El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha rechazado los sólidos argumentos del presidente de la Diputación de Ciudad Real, Nemesio de Lara, para mantener en el cargo a su chófer privado. Hay otros trece hombres de confianza cuyos puestos de trabajo están siendo también cuestionados por el mismo tribunal, pero el caso del conductor es tal vez el más doloroso. Porque secretarias particulares, jefes de oficinas presupuestarias y coordinadores de compras los hay a patadas, especialmente en las filas de La PSOE (plataforma laboral incomparable), pero encontrar a una persona experta en cuestiones tan complejas como el estilo musical y el aroma ambiente adecuados para los viajes en coche oficial es tan difícil que ningún político debería verse obligado a prescindir de los servicios de alguien así.
El compañero Nemesio es un claro ejemplo de la escrupulosa austeridad que ha de estilarse en los duros tiempos que vivimos. Así, el especialista en gestión de equipos del coche presidencial no sólo se encargaba de los detalles del habitáculo, con especial atención a la delicada pituitaria del señor Presidente, ¡sino que además conducía el vehículo! Dos funciones, a cuál más importante, realizadas por un mismo trabajador con una sola nómina: para que luego vaya la Cospedal pretendiendo dar lecciones de moderación en el gasto público...
Este chófer, el único capaz de identificar el aroma preciso que exige el compañero Nemesio cuando se desplaza a inaugurar mingitorios en residencias sociales, es alcalde de Los Llanos del Caudillo (encima), lo que da muestras de una humildad poco frecuente en nuestra clase política. Pues bien, ni la necesidad perentoria de su labor al servicio del compañero Nemesio ni el evidente ascetismo de su contratación han sido argumentos capaces de torcer la voluntad de los magistrados del TSJ, que, en un gesto a todas luces excesivo, han llegado a afear al bueno de Nemesio el hecho de no utilizar para esas labores a cualquiera de los 25 conductores con que cuenta el Parque Móvil de la Diputación.
La nariz del compañero Nemesio está condenada a sufrir en adelante los rigores provocados por la impericia del chófer sustituto, seguramente un votante del PP, pero lo peor es el ejemplo que el alto tribunal castellano-manchego está dando a todo el país: para un socialista que crea puestos de trabajo, va la Justicia y lo empitona. Así es imposible salir de la crisis.