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Pablo Molina

Habrá referéndum

La única incógnita es cuánto tardarán los nacionalistas catalanes en convencer a PP y PSOE.

La única incógnita es cuánto tardarán los nacionalistas catalanes en convencer a PP y PSOE.

Por supuesto que habrá un referéndum de autodeterminación en Cataluña con todas las de la ley. La única incógnita es cuánto tardarán los nacionalistas catalanes en convencer a PP y PSOE. Pasará más o menos tiempo, pero se celebrará una consulta legal sobre la independencia de Cataluña, de eso no cabe duda.

El hartazgo que la situación de Cataluña provoca en el resto de España está llegando a unos niveles inasumibles para una sociedad que pretende mantener cierta cordura en términos generales. Pero no es esa la clave de la futura victoria de las tesis separatistas. Lo esencial es que PSOE y PP acaban siempre asumiendo el programa máximo de los separatistas, aunque el proceso les lleve su tiempo.

¿Quién podía pensar que el llamado Espíritu de Ermua iba a desembocar en un pacto de los socialistas con la ETA, más tarde asumido por el PP, para excarcelar a sus presos más sanguinarios y permitir a su franquicia política volver a las instituciones? Pues eso ha ocurrido con la mayor normalidad, solo que hubo que esperar una década y media para que los partidos integraran la estrategia y los medios la vendieran como un éxito a toda la sociedad.

En el caso del nacionalismo catalán, está aún más próxima en el tiempo la última reforma del estatuto de autonomía, que consagraba de facto la independencia de la región. El PSOE introdujo algunas enmiendas, el PP lo recurrió y el Tribunal Constitucional suprimió algunos de los muchos artículos que vulneraban la legalidad. Menos de una década después, un presidente socialista ofrece volver a ese estatuto inicial y en el PP, por su parte, estarían encantados de recuperar la legalidad estatutaria, aunque fuera disparatada, si con eso se pone fin al clima sedicioso actual.

Todo es cuestión de plazos. En esto del referéndum, también. La aceptación de los chantajes nacionalistas es un imperativo histórico de la política madrileña que ni siquiera podrán hacer fracasar dos gafes morrocotudos como el prófugo y su amigo Torra. Que alguien tranquilice a los separatistas descerebrados y sus medios afines, a ver si de una vez conseguimos que nos dejen en paz.

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