Pues resulta que el 21 de abril de 2004 ya sabía el juez Del Olmo que los móviles supuestamente utilizados en las bombas del 11-M habían sido liberados en la tienda de un policía nacional, Ayman Maussili Kalaji. Así constaba en un escrito presentado ante la Audiencia ese día. Escrito que, por cierto, no está incorporado a la pieza principal del sumario, a diferencia del resto de escritos presentados por los abogados de los imputados. Supongo, claro, que no se incorporaría por un despiste de alguien.
Lo que ya me parece más difícil de explicar es que a Maussili Kalaji no se le citara a declarar hasta el 27 de mayo, más de un mes después, y que en esa declaración no se hiciera constar su condición de policía.
Vistas las cosas a fecha de hoy, resulta escandaloso el asunto. Pero, si retrocedemos en el tiempo, más que escandaloso es siniestro. ¿Qué hubiera pasado si la sociedad española, que estaba todavía presa de la conmoción en aquel abril de 2004, hubiera sabido entonces, seis semanas después del atentado, que había sido un policía quien había liberado los teléfonos supuestamente usados en las bombas? ¿Hubiera podido consolidarse la versión oficial, como se consolidó? ¿Hubiera podido mantener el juez el secreto de sumario hasta el fin de la instrucción? ¿Se hubiera celebrado la comisión de investigación del 11-M con el mismo enfoque? ¿Se habría podido sostener la patraña tanto tiempo?
En realidad, es más que dudoso que el policía Kalaji liberara ningún móvil de ninguna bomba. Igual que es más que dudoso que en la tienda de esos hindúes se comprara móvil ninguno relacionado con las bombas. Más que nada, porque es más que dudoso que en las bombas del 11-M hubiera ningún móvil; si así fuera, hubiéramos encontrado sus restos en los focos de explosión. Pero, además, es que las falsificaciones de los libros de caja de los hindúes revelan que todo aquello fue un montaje.
Con lo que la pregunta pertinente es: ¿qué participación tuvo el policía Kalaji en el montaje, que no en la liberación de ningún móvil? ¿Y por qué el juez Del Olmo no quiso hincarle el diente a ese montaje y lo dio por válido?
El escrito cuya existencia desvelamos hoy, y que comentaremos esta noche en el programa de Libertad Digital TV "11-M: El Juicio", tiene todavía mucha más importancia de la que aparenta, como tendremos oportunidad de ver pronto. Y esa fecha, 21 de abril, es más significativa de lo que podría pensarse: muchas cosas pasaron en torno a esa fecha. Aunque quizá sea necesario, para ver el significado de algunas de ellas, mirarlas desde un punto de vista distinto. Para ello, nada mejor que hacerse una pregunta: ¿para qué pueden servir unas diligencias previas?