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Pablo Planas

Pujol, Podemos y los 40 años de Convergència

En esos entonces, Pujol tenía un banco. Cuarenta años y un día después, Pablo Iglesias tiene una cátedra y el mismo rollo.

En esos entonces, Pujol tenía un banco. Cuarenta años y un día después, Pablo Iglesias tiene una cátedra y el mismo rollo.

Pujol fundó Convergència hace justo cuarenta años en el monasterio de Montserrat, cenobio que acogió el principio de una de las mayores catástrofes sociales, políticas y morales de la historia democrática de España. El autor intelectual de Convergència dictó unas memorias en las que dice:

Aquel 17 de noviembre de 1974 subí a Montserrat en el autobús de una peña barcelonista. A las once de la mañana, en una sala cedida por la comunidad benedictina, nos reunimos unas setenta personas (...) en una reunión que acabó a las cinco de la tarde se fundó Convergència Democràtica de Catalunya. Si aquel día el Fútbol Club Barcelona cumplía 75 años quiere decir que 25 años atrás, por la noche, Pere Figuera y yo habíamos ido a las proximidades del campo del Barça a pintar "Visca Catalunya" y un sereno se nos quedó mirando.

Así pues, Pujol y los protoconvergentes se camuflaron en una expedición de peñistas del Barça, con banderas, bufandas y gorros de lana, lo que es más propio de la comedia que del drama; un esperpento de exaltación balompédica y fervor catalanista. La puesta de largo se produjo meses más tarde. Es Pujol quien declara en las mismas memorias:

El 21 de enero de 1975 pronuncié en Esade una conferencia donde expuse por primera vez públicamente el ideario de Convergència.

El mismo patriarca del catalanismo destaca un párrafo del discurso que les endilgó a los testigos presenciales de tan señalada efeméride.

Y pensando en el público que me escuchaba en aquella casa que se dedicaba a la formación de empresarios, añadía: "Continúa siendo verdad que una política catalana tiene que ser una política social. Esta idea, algunas personas –y en esta sala hay unas cuantas– tienen que meditarla bien meditada, porque esto significa más fiscalidad, más control público de la economía, sindicatos fuertes, menos especulación, etc.

Más aún que la premeditación y el truco sorprende el razonamiento de Pujol para explicar el triunfo absoluto de semejante impostura, que gobernó y gobierna en Cataluña por encima de la ley desde 1981. De las mismas memorias (primer volumen editado por Destino en 2007) es este párrafo:

¿Cómo se explica que gente inédita en la política se presente en el último momento con un partido nuevo y este partido se convierta en el más importante, con cierta ventaja, del catalanismo político? Se explica porque supimos hacernos un hueco. Y si lo hicimos fue porque recogimos el espíritu de los tiempos que corrían. Nos convertimos en intérpretes de una gran sensibilidad colectiva. Tan simple y al mismo tiempo tan complicado.

Más fiscalidad, más control, más sindicatos y menos especulación... En esos entonces, Pujol tenía un banco. Cuarenta años y un día después, Pablo Iglesias tiene una cátedra y el mismo rollo.

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