Hablábamos ayer del tema de la manipulación de pruebas y de las infinitas manipulaciones que se produjeron durante la investigación del 11-M.
Pero, de cara a comprobar cómo la versión oficial del 11-M no es otra cosa que una inmensa operación de intoxicación, en ocasiones hay algo que resulta todavía más elocuente que las manipulaciones de pruebas constatadas. Me refiero, concretamente, a los "proyectos de manipulación", es decir, a esos intentos de manipulación que, por un motivo u otro, no llegaron a cuajar, pero que dejaron un significativo rastro en el sumario.
Las investigaciones del 11-M están llenas de "hilos cortados", que reflejan el intento de introducir determinadas "pruebas" o de dejar abiertas determinadas puertas, aunque posteriormente esos "hilos" serían abandonados y desaparecerían del sumario, para sumergirse en el más oscuro de los olvidos.
Dentro de la serie de los "hilos cortados", es decir, de las operaciones de cobertura de la versión oficial que no llegaron a cuajar, hay una especialmente curiosa, porque no se sabe muy bien, al examinarla, qué fue lo que indujo a cortar ese hilo. No se sabe muy bien si se abandonó porque alguien se lo pensó mejor, si fue porque algún torpe metió la pata o si se dejó de lado ese hilo como parte de algún pacto que los distintos sectores implicados en la investigación alcanzan a finales de abril de 2004.
Ese "hilo cortado" al que me refiero está relacionado con los teléfonos Trium.
Como ya sabe el lector, la versión oficial sostiene que las bombas de los trenes se activaron con teléfonos móviles Mitsubishi Trium MT-360 (que tenían el nombre comercial T-110). Jamás apareció ningún fragmento de esos teléfonos en los trenes, pero, como la mochila de Vallecas contenía un Trium de ese modelo, lo que nos vendieron es que las bombas del 11-M utilizaban un Trium.
Según la versión oficial, una empresa llamada Telefonía San Diego compró una partida de 200 teléfonos Trium MT-360 en octubre de 2003, vendiendo a continuación 80 de esos teléfonos a unos hindúes, propietarios de la tienda Bazar Top. A su vez, se supone que esos hindúes vendieron a los terroristas del 11-M un número indeterminado de esos Trium a primeros de marzo de 2004.
Ya hemos demostrado hasta la saciedad que toda esa historia es una completa ficción. Hemos demostrado, por ejemplo:
- que el libro de caja de los hindúes fue rehecho (probablemente para introducir las anotaciones de venta de los Trium);
- hemos demostrado (en realidad, lo hizo el propio juez Bermúdez durante el juicio del 11-M) que los únicos números de serie telefónicos que los hindúes anotaron en su libro diario son, precisamente, los de las supuestas bombas del 11-M (lo que apunta a que esa anotación fue hecha por encargo);
- hemos demostrado que no hay reflejo de la compra de esos Trium en la contabilidad de los hindúes de Bazar Top;
- hemos demostrado que hay discrepancias entre los números de serie supuestamente comprados, los supuestamente liberados y los supuestamente activados en Morata de Tajuña, ...
Lo único que nos falta por saber, en realidad, es el nombre y apellidos de quien le dijo a los hindúes que realizaran falsas anotaciones en sus libros de contabilidad.
Pero hay otro aspecto curioso relacionado con esos Trium que cae directamente dentro de la categoría de lo que denominamos "hilos cortados". Y me refiero, concretamente, al carácter obsoleto de esos móviles.
El Trium MT-360 era un teléfono que ya resultaba muy antiguo a finales de 2003. Se trata de un modelo que la empresa Mitsubishi empezó a comercializar a principios de 2002, así que resulta bastante poco comprensible que Telefonía San Diego comprara una partida de 200 de esos teléfonos en octubre de 2003. O que los hindúes adquirieran 80 de esos teléfonos a continuación. Todas las personas a las que hemos podido consultar del sector de la telefonía nos dicen
lo mismo : ese teléfono tenía muy mala salida a finales de 2003 y principios de 2004, porque estaba obsoleto.
Le estuvimos dando vueltas durante un tiempo al asunto de cómo demostrar que, en efecto, el Trium era un teléfono obsoleto. Y, en un momento determinado, se nos ocurrió que había una forma muy sencilla: examinando los datos telefónicos del propio sumario del 11-M.
El sumario del 11-M contiene miles de páginas de datos telefónicos, donde se incluyen no sólo
las llamadas realizadas , sino también los números de serie de centenares y centenares de teléfonos usados por las personas de la trama y por otras personas relacionadas con ellas.
Así que pensamos que podíamos examinar los números de serie de esos varios centenares de teléfonos y ver cuántos Trium MT-360 aparecen. Eso nos indicaría si era un móvil obsoleto o no.
Y, en efecto, comprobamos que entre todos esos teléfonos analizados en el sumario
sólo aparece un único Trium MT-360 (dejando aparte los de Morata). Es decir, sólo pudimos encontrar
una única persona , entre centenares de ellas, que hubiera utilizado un Trium MT-360 para hacer llamadas telefónicas.
Pero lo curioso es quién era esa persona y las circunstancias en las que estuvo empleando ese teléfono. Porque el individuo que estuvo usando un Trium MT-360 para realizar llamadas es...
Mohamed Bouharrat , uno de los condenados en el juicio. Concretamente, Bouharrat estuvo utilizando un Trium MT-360 con IMEI
35082235048557-2 los días
4 y 5 de abril de 2004 , es decir, los dos días siguientes a la explosión de Leganés. Nunca antes había utilizado ese Trium y nunca después volvió a utilizarlo.
Los datos telefónicos muestran que la tarjeta de Bouharrat 636658809 fue usada (supuestamente) en ese Trium durante esos dos días. El día 4 de abril se estuvo empleando entre
Fuenlabrada y
Getafe . El día 5, los datos de posicionamiento señalan que ese teléfono
estuvo en Leganés a las
10:15 de la mañana y que por la tarde hizo un viaje desde Madrid a Gandía, llegando a las 21:43. Estando allí en Gandía recibe una llamada desde una cabina telefónica de Madrid que a su vez había mantenido comunicación después del 11-M con Abderrahim Zbakh (otro de los detenidos, aunque no llegó a ser enjuiciado).
El episodio entero apesta a montaje: un señor que no ha utilizado antes ningún Trium MT-360 comienza a usar un teléfono del mismo modelo que el de las supuestas bombas del 11-M al día siguiente de la explosión de Leganés. Y además, para que quede clara la vinculación con los hechos, utiliza ese teléfono, entre otros lugares, en Leganés. ¡Qué providencial!
Como elemento incriminatorio contra Bouharrat hubiera estado curioso. Por menos que eso, a algunos los han empapelado. Sin embargo, ese teléfono jamás llegaría a aparecer físicamente (no consta como incautado en ningún registro). Ni nadie le llegaría nunca a preguntar a Bouharrat de dónde había sacado un teléfono igual al de las bombas. Ni la Fiscalía ni los informes policiales llegarían nunca a usar el dato de que Bouharrat estuvo empleando un teléfono del mismo modelo que los de las bombas.
¿Por qué jamás se llegó a tirar de ese hilo? ¿Por qué se convirtió en uno más de los infinitos "hilos cortados", renunciando los investigadores a ver dónde les llevaba esa conexión? No sabemos la respuesta a esas preguntas. Aunque sí que podemos avanzar una hipótesis de cómo se cortó aquel interesante hilo.
Porque resulta que el número de serie de ese Trium MT-360 supuestamente usado por Bouharrat para llamar por teléfono los dos días siguientes a la explosión del piso de Leganés
no figura entre la lista de 200 Trium comprados por la empresa Telefonía San Diego .
¿De dónde salió entonces ese Trium? ¿Dónde lo compró supuestamente Bouharrat, o quién se lo suministró?
Un bienpensado diría que, al no constar en esa lista de 200 terminales de Telefonía San Diego, nadie se molestó en indagar acerca del origen del
único Trium MT-360 usado para realizar llamadas telefónicas en todo el sumario del 11-M.
Pero, teniendo en cuenta que la lista de 200 Trium de Telefonía San Diego se aporta al sumario en
mayo de 2004 (es decir, después de esas fechas en que Bouharrat estuvo supuestamente usando su Trium y después incluso de la detención de Bouharrat), algún malpensado podría sostener que el hecho de que el Trium de Bouharrat no figure en esa lista de 200 teléfonos es consecuencia, y no causa, del "corte del hilo".
¿Qué fue primero? ¿La decisión de cortar el hilo o la elaboración de la lista de 200 teléfonos?