Colabora


Los enigmas del 11M

Ubicuitina judicial

Editorial del programa Sin Complejos del domingo 23/12/2012

En el año 2004, los israelíes Aaron Ciechanover y Avram Hershko y el americano Irwin Rose, recibieron el Premio Nobel de Química por descubrir el papel de una modesta, pero importantísima molécula: la ubicuitina.

La ubicuitina (o ubiquitina) es una molécula que fabrican todas las células del cuerpo y que tiene una función muy curiosa: se dedica a detectar las proteínas dañadas o inútiles y a marcarlas para que sean destruidas o reparadas. Por decirlo de manera simple, esta pequeña molécula es una especie de policía celular: si encuentra una proteína dañada, la atrapa y la dirige hacia un compartimento especial de la célula, en el que la proteína es destruida y sus componentes se reciclan. De ese modo, se garantiza que las proteínas en mal estado no puedan dañar a la célula.

La ubicuitina es indispensable para que las células funcionen correctamente. Sin ella, las células corporales se llenarían de proteínas inútiles y posiblemente perniciosas. De hecho, se ha demostrado que algunas variantes del Alzheimer o el Parkinson están relacionadas con un mal funcionamiento de las ubicuitinas. Si esa molécula que tiene que vigilar a las demás proteínas empieza a comportarse de manera errónea, entonces todo el sistema de protección celular se resiente. El nombre ubicuitina proviene, precisamente, del carácter ubicuo de esta molécula: como es tan crucial su papel, se la encuentra en todas las células de todos los organismos pluricelulares.

Ningún sistema complejo está libre de errores. Se producen errores en las células del cuerpo, y los distintos tipos de enfermedades son su consecuencia directa. Se producen errores en los ordenadores, que pueden hacer que los programas fallen o la información se corrompa. Y se producen también errores en las sociedades humanas, en las que resulta imposible garantizar que todos los miembros vayan a comportarse siempre de forma civilizada y legal.

Por eso, porque los errores de funcionamiento existen, los sistemas complejos necesitan incluir mecanismos que detecten y corrijan los errores. En las células corporales, uno de esos mecanismos es la ubicuitina; en las sociedades democráticas, el medio de corregir los errores de funcionamiento es el aparato de Justicia.

Resulta imposible evitar que haya delincuentes, pero si la Justicia funciona, entonces los delincuentes son atrapados en cuanto se los detecta y cae sobre ellos todo el peso de la Ley, para evitar que puedan dañar a la sociedad.

Por eso es tan grave que se corrompa un juez o un policía: porque esa corrupción afecta al propio mecanismo destinado a corregir los malos funcionamientos del sistema.

Y aún más grave que la corrupción de un juez o un policía individuales es la intromisión del poder político en la Justicia, porque entonces todo el sistema destinado a proteger a la sociedad colapsa por completo. Si los políticos controlan la Justicia, la Justicia terminará, antes o después, por no poder perseguir a aquellos políticos que se corrompan, con lo que empiezan a aparecer "zonas de sombra" que escapan al control de la Ley. Y si la Justicia no es ubicua, si no puede extender su largo brazo a todos los aspectos de la sociedad, entonces simplemente deja de existir el estado de derecho.

Esa es la razón de que resulte tan inaceptable la intención del Ministro de Justicia, Gallardón, de perpetuar el control de los partidos sobre el poder judicial. Con ello, el Partido Popular elimina una de las escasas esperanzas de restaurar la normalidad en nuestro sistema político.

Hace mucho tiempo que la ubicuitina judicial ha dejado de funcionar en nuestro país. Desde que Alfonso Guerra decretara la muerte de Montesquieu. Determinados tipos de delincuentes campan a sus anchas sin que nadie sea capaz de poner coto a sus dañinas actuaciones. Y el sistema político está por ello enfermo, profundamente enfermo.

Y Gallardón y Rajoy han decidido prolongar esa enfermedad, renunciando a devolver al Poder Judicial la independencia perdida.

Lo más popular

  1. Sánchez mueve ficha para adjudicar 65.000 millones de fondos europeos a la desesperada
  2. El Gobierno baja impuestos a actores y al coche eléctrico mientras bombardea al resto
  3. El 'duro testimonio' de La Sexta: contrata una hipoteca variable y denuncia que ha variado
  4. Una multitud recibe a González Urrutia en Buenos Aires acompañado por Milei
  5. Milei obligará a despedir a tres empleados públicos por cada nuevo trabajador contratado por el Estado

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario