Cuando Iglesias aún soñaba con asaltar los cielos para convertirse en el ayatolá de la Moncloa y romper el candado del 78 (según explicaba a los proetarras por las tabernas de las Vascongadas), la estrategia para alcanzar ese objetivo era meridianamente clara: nada de consejerías de trámite o ministerios aburridos; denme los telediarios, que de lo demás ya me encargo yo.
Después llegó la realidad, esa fascista, y tras varios batacazos electorales, el último de ellos monumental, situó a Podemos en el espacio marginal que siempre ha correspondido al comunismo en las sociedades avanzadas. Para entonces, Iglesias ya se había instalado en Villa Tinaja, con el sano objetivo de criar a sus niños en un espacio de lujo típico de la clase media-alta, que es la que corresponde a un matrimonio que ingresa casi doscientos mil eurazos al año como hacen él y su señora gracias a los votos de la plebe.
Desde esa nueva perspectiva vital, las prioridades cambian por completo, también en el campo de la política. Eso explica que de asaltar los cielos y controlar los telediarios Iglesias haya pasado a suplicar un ministerio lúgubre, ofreciendo a Sánchez un Gobierno de coalición.
Pero después de un trompazo como el que se han pegado los podemitas en el reciente ciclo electoral no están las cosas como para imponer coaliciones ni esgrimir amenazas. Por eso el líder supremo de la cosa morada trata de tocar pelo hablando de un Gobierno de cooperación. Pero ¿qué coño es la UDEF? Nadie sabe qué es esa fórmula de gobierno, que, como todo lo que alumbra ese cerebrito adosado a una coleta, no pasa de ser otra ridiculez marca de la casa.
No, Iglesias. Ni Gobierno de cooperación ni nada de nada. Sánchez no te va a dar un ministerio para que pongas a Irene de secretaria de Estado y os luzcáis durante cuatro años haciendo demagogia con dinero público. Para eso ya están los socialistas, mucho más expertos en destrozar la economía disparando el gasto público. Confórmate con que "la gente" no se canse de ti y te haga una autocrítica como tú se la has hecho a Echeminga. Cooperante, que eres un cooperante.