El volcán que está asolando una parte de la llamada "Isla Bonita", la isla de La Palma, pertenece al tipo llamado en vulcanología estromboliano. Los nombres de los prototipos de volcanes que actualmente se encuentran activos en nuestro planeta proceden generalmente de ejemplos bien conocidos y situados en cunas de nuestra civilización como los de las zonas de fractura de la Cuenca Mediterránea.
El Estromboli y el Etna son dos volcanes casi gemelos situados en el Mediterráneo y procedentes de las fracturas de las microplacas en que aquellos se abrieron se abrieron paso hasta la superficie en su ya remoto nacimiento.
Los volcanes de las Islas Canarias son en su inmensa mayoría de tipo estromboliano, lo que implica las siguientes características:
- La cámara magmática no se encuentra a demasiada profundidad y por ello la roca fundida que ha dado origen al magma es roca de tipo ácido, como corresponde al material rocoso de la corteza formado por silicatos alcalinos, con alto contenido en magnesio y aluminio.
- El magma ácido al solidificarse cuando sale al exterior del volcán es espeso y denso, lo que supone un tipo de erupción violenta que alterna momentos de profusión de explosiones con lanzamiento de bombas volcánicas, cenizas y lapilli, que son los nombres de los piroclastos, o materiales sólidos expulsados por el volcán en función de su tamaño, con otros de efusión de lava casi líquida, aunque espesa y lenta en su desplazamiento.
Parece complicado, pero encontramos una comparación muy ilustrativa en el descorche de una botella de cava: primero se desgasifica y si tuviera posos sólidos los lanzaría en forma explosiva; después viene el derrame mucho más suave del líquido contenido en la botella.
Este funcionamiento se refleja en la estructura que encontraremos en la montaña volcánica que se formará después de la erupción: las sucesivas fases, explosiva y liquida, formarán capas alternadas formadas por lava y piroclastos (fragmentos sólidos), de manera que se forma un estratovolcán o volcán formado por dos capas distintas y alternativas. Los volcanes mediterráneos, como el Etna, Vesubio, Vulcano o Estrómboli son típicamente estratificados, igual que el gigantesco Teide, también un estratovolcán de tipo estromboliano.
Evitar alarmismo excesivo
Repasada de forma elemental la génesis de los volcanes estrombolianos llega el momento de establecer conclusiones y previsiones, al tiempo que de recomendar a los medios de comunicación sobriedad para evitar alarmismo excesivo, que en el caso de Cumbre vieja no está justificado.
Cuando hablamos de que "se intensifican las explosiones" en determinados momentos de la erupción canaria conviene recordar que no estamos ante un caso de vulcanismo explosivo, sino de momentos de desgasificación alternante con otros de efusión de lava.
Afortunadamente no estamos ante una erupción con emisiones tan sólidas que se basan en masas fulminantes de piroclastos y cenizas de extrema violencia, como las del tipo llamado Pliniano en recuerdo aquella en la que el Vesubio sepultó la ciudad de Pompeya.
En confirmación de la diversidad de los daños que pueden producir las erupciones volcánicas, el nombre de Pompeya ha quedado históricamente ligado al de Herculano, también sepultada en la misma erupción; pero si Pompeya lo fue por piroclastos y cenizas, Herculano sucumbió a gigantescas coladas de barro formadas con posterioridad inmediata.
Tampoco habrá grandes explosiones si la lava finalmente entra en contacto con el mar: en este caso se solidificaría bruscamente en un proceso de desgasificación y vitrificación; efectivamente se formarían grandes nubes de vapor con componentes de gases azufrados que deberían ser mantenidas en observación permanente ya que sus efectos nocivos pasarían a depender fundamentalmente de los vientos reinantes en aquellos momentos.
Vidrio volcánico
La lava, que fluye lentamente por ser muy espesa, se transformaría en vidrio volcánico que podría llegar a formar una prolongación de la isla en forma de península; todo esto lo conocemos bien por erupciones similares en las que se ha producido contacto entre lava y agua marina.
Los vulcanólogos diferencian perfectamente este vulcanismo estromboliano del vulcanismo explosivo, como el del Krakatoa, que en agosto del año 1883 mandó al espacio las dos terceras partes de la isla, situada en el estrecho pacífico de la Sonda. En este caso lo peligroso no es que la lava llegue al mar, sino que, a través de gigantescas grietas, el mar se infiltre hasta la cámara magmática haciéndola explotar.
La posibilidad de explosión catastrófica no es previsible en el caso del vulcanismo canario, por lo que los vulcanólogos insisten en tranquilizar sobre los volcanes de Canarias. La estabilidad de la Isla de La Palma está garantizada, por muchos daños que pueda causar el flujo de lavas y piroclastos al discurrir por su superficie.
Muchos ciudadanos llenos de curiosidad comparan lo que está ocurriendo en La Palma con lo que han visto en documentales o han leído sobre los gigantescos volcanes en escudo del Pacifico, como los de las Islas Hawai. En este caso el magma procede de los llamados "puntos calientes", que son gigantescas bolsas de magma muy profundos, a veces llegan a los tres mil kilómetros, es decir hasta el mismo manto de la Tierra.
Los magmas profundos son muy básicos ya que las rocas de las profundidades están formadas por silicatos de calcio y de magnesio. El carácter básico las lleva a formar magmas muy fluidos que dan lugar a lavas casi líquidas que se desbordan suavemente por la superficie. Si desde el punto de vista didáctico comparábamos la erupción estromboliana con la apertura de una botella de cava, en este caso la erupción hawaiana sería asimilable al desbordamiento de una cazuela de leche puesta en el fuego.
Pérdidas económicas y sentimentales
Volviendo al drama de La Palma, no podemos dejar de felicitar a todos los equipos de lucha y a las autoridades locales por haber conseguido evitar que se hayan producido pérdidas de vidas humanas; también por la sensibilidad demostrada al evacuar a los animales domésticos y el ganado.
Sabemos que las pérdidas económicas y sentimentales que están sufriendo nuestros compatriotas de la Isla bonita son dolorosísimas, pero ya habrá momento para volcarnos para que allí donde no lleguen los seguros lo haga la solidaridad de todos los españoles, que en este caso no será sino una manifestación de justicia.
Y me permitiría terminar con un mensaje a los medios de comunicación que compiten por mandar a sus estrellas lo más cerca posible del volcán para que manoteen de forma febril y finjan la proximidad del peligro sin aportar a la información nada que no puedan hacer las filmaciones de los drones y de los equipos de lucha y control. Esto no debe convertirse en un espectáculo mediático, aunque no sea más que por respeto a los damnificados.
Y además: no estorben con sus vehículos y su presencia en las supuestas "zonas de peligro" ya que a las verdaderamente peligrosas nunca les hubieran dejado pasar los que luchan contra la catástrofe.