a la medida y así lo subraya La Razón.
Estos millones, que suman ya 359 desde ejercicios anteriores, proceden de la rebaja del impuesto de transmisiones patrimoniales que reduce sus tasas hasta el tipo único del 7 por ciento (estaba en tres tramos del 8,9 y 10 por ciento). Otras rebajas fiscales se destinan a las víctimas de violencia machista o terrorista, familias numerosas y a los trámites de los actos jurídicos documentados.
El portavoz del gobierno Elías Bendodo ha recordado que, a pesar de la bajada de impuestos puesta en marcha al comienzo de la legislatura, se han recaudado 600 millones de euros más y se ha aumentado en 118.000 el número de contribuyentes. Esto es, se cumple lo ya emprendido por Grecia e Italia, se certifica lo pronosticado por Arthur Laffer e incluso lo ya intuido por el andalusí Ibn Jaldún hace siglos: A menos impuestos, mayor recaudación y libertad y progreso generales.
El acuerdo y el diálogo entre los tres partidos que sostienen el gobierno andaluz lo han convertido en uno de los más estables de España. Para ello, el PP se ha distanciado de la posición de Pablo Casado en su diatriba contra Vox en el Congreso y Juan Marín no tiene siquiera inconveniente en posar junto al portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, desafiando la cantinela de las "tres derechas" o la de la "ultraderecha" o los "cordones" sanitarios.
En estas condiciones, Juan Manuel Moreno no tiene necesidad de convocar anticipadamente las elecciones andaluzas que deberían celebrarse oficial y reglamentariamente a fines de 2022. Sin embargo, los resultados de las elecciones madrileñas del próximo día 4, convertidas en epicentro de la política nacional, pueden alterar los rumbos y los tiempos.
La crisis se enquista en la izquierda
Gran distancia parece haber con una izquierda que, por el lado comunista, he llegado a las manos judiciales por la expulsión de los anticapis de Teresa Rodríguez a manos de los dirigentes de IU y Podemos, y por el lado socialista, está acercándose a la batalla final entre Susana Díaz y el candidato de Pedro Sánchez, Juan Espadas.
El meollo de la confrontación está en si la fecha de las primarias debe fijarse ya o debe esperarse a fin de año. Los sanchistas aducen que es mejor hacerlo ahora por si acaso Juan Manuel Moreno decide anticipar las elecciones haciendo inviable la sustitución de Susana Diaz. Esta, por su parte, argumenta que lo principal es la batalla contra el Covid 19, hasta que se celebre el congreso federal para luego proceder a la elección de los cargos socialistas en primarias sin prisas.
La situación por provincias, bases territoriales tradicionalmente muy fuertes en el PSOE andaluz, ha ido variando muy notablemente. Si Susana Díaz dominaba Huelva, Jaén y Sevilla, ahora parece haber perdido muchas posiciones en las dos primeras y el hecho de que Juan Espadas, el candidato del sanchismo, sea alcalde de Sevilla, augura una dura batalla en la provincia.
Según detallaba ayer ABC, en el resto de las provincias, la división parece muy notable en Cádiz y Granada, mientras que Málaga, Almería y Córdoba parecen inclinarse del lado de Susana Díaz que lleva meses haciendo campaña interna por localidades y sedes para resistir la presión que Pedro Sánchez ejerce desde el gobierno de la Nación y desde Ferraz.
La situación es tal que no se descarta la aparición de una tercera opción, Andalucía Socialista, apoyada por el sanchismo, que logre arrancar más votos a Susana Díaz e incline la balanza a favor de Juan Espadas en el momento oportuno.