El 22% de las parejas españolas interrumpe el sexo si les suena el móvil
El catorce por ciento de los usuarios de móviles en el mundo admiten que han parado un acto sexual para contestar una llamada telefónica, según un estudio de BBDO Worldwide and Proximity Worldwide. Las cifras más elevadas de interrupción del coito por este motivo se dan en España y en Alemania, donde un 22% de los usuarios interrumpieron una relación sexual para contestar sus móviles. Sin embargo, son los italianos los que menos se detuvieron al oír una llamada, tan sólo un 7%. "La gente no puede soportar perder una llamada", manifestó Christine Hannis, jefa de comunicaciones de BBDO Europa. "Todo el mundo piensa que la siguiente llamada puede ser algo realmente excitante. Y tener muchas llamadas prueba el éxito social", declaró. "Y satisface una inseguridad fundamental".
La primera sala de cine de la Antártida en una base científica
Un antiguo galpón en la base científica argentina Jubany, una de las ocho ubicadas en la isla Rey Jorge -25 de Mayo, en su denominación argentina-, se ha convertido en la primera sala de cine de la Antártida. "No es solamente un lugar cualquiera donde se pueden ver películas, es una auténtica sala de cine, con 53 butacas, con sonido cuadrafónico", señala feliz Jorge Coscia, presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) argentino, que ha gestionado el proyecto.
La aspiración es que la sala se convierta en el auténtico cine del barrio para los habitantes de las ocho bases que hay en un radio de 35 kilómetros, con los que los residentes de Jubany se intercambian visitas. "Ahora, además de asado, les vamos a ofrecer cine", destaca. La calidez del local, con sus paredes paneladas en madera, contrasta con el frío polar del exterior, y sus auténticas butacas cinematográficas son contrapunto de la agreste naturaleza y, sobre todo, del imponente glaciar que se alza frente a la base.
La aspiración es que la sala se convierta en el auténtico cine del barrio para los habitantes de las ocho bases que hay en un radio de 35 kilómetros, con los que los residentes de Jubany se intercambian visitas. "Ahora, además de asado, les vamos a ofrecer cine", destaca. La calidez del local, con sus paredes paneladas en madera, contrasta con el frío polar del exterior, y sus auténticas butacas cinematográficas son contrapunto de la agreste naturaleza y, sobre todo, del imponente glaciar que se alza frente a la base.
El hombre que se llama como su equipo de fútbol
Deportivo Independiente Medellín Giraldo Zuluaga este es el nombre que tiene Giraldo tras ir a juicio por querer llamarse como su equipo de fútbol. “Estoy muy feliz porque después de siete años he cumplido mi sueño. El DIM es el equipo que llevo con orgullo en mi alma y en mi corazón. Luché, me sacrifiqué, toqué puertas y todo el mundo me decía que estaba loco, pero al fin lo logré”, comentó el renombrado. Su problema para cambiarse el nombre se lo puso un notario que no lo quería hacer porque el equipo de futbol es una entidad privada. Pero al final los tribunales le han dado la razón. “Ahora me pueden llamar Deportivo, Independiente, Medellín o DIM”, subrayó el aficionado. Además su aficción llega tan lejos que su perro se llama Medallo Campeón. “Medallo es el nombre y campeón el apellido”.
Acusado de escandalizar en misa
El juicio contra F.G.C., un vecino de La Victoria (Córdoba), acusado de escandalizar en misas, escupir sobre la pila de agua bendita e interrumpir al cura silbando y cantando en las ceremonias religiosas, se celebrará en el Juzgado de lo Penal número dos, el día 6 de julio, después de que fuera suspendido el mes pasado. Según el informe del fiscal, los hechos de los que se acusan comenzaron desde que el inculpado empezara a frecuentar la parroquia de San Pedro de Alcántara de dicha localidad en numerosas ocasiones desde que en agosto de 2002 se hiciera cargo un nuevo sacerdote.
Aprovechando las ceremonias religiosas, F.G.C. interrumpía al cura silbando, cantando y bailando, a la vez que molestaba a los fieles, siendo varias veces expulsado del recinto, volviendo sin embargo para escupir sobre la pila de agua bendita.
Esta situación el día 8 de enero de 2004 llevó al párroco a denunciarle consiguiendo que el juzgado de Montilla dictara un auto que le prohibía aproximarse al sacerdote y a la iglesia. Pero el día 19 de ese mes el acusado volvió a irrumpir en un acto litúrgico y comenzó a bailar encima de los bancos, por lo que el sacerdote le recordó la orden judicial comenzando éste a insultarle y a perseguirlo de manera insistente días después hasta que el cura se vio obligado a solicitar la intervención de la Guardia Civil.
Por tales hechos, considerados como un delito contra la libertad de conciencia y sentimientos religiosos, el Ministerio Fiscal solicita una pena de dos años de prisión y una multa de 4.500 euros, así como la prohibición de acercarse en un radio de 300 metros a la iglesia.
El cocodrilo más grande del mundo
Más de doscientas víctimas en los últimos años y unas medidas que lo sitúan entre los cocodrilos más grandes del mundo han fraguado la leyenda de Gustave, un ejemplar que vive en el Lago Tanganyika y que ha escapado todo intento de captura. "Calculamos que tiene entre seis y siete metros y pesa más de una tonelada. Es uno de los mayores cocodrilos del mundo, si no el más grande", explicó Patrice Faye, especialista en reptiles que lleva veinte viviendo en la región de los Grandes Lagos del este de Africa.
Fue el propio Faye quien bautizó a Gustave, al que comenzó a estudiar en 1998 después de que el cocodrilo devorara a uno de los pescadores que trabajaba para él obteniendo del lago especies raras de peces para venderlas a acuarios. "Investigué durante seis meses y me di cuenta de que había un cocodrilo que atacaba a los humanos. Contabilicé 17 muertos en tres meses".
Faye descubrió un ejemplar "realmente grande" en la Reserva Nacional de Rusizi, situada al borde del lago, en la frontera entre Burundi y la República Democrática del Congo, y habitada por hipopótamos, cocodrilos y antílopes.
"Cada vez que el cocodrilo volvía al parque, paraban los ataques. Tiene que ser él, me dije", agregó Faye reconoce que no existe un recuento oficial de las víctimas, pero que todos los años desaparece gente en la rivera burundesa del Tanganyika.
Fue el propio Faye quien bautizó a Gustave, al que comenzó a estudiar en 1998 después de que el cocodrilo devorara a uno de los pescadores que trabajaba para él obteniendo del lago especies raras de peces para venderlas a acuarios. "Investigué durante seis meses y me di cuenta de que había un cocodrilo que atacaba a los humanos. Contabilicé 17 muertos en tres meses".
Faye descubrió un ejemplar "realmente grande" en la Reserva Nacional de Rusizi, situada al borde del lago, en la frontera entre Burundi y la República Democrática del Congo, y habitada por hipopótamos, cocodrilos y antílopes.
"Cada vez que el cocodrilo volvía al parque, paraban los ataques. Tiene que ser él, me dije", agregó Faye reconoce que no existe un recuento oficial de las víctimas, pero que todos los años desaparece gente en la rivera burundesa del Tanganyika.
1.000 Euros por silbar la Interncional
La sociedad de editores franceses exige al actor y realizador francés Pierre Merejkowsky y a su productora que paguen mil euros por silbar durante siete segundos en una de sus películas la Internacional. Al estreno del filme Insurrection sólo acudieron 203 personas. Por otra parte, en la actualidad la sociedad de editores franceses quiere cobrar en todo tipo de actos un canon por el uso del himno comunista.
La abuela toma cannabis
Una anciana de sesenta y seis años que ponía cannabis en los pasteles que vendía a sus amigos ha logrado escapar de la cárcel, pero ha sido castigada con una multa. Patricia Tabram, vecina de la localidad de Humshaudh, en Northumberland, se aficionó a esa droga el año pasado y comenzó a utilizarla en toda su pastelería. Sorprendida por el alivio que el cannabis suponía para sus dolores y achaques, la abuela quiso hacer partícipes de sus efectos benéficos también a sus amistades, que tienen una edad de setenta y cinco años.Sin embargo, alguien olisqueó el cannabis en el bungalow en el que vivía Tabram y la denunció a la policía, que hizo un registro en su casa y descubrieron varias plantas de esa droga. La policía encontró también varios paquetes con droga, una lista con los nombres de sus clientes y la contabilidad de las ventas y los beneficios obtenidos. De nada le sirvió a la mujer explicar que utilizaba la droga únicamente para fines médicos.
Patricia Tabram se ha convertido en algo así como una "causa célebre" para quienes hacen en el Reino Unido campaña a favor de la legalización del cannabis. Ha escrito incluso un libro titulado "La Abuela toma cannabis" y piensa presentar su candidatura al Parlamento en la lista de la llamada "Alianza para la Legalización del Cannabis". Atento a no hacer de ella una mártir, el juez David Hodson le aplicó una condena a seis meses de cárcel, que dejó, sin embargo, en suspenso durante dos años, y una multa por el equivalente de 1.095 euros.
Tras escuchar la sentencia, la abuela afirmó desafiante que seguiría consumiendo cannabis. Es mejor medicina que la que recibimos del Sistema Nacional de Salud".
