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Necrológica

Sin complejos

Si por algo destacó Breitbart fue por su capacidad para ir a por todas, sin miedo, sin avergonzarse por ser lo que era; al contrario, estaba orgulloso de ser liberal-conservador, y pensaba que eran los izquierdistas quienes debían sentirse abochornados.

Daniel Rodríguez Herrera

Cuando pensaba en un activista de derechas realmente sin complejos no me venía a la mente Luis del Pino –se siente, amigo– sino Andrew Breitbart. Cuando hace muy pocos años la internet conservadora norteamericana empezó a flaquear, y parecía que sucumbía ante el poderío de la izquierda, de los Huffington Post, DailyKos y MoveOn, apareció de la nada para convertirse de forma casi inmediata en el icono más importante para la derecha estadounidense en la red, por encima de los clásicos Instapundit, Red State o Powerline... e incluso su mentor Matt Drudge. Acaba de morir por causas naturales a la demasiado temprana edad de 43 años.

Ideológicamente, Breitbart era un conservador norteamericano bastante clásico. Defensor de un Estado pequeño, una política exterior fuerte, una moral conservadora pero sin exagerar... se definía a sí mismo como "un conservador a lo Reagan con simpatías libertarias". Se inició en esa mezcla de activismo y periodismo que puebla gran parte de la internet más centrada en política trabajando para Matt Drudge, autor de la página web más influyente de Estados Unidos a izquierdas y derechas, pese a lo cutre que es. Como responsable de buena parte del sitio web, fue en cierto modo el poder en la sombra de dicha web durante años, pese a que no estuviera bajo los focos. Más tarde se independizó, y con Breitbart.com intentó imitar sin llegar a tener el mismo éxito la irrepetible fórmula de su compinche Drudge. Hasta ayudó a montar el Huffington Post, más que nada por su amistad con su fundadora.

Fue a partir de 2008 cuando emergió como la figura clave que ha sido durante los últimos tres años al fundar BigHollywood, un blog comunitario en el que se denunciaba el sesgo izquierdista de la meca del cine y donde escribían algunos de los pocos liberal-conservadores relacionados con el séptimo arte que se han atrevido a salir del armario. Fue el comienzo de una exitosa serie de blogs que completarían BigGovernment, BigJournalism, BigPeace y Breitbart.tv.

En ellos saltarían historias que los grandes medios se negaban a llevar, destapando escándalos como el de ACORN, donde infiltró dos jóvenes activistas con cámaras ocultas actuando como si fueran una prostituta y su chulo mostrando cómo la organización izquierdista les ayudaba a eludir impuestos y no ser detectados por las autoridades pese a reconocer ser culpables de delitos como la trata de blancas, prostitución infantil o evasión fiscal. La publicación de dichos vídeos acabaría por llevar a la disolución de la asociación. También publicaría las imágenes obscenas del congresista Anthony Weiner, estrella emergente del Partido Demócrata, obligándole a dimitir.

Pero si por algo destacó Breitbart fue por su capacidad para ir a por todas, sin miedo, sin avergonzarse por ser lo que era; al contrario, estaba orgulloso de ser liberal-conservador, y pensaba que eran los izquierdistas quienes debían sentirse abochornados. Encarnaba la alegría de saber que uno lucha por una causa justa y es capaz de cambiar las cosas gracias a su labor. La derecha norteamericana le echará de menos.

Andrew Breitbart, escritor y periodista estadounidense, comentarista del Washington Times, nació en 1969 y falleció el 1 de marzo de 2012.

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