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Miguel del Pino

Perrotón, corre y adopta

La iniciativa celebra su sexta edición con el objetivo de fomentar la adopción de perros abandonados de una manera responsable.

La iniciativa celebra su sexta edición con el objetivo de fomentar la adopción de perros abandonados de una manera responsable.
Imagen de los participantes en el Perrotón. | EFE

Un año más, y van seis, Madrid es testigo de cómo corren a la vez 4.000 perros y sus respectivos amos. Es Perrotón, una feliz iniciativa de Abbot Producciones que moviliza perros, personas y sensibilidades.

La actriz Alejandra Botto es un año más alma del evento, y el lema, "Adopta con responsabilidad…él también lo haría", trata de concienciar sobre el gran problema del abandono de perros en España.

Dejando a un lado los patrocinios y los lemas, no cabe duda de que esta carrera, ya anual y tradicional en Madrid, cumple con creces sus objetivos: colaborar con la adopción de perros abandonados, pero bien entendido que de una manera responsable.

La ingente cantidad de perros que se abandonan anualmente en España no corresponde a nuestro nivel de desarrollo. Estamos ante un grave problema social que puede ser fuente de incidentes sanitarios o incluso de accidentes de tráfico y que debe herir la sensibilidad de cualquier persona decente.

Para curar una enfermedad es imprescindible hacer un diagnóstico correcto, de manera que no hay que equivocarse al tratar de buscar las causas del abandono. Digámoslo en plural, porque desde luego no se trata de una razón única.

Bajo el manto del viejo mito de que "los cachorros llegan a casa en Navidades y se abandonan al llegar las vacaciones de verano, se tapan muchas otras formas y maneras de abandonar animales de compañía, no sólo perros. Es cierto que la compra compulsiva de mascotas en Navidades o Reyes puede conducir al desastre del abandono posterior, pero ni es ésta la única, ni siquiera la principal causa del abandono.

Investigando el tema en profundidad se repara en el alto porcentaje de perros abandonados que proceden de la periferia suburbana de todas las grandes ciudades. El entorno intermedio entre pueblo y capital, es decir "ni corte ni cortijo", es zona idónea para la proliferación de camadas de perras que viven en semilibertad, sea como guardianas o simplemente como mascotas mal atendidas.

Otros perros sufren el drama del abandono al ser tratados como subproductos del mundo de los canes de utilidad, sea de la caza mal gestionada, de la vigilancia o de temas aún más desagradables, como las criminales peleas organizadas.

Pero no todos los perros que deambulan sin amos por los entornos rural o urbano han sido realmente abandonados: muchos son sencillamente perdidos, y no pueden ser recuperados por la negligencia de sus amos que no les dotaron en su momento de chip identificador: así de triste y absurdo.

El eminente etólogo canino Ken Sewell suele hacer una distinción entre aquellos perros que un día respondieron por un nombre y otros que nunca lo han tenido. En el primer grupo cabría situar a los que nacieron en semilibertad o en ambientes como un descampado o el patio de una obra y que milagrosamente salieron adelante; en el segundo los que tuvieron la felicidad de encontrar un amo y un hogar y posteriormente lo perdieron.

La adopción es siempre una excelente opción para aquellos que piensan en tener un perro y cuentan con las condiciones necesarias para ello, que no son solamente las buenas intenciones. Los perros necesitan salir a pasear tres veces al día, tienen gastos derivados de los cuidados veterinarios y de nutrición que necesitan. Todo ello debe ser correctamente evaluado y calculado.

Si tomamos la decisión conviene saber que no hay ningún inconveniente en adoptar un perro adulto; se troquelará perfectamente y cogerá a su amo tanto cariño como un cachorro, y algunos casos hasta más. Si el centro de acogida nos lo entrega ya con los certificados veterinarios y los primeros pasos de educación ya superados, la elección sólo presentará ventajas. Conviene no olvidarlo.

Hace ya años que las Leyes de casi todas las Comunidades autónomas españolas prohíben la exhibición de perros y gatos en los escaparates de las tiendas de animales: de hecho estos establecimientos van evolucionando para surtir el mercado de los alimentos, cosmética y accesorios, pero no de animales vivos. Así debe ser y poco a poco se va consiguiendo.

Se trata de evitar la compra compulsiva, que no suele tener un buen final y es una de las causas de los posteriores abandonos, pero algo parecido se podría decir de la "adopción compulsiva", que se puede producir cuando algunas protectoras escasas de medios se ven obligadas a dar salida a animales recogidos sin tomar las precauciones necesarias para asegurar que los adoptantes saben bien sus obligaciones: por eso nos parece muy acertado el lema de este Perrotón: "Adopta con responsabilidad".

La coletilla del lema de este 2017 "él también lo haría", trata de exprimir aquel gran acierto publicitario que supuso la difusión de carteles que mostraban una mastina de aspecto agotado en medio de una desierta carretera con la leyenda "él nunca lo haría". Sean bienvenidos el ingenio y la creatividad cuando acuden en ayuda de un problema que necesariamente hay que solucionar: el abandono de mascotas.

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