Enrique Santiago, secretario general del Partido Comunista de España (PCE), no tendría reparos en fusilar al rey Felipe VI y a su familia. Todo depende de "cómo se pusiera" el monarca y de "lo que surgiera" en un hipotético asalto a la Zarzuela. Tremendo este Santiago en modo "sujétame el cubata". Las declaraciones del dirigente comunista son de hace un año, pero este miércoles las ha desempolvado y puesto en circulación Toni Cantó, el diputado de Ciudadanos en las Cortes Valencianas, que cuando se aburre tira de hemeroteca para sonrojo de la izquierda acostumbrada a dar lecciones de moral e higiene política.
Así es que hace un año, y entrevistado por la revista Mongolia (fundada por Gonzalo Boye, el abogado de Torra y Puigdemont que fue condenado por su participación en el secuestro de Emiliano Revilla), el compañero Enrique Santiago se deshacía en elogios de Lenin y mostraba su más absoluta disposición a liderar la toma del Palacio de la Zarzuela "si se dieran las condiciones". "¿Lo liquidarías?", preguntaba el entrevistador en alusión a Felipe VI. "Depende de cómo se pusiera y lo que surgiera", contestaba ufano Santiago.
Hay que reconocer que el grupo parlamentario de Santiago, que es el de Podemos, trabaja incansablemente para que se den las condiciones. Igual que el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, los medios afines y hasta algunos no afines. Las finanzas del rey emérito y el discurso del 3-O de Felipe VI contra el golpe de Estado separatista son la munición empleada contra la monarquía constitucional. Y según Pablo Iglesias y sus cuates, más pronto que tarde caerá eso que llaman “el régimen del 78” y que no es más que la democracia en España.
De darse el caso, será el momento de comprobar si Santiago habla a título de inventario o va en serio.
Hay quien ha comparado las declaraciones del camarada secretario general con las de un anciano exmilitar retirado que se decía partidario de fusilar a la mitad de los españoles en un chat de compañeros de promoción. Hay diferencias. Santiago está en activo y es diputado en el Congreso. El exmilitar, en cambio, está retirado. También es diferente que la ministra de Defensa, Margarita Robles, no está por la labor de entregar el material del dirigente comunista en la Fiscalía por si fuera constitutivo de algún delito, por ejemplo de odio. En cuanto al número de muertos, cabe pensar que un auténtico fan de Lenin no se iba a parar en la liquidación de la Familia Real.
Para gran parte de la izquierda, lo que dijo Santiago no es para tanto. Es más, lo suscriben en el Twitter. Mientras todas las derechas se llevaron las manos a la cabeza por el disparate vertido en un chat privado de guasap, la izquierda avala las declaraciones públicas del jefe del PCE. Qué divertido y fácil es ser comunista en España. Se puede decir lo que uno quiera, hacer apología de los asesinatos en masa de Lenin y Stalin, exhibir el símbolo criminal de la hoz y el martillo y amenazar de muerte a la Familia Real sin problemas. Y todo ello gracias, en parte, a Juan Carlos I, que se avino a la legalización del PCE en aras de la reconciliación nacional.