El presidente de la Generalidad en Barcelona, Quim Torra, tiene la fea costumbre de mentir en nombre de todos los catalanes, cosa por la que seguramente se ha subido el sueldo un 5,2%, hasta los 146.926 euros, siete mil más que su jefe Puigdemont. Como quien no quiere la cosa, el viajante de ratafía cobra casi el doble que el presidente del Gobierno. Claro que Torra es un presidente catalán de la Generalidad, lo que no es comparable con ser el presidente de esa escoria infecta de ADN averiado que somos los españoles, según el racista.
Torra es un fulero compulsivo que gasta pólvora del rey contra el Rey. La última idiotez dicha en nombre del pueblo entero es: "Nunca es tarde para pedir perdón, pero Felipe VI ya no es el rey de los catalanes". A saber de dónde habrá sacado Torra la especie de que el Rey va a pedir perdón y quién coño se cree que es para decir que los catalanes no tienen rey. Cierto que la monarquía carece de buena prensa en Cataluña, pero cada vez que personajes como Torra y Colau se meten con el Rey crean miles de felipistas horrorizados ante el panorama de una república amarilla del tres por ciento y los narcopisos.
La difusión de bulos, ahora fake news, es otra de la especialidades de Torra, que en dos días ha hecho correr los infundios de que Llarena cenaba con espías del CNI cuando fue sometido a la típica bienvenida catalana ("hijoputa, fascista, las calles serán siempre nuestras") y que la presidenta de Estonia se había manifestado a favor de la liberación de los "presos políticos" golpistas. Todo mentira, en la línea habitual, pero cuela.
Así es que Torra calla que se ha puesto un sueldo de futbolista por criticar al Rey y difundir bulos y el Gobierno, en vez de hacer algo al respecto, se reúne con los golpistas en una comisión bilateral para hablar de autodeterminación, presos y "exiliados". Podrían hablar del taxi, pero prefieren cargarse la monarquía constitucional para dar gusto a los Pujolone, a Artur, el Astucias, Mas, al pastelero loco y ahora a este presidente Chistorra del churro naziamarillo que se lo lleva crudo.