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Peor es parir a medias y no saber de quién

Ayer estuve buscando cuál es el origen de una frase que todos hemos usado alguna vez: "Éramos pocos y parió la abuela". Por lo que pude ver, hay una variante de la frase que ya figura en el refranero del Marqués de Santillana, del siglo XV, aunque aquella versión antigua es algo menos sarcástica: "No cabemos al fuego y parió mi suegra". Se ve que, con el paso del tiempo, los españoles vamos agudizando el ingenio.

En ese refranero de hace cinco siglos figuran ya, a veces con ciertas variaciones, muchas de las frases hechas que solemos usar de forma cotidiana: "A mengua de pan, buenas son tortas"; "A otro perro con ese hueso"; "A río vuelto, ganancia de pescadores"; "Al asno muerto, ponedle la cebada al rabo"; "Allá van leyes donde quieren reyes"; "No es por el huevo, sino por el fuero"; "No es tan bravo el león como lo pintan" o "Si te vi, no me acuerdo"

No se a Vds., pero a mi me resulta llamativo ver que ciertas frases se transmiten de generación en generación a lo largo de los siglos. ¡A saber cuándo nació cada uno de los refranes citados! Los gobiernos y las instituciones pasan, pero la sabiduría popular permanece. E influye en nuestra actitud ante la vida. O la refleja, no lo se.

Muchos otros de los refranes compilados por el Marqués de Santillana no han sobrevivido al paso del tiempo. Entre ellos hay alguno curioso, como por ejemplo: "Rogamos a Dios por santos, más no por tantos", que tan bien refleja que hasta la caridad tiene sus límites. O este otro: "Peor es parir a medias y no saber de quién". No sé por qué, pero no he podido evitar acordarme de las elecciones del 21-D al leer este refrán.

Alguno de esos refranes perdidos son equivalentes a otros que los han sustituido en el habla popular. Por ejemplo, donde hace cinco siglos dirían "Si se perdieron los anillos, aquí quedaron los dedillos", hoy lo expresaríamos diciendo que "Aunque la mona se vista de seda, mona se queda". Y donde nosotros hablamos de "Aprender a palos", hace cinco siglos lo expresarían diciendo que "Quien no cree a buena madre, cree a mala madrastra". Donde hoy decimos "Las apariencias engañan", el Marqués de Santillana escribía, de forma un tanto más gráfica, "No son todos hombres los que mean en pared". Y mientras que nosotros recurrimos a los cánidos con nuestro "Perro ladrador, poco mordedor", parece que antaño preferían a los felinos para lo mismo, porque el refrán era "Gato maullador, nunca buen cazador".

Me pregunto, y supongo que algunos de Vds. lo harán también, a qué persona se le ocurriría cada frase afortunada que luego ha entrado a formar parte del refranero. Tal vez muchas de ellas fueran parte de anécdotas o chistes, de las cuales eran la conclusión, y esa conclusión luego era repetida por la gente, aplicándola a casos vagamente similares, naciendo así el refrán.

Y raro es que no haya un refrán aplicable a cada caso. Para casi todas las situaciones de la vida, o de la política, el pueblo español dispone de una frase hecha que amonesta, que advierte o que aconseja. Por ejemplo, uno contempla la mediocridad de nuestra clase dirigente, y viene que ni pintado uno de los refranes del Marqués de Santillana: "¿Quién os hizo alcalde? La falta de hombres buenos". O te fijas en el funcionamiento interno de los partidos, y puedes exclamar con el marqués: "Quien al vil sirve con devoción, vileza saca por galardón".

En fin, que no termina uno nunca de descubrir tesoros de la lengua castellana. Les dejo un último refrán de esa compilación, que incluye una palabra que no había oído en mi vida: "Sardina que el gato lleva, galduda va". Según busqué luego, galduda quiere decir masticada, tragada. Y el sentido del refrán está claro: si se lleva la sardina el gato, dala por perdida.

Como dice el refrán, "No te acostarás sin saber una cosa más".

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