Recurre hoy Pedro Jota a Quevedo en su carta dominical para hablar de la nueva cesión del gobierno Zapatero ante ETA. Lo hace a cuenta de la huelga de hambre con jamón york de ese asesino llamado Ignacio De Juana Chaos: "Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes, ya desmoronados,...", etc. Pesimista le veo a Pedro Jota, pero al fin y al cabo todo era previsible, ¿no? La alianza PSOE-ETA se viene denunciando por activa y por pasiva desde hace meses, igual que se vienen denunciando los motivos inconfesables por los que esa alianza existe. Así pues, ¿por qué ponerse pesimista a estas alturas?

Quizá la respuesta esté en el sondeo que el propio El Mundo lleva a portada: una encuesta de Sigma 2 donde se indica que el PSOE sigue manteniendo una cómoda ventaja de 3 puntos sobre el PP en intención de voto, recuperándose incluso ligeramente con respecto al sondeo anterior, realizado antes del verano. Resulta imposible no acordarse de otra poesía que refleja mucho mejor la realidad inmutable de la vida:

"Vinieron los sarracenos
y nos molieron a palos,
que Dios ayuda a los malos
cuando son más que los buenos"

Ante ese mantenimiento de la intención de voto, la pregunta resulta obligada: ¿cómo es posible? Y la respuesta está clara para todo aquél que quiera verla. ¿Reflejan quizá esas encuestas la proporción cada vez mayor de españoles que están hasta la gorra de un gobierno que se ha aliado con los asesinos, pero también de una oposición que continúa comportándose como si estuviera aún noqueada por el 11-M?

Ante una situación nacional que se percibe como crítica, ¿piensa la oposición empezar a ejercer una crítica implacable y feroz en algún momento? ¿Piensa movilizar a sus bases? Somos muchos los que estamos dispuestos a secundar a Mariano Rajoy cuando se decida a enarbolar la bandera de la regeneración nacional, pero no se percibe que Rajoy esté dispuesto a enarbolarla. Continúa con la estrategia arriolista de nadar y guardar la ropa, como si esa estrategia tuviera la más mínima posibilidad de éxito en un pais en el que el Gobierno dispone de una arrolladora mayoría mediática. Y como si esa estrategia fuera moralmente admisible en una situación de crisis nacional. Continúan mandando el mensaje de que no saben qué hacer para ganar las siguientes elecciones. Y continúan perdiendo votos en favor de la abstención o de otras formaciones.

El caso catalán resulta ilustrativo: Ciutadans, que acaba de surgir como partido, se lleva entre el 2% y el 3% en las encuestas. Teniendo en cuenta que en Cataluña decir que votas a un partido no nacionalista significa exponerte a que te partan la cara, y que por tanto existe una cierta tendencia a ocultar ese voto en las encuestas, nos podríamos encontrar con la sorpresa de que Ciutadans superara el 1 de noviembre el listón del 5% y sacara por encima de 6 diputados. Y eso con un programa que sólo se basa en una cosa: la defensa de los derechos de los castellano-hablantes. Pero claro, es que el PP se lo está poniendo a huevo: con un Piqué diciendo que quiere pactar con CiU, que ficha a personajes como Montserrat Nebreda en lugar de fichar a alguien bregado en la lucha por los derechos lingüísticos, que dice que hay que pasar página del 11-M,... Hay mucha gente que siente desde hace mucho que un voto a Piqué no sirve, en realidad, para nada. Y que se plantea otras alternativas: la abstención o Ciutadans.

Aún suponiendo que el voto a Ciutadans fuera sólo ese 3% de las encuestas, ¿es extrapolable al resto de España esa fuga de votos? ¿Hay un 3% de potenciales electores del PP en toda España que están tan hasta el gorro de la inacción como para negar a los populares el voto? Si fuera así, resulta que ese porcentaje se corresponde, exactamente, con la ventaja que el PSOE tiene en estos momentos sobre el PP.

Desde el anterior sondeo de El Mundo, hemos asistido (como recuerda hoy ese periódico) a la aprobación del estatuto catalán, a la llegada de todo un récord de cayucos, a los escándalos del 11-M, a las vergonzosas cesiones ante ETA... y todo eso no sólo no causa mella en el PSOE, según las encuestas, sino que el PSOE aumenta la ventaja sobre el PP. Teniendo en cuenta que los españoles perciben perfectamente el desastre, ¿han pensado los genios electorales de la C/ Génova que a lo mejor hay mucha gente que está empezando a pensar que votar al PP es inútil, porque no van a saber qué hacer con el voto que se les entrega?

¿Qué más necesita usted que pase en el tema de la negociación con ETA para poner en marcha una auténtica campaña de desobediencia civil, de revolución cívica, contra un Gobierno que entrega el pais a los asesinos? ¿Qué más necesita usted que publiquemos sobre el 11-M para empezar a exigir que se aclare si el 11-M fue un golpe de estado?

Señor Rajoy, estamos en situación crítica. Y el momento de reaccionar se le está pasando. Porque el día que empiece el Gobierno a poner a asesinos en la calle, va a haber mucha gente que se va a sentir defraudada por partida doble: con el Gobierno por pactar con asesinos, y con el PP por no haberlo impedido.