La batalla se ha trasladado al campo jurídico, con movimientos en todas las alas del frente. Continúan los intentos de neutralizar a Gómez Bermúdez en la Audiencia Nacional. También continúan los intentos de obstaculizar la investigación del caso de la falsificación del informe del ácido bórico (con la presentación de un recurso por parte del abogado del estado y de la asociación próxima al PSOE que está personada en la causa), aunque en este caso también hay buenas noticias, como que se ha admitido la personación de Manos Limpias como acusación popular.
Llegan también noticias interesantes del propio caso del 11-M. Jamal Zougham ha renunciado al abogado que tenía (Mateo Seguí Parpal), por lo que se le asignó un abogado de oficio hace unas semanas. Ahora, Zougham ha decidido nombrar a otro abogado, José Luis Abascal, que es quien ha venido defendiendo a otros dos imputados (uno de ellos Basel Ghalyoun). Según lo que nos cuentan, parece que se están intentando poner algunas trabas a la hora de permitir que el nuevo abogado se haga cargo de la defensa. Seguiremos informando.
Por último, una aclaración: el siguiente paso judicial en el 11-M no es el juicio. Para llegar al juicio, todavía hay que pasar por algunos trámites. En concreto, son varias las acusaciones que han planteado que se realicen pruebas anticipadas, entre ellas algunas relativas a los explosivos. Y probablemente algunas defensas hagan lo propio cuando presenten sus conclusiones. Ahora, el tribunal debe decidir qué se hace con esas peticiones de prueba. Si se realizan las pruebas, volverían a poder las partes solicitar nuevas comparecencias de testigos, a la luz del resultado de las pruebas. Queda mucho recorrido antes de que el juicio comience.