¿A qué hora se produjo esa auténtica "reunión en la cumbre" a la que hacíamos referencia en un hilo anterior, en la que participan nada menos que el Comisario General de Información, el jefe de la unidad de información anti-ETA y el jefe de los Tedax, y en la que se decide enviar a la Policía Científica el resto de cartucho "encontrado" en la furgoneta Kangoo, la famosa "muestra patrón" y una muestra de polvo de extintor?
Podemos poner hora a esa reunión con una relativa precisión, gracias a las propias declaraciones del comisario Sánchez Manzano durante el juicio del 11-M.
A las 14:00 horas, Sánchez Manzano se encuentra, junto con el Comisario General de Seguridad Ciudadana (Santiago Cuadro) en el despacho contiguo al laboratorio de los Tedax. En ese momento, la jefa del laboratorio entra a darles los resultados de los primeros análisis realizados.
"Poco después" (¿14:15?) Sánchez Manzano va a la cafetería del complejo policial y, cuando lleva allí "una media hora" (¿14:45?) recibe una llamada de la Policía Científica (es de suponer que de la Comisaría General) diciendo que ha llegado a Canillas una furgoneta para hacer una inspección. Un inspector jefe de la unidad de Tedax, que también está en la cafetería, recibe una llamada de los miembros de Policía Científica que han inspeccionado la furgoneta, los cuales le dicen que han encontrado evidencias. El inspector jefe acude al garaje de los tedax, donde está depositada la furgoneta, ve que han encontrado unos detonadores y un resto de explosivo en una bolsa de plástico azul y llama inmediatamente (¿15:00?) a Sánchez Manzano.
Éste se dirige a la sede de la Unidad Central de Tedax acompañado del Comisario General de Información (Jesús de la Morena), del jefe de la Unidad Central de Información Interior y de un Jefe de Brigada. Tardan muy poco en llegar, porque la cafetería está cerca (¿15:15?). Al llegar, les dicen que han subido los detonadores al laboratorio de los Tedax (¿no se hizo inspección ocular ni reportaje videográfico antes de extraer de la furgoneta las evidencias?). Sánchez Manzano sube con sus acompañantes al laboratorio (que está en la planta de arriba) y dice que allí ven 7 detonadores de aluminio y de cobre de fabricación nacional, unos restos de rabiza (¿qué restos de rabiza son ésos?) y un trozo de cartucho de Goma2-ECO como la que los Tedax utilizaban en sus prácticas.
Continúa diciendo el ex-jefe de los Tedax: "Estando allí el Comisario de General Información y los otros dos Comisarios de Información (¿a quién se refiere?), la jefe de laboratorio fue a buscar un… cartucho para compararlo y se comparó en ese mismo momento; por eso se llega a la compara… a la conclusión de que es Goma2, una conclusión provisional, evidentemente. Y en ese momento es cuando ya se empiezan… me parece que se recogen las muestras… se recogen las muestras del resto y del cartucho para llevarlas a Policía Científica."
Por tanto, estamos hablando de que esa reunión, a la que la jefa del laboratorio de los Tedax hace referencia en un escrito enviado al juez Gómez Bermúdez, se debió de producir entre las 15:15 y las 15:45, aproximadamente.
Y sabemos que la reunión acabó antes de las 16:00, porque a esa hora el Comisario General de Información se dirige, junto con el segundo jefe de la Comisaría General de Policía Científica, a la sede de la Policía Científica, portando la cinta coránica "encontrada" en la Kangoo, con el fin de que la traduzcan.
Todo esto nos permite extraer una conclusión muy clara: que todas las decisiones relativas al envío de la famosa muestra patrón a la Policía Científica son muy tempranas: anteriores a las 4 de la tarde del 11-M.
Dos preguntas interesantes: ¿Por qué se decidió en esa reunión enviar a la Policía Científica esas tres muestras (y sólo esas tres muestras)? ¿Y por qué no había nadie de la Policía Científica presente en esa reunión si (como el propio Sánchez Manzano se encargó de dejar claro una y otra vez durante el juicio del 11-M) era la Policía Científica la que se había encargado de inspeccionar la furgoneta?
Pero no creo en absoluto que toda la sociedad comparta ese planteamiento. Hay gente que prefiere mirar para otro lado, hay gente que defiende su derecho a discrepar, hay gente a la que le gusta intentar cambiar las cosas... Como decía el torero al hablar de Ortega y Gasset, "hay gente pa tó". Y cualquier generalización corre el peligro de ser injusta.
Y, en cualquier caso, aún cuando fuera cierto que una mayoría de la sociedad quisiera activamente pasar página con respecto al 11-M (que no lo creo en absoluto), eso no cambiaría nada. Aplicando ese "pesimismo estadístico" que parece desprenderse del artículo de Valls, ninguna causa digna de ser defendida (por ejemplo, la lucha por los derechos civiles de la minoría negra en los Estados Unidos) habría llegado nunca a triunfar, porque toda causa se enfrenta siempre, de partida, con la incomprensión, la pasividad o la abierta hostilidad sociales. Si no fuera así, si la sociedad ya estuviera de antemano convencida, ¿para qué haría falta defender causa ninguna? La sociedad sólo puede ser más justa si hay quienes (sean pocos o muchos) se atreven a denunciar la injusticia y se movilizan para acabar con ella.
¿Que hay gente que prefiere ser liebre? Sin ninguna duda. ¿Que nuestros gobernantes querrían que fuéramos todos liebres? Por supuesto. Pero, precisamente por eso, a nosotros nos corresponde entonces intentar transformar al mayor número posible de esas liebres en gatos.
Las causas justas no se defienden porque vayan a triunfar. Se defienden porque son justas.