La Gaceta de los Negocios lleva hoy a portada algo que, aunque se había tratado anteriormente en el blog, no deja de ser una exclusiva en lo que a medios impresos respecta: la fecha anotada en la famosa radiografía de la mochila de Vallecas también es errónea.
En lugar de figurar la fecha del 12 de marzo de 2004 (fecha en que supuestamente fue realizada la radiografía) lo que la radiografía muestra es la fecha de 12 de abril de 2004. El responsable de esa anotación declaró posteriormente ante el juez que se trataba de una equivocación. ¿Es que hay algo donde no existan equivocaciones, meteduras de pata o contradicciones en todo el sumario del 11-M? La explicación de la equivocación resulta, en sí misma, muy curiosa. Basta con que cada uno se haga una pregunta: ¿cuántas veces a lo largo de mi vida me he equivocado al poner la fecha en un documento y he puesto la fecha del mes siguiente? Lo más habitual es equivocarse en sentido inverso y poner una fecha anterior. ¿Quiere eso decir que el funcionario está mintiendo? No necesariamente, pero no hay que descartar esa posibilidad.
Lo que hay en el fondo es un debate que ha suscitado encendidas controversias en el blog. A estas alturas, ya sabemos que esa mochila jamás estuvo en los trenes, y que fue fabricada por personas vinculadas a las FyCSE a lo largo del propio 11 de marzo. La pregunta es: esa radiografía de la mochila de Vallecas, ¿se hizo realmente el 12 de marzo? ¿O se hizo posteriormente para poder tener una explicación de por qué esa mochila no había explotado en los trenes, en vista de que las explicaciones anteriores (fallo en la programación de la hora, fallo en la programación de la fecha) no iban a resistir el análisis del juez?
En realidad, el debate en el blog ha ido más lejos: ¿por qué no tenemos ni una maldita fotografía de la mochila en la comisaría o en el Parque Azorín? ¿Por qué no tenemos ningún informe detallado, con fotografías, de fecha 12 de marzo donde se muestre el artefacto y su composición? ¿Por qué las primeras fotos de los componentes de esa mochila se difunden tres semanas después de los atentados y a través de una cadena de televisión americana? ¿Por qué esa radiografía no aparece hasta cuatro meses después y con una fecha manuscrita errónea? ¿Por qué hay tantos informes contradictorios sobre dónde se encontró esa mochila? ¿Por qué nadie es capaz de decir la hora exacta a la que esa mochila fue encontrada? ¿Por qué esa mochila no aparece en el listado de objetos catalogados en la Comisaría de Puente de Vallecas?
En definitiva, la duda que subyace es la siguiente: ¿estaba ya toda la mochila preparada en la noche del 11-M, o sólo estaban los elementos esenciales, a la espera de terminar de completarla? Poniéndonos en la piel de quienes falsificaron esa mochila, la tendencia natural sería la de retardar la aparición de los elementos de convicción (por ejemplo, el teléfono o la tarjeta) lo máximo posible, por si la aparición de una prueba en los trenes forzaba a cambiar el guión, o por si algún miembro de la Policía "se iba de la mui" y había que abortar toda la operación de intoxicación.
Pero, de todos modos, la noticia más importante es otra: la noticia es que otro medio de comunicación se sume a las investigaciones. Felicidades a nuestros colegas de la Gaceta de los Negocios por esta importante noticia. Y deseamos de todo corazón que continúen con las revelaciones.
En otro orden cosas, hoy declarará como imputado ante la juez Gallego el segundo mando policial. ¿Será Santano el próximo? Teniendo en cuenta que ya se autoinculpó en el programa de Iñaki Gabilondo, es lo más probable.
Por último, recordar a todos los lectores madrileños que esta tarde a las 18:00 tenemos una cita delante de la sede del Parlamento Europeo en Madrid (Paseo de la Castellana 46), convocados por la AVT, para protestar por la nueva cesión a ETA del Gobierno salido del 11-M: Zapatero quiere conceder a los asesinos su vieja reivindicación de que el "conflicto" se internacionalice.