Hoy se publican dos encuestas, en ABC y Público, que confirman el despegue del PP con respecto al PSOE. Entre 8 y 12 puntos de ventaja sacaría en estos momentos Rajoy, de creer los datos que los distintos medios de comunicación han ido poniendo sobre la mesa. En ese sentido, resulta interesante el análisis que Pedro Fernández Barbadillo publica en GEES, examinando las provincias y comunidades en las que el PP se juega la mayoría absoluta.
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Aunque viendo lo que está pasando dentro del partido que dirige Rajoy, a uno le dan ganas de preguntar para qué sirve que el PP gane las elecciones. Ayer se confirmaba la noticia de que Regina Otaola abandona la política y el País Vasco, en vista del nuevo rumbo que su partido ha tomado en esa comunidad autónoma. Nuevo rumbo que la semana pasada quedaba plasmado gráficamente en el apretón de manos entre Urkullu (ése tan español que apoyaba a Rusia en la Eurocopa porque "no juega Euskadi") y el actual líder del PP vasco.
Basagoiti se ha convertido en la cara amable de un proceso de liquidación del sector antinacionalista del PP vasco, lo cual lleva a plantearse la pregunta del millón: ¿se encargará Rajoy, una vez acceda al Gobierno, de consolidar los cambios sociales y de estructura del Estado puestos en marcha por Zapatero? Si es así, mal negocio hacemos los españoles.
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La presente crisis económica e institucional tiene la virtud - si es que esa palabra resulta adecuada - de provocar movimientos de carácter transversal en todas las organizaciones. Está pasando en el PP, con esa tensión entre el sector partidario de oficializar el cambio de régimen y el sector dispuesto a estorbar ese cambio. Está yendo a más en el PSOE, que se juega la pérdida de importantes cotas de poder en la cadena de elecciones que se avecina. Y está pasando también en numerosas organizaciones sociales.
Entrevistábamos este domingo en Sin Complejos a Oscar de Alfonso, recientemente elegido Gran Maestro de la Gran Logia de españa (GLE), la principal obediencia masónica en nuestro país, con unos 2600 miembros y 160 logias repartidas por toda España.
Aunque se tiende a ver a la Masonería como una única organización bien cohesionada, lo cierto es que existen importantes diferencias entre las distintas obediencias masónicas. Así, mientras que la GLE exige a sus miembros la creencia en un Ser Supremo, otras grandes logias tienen un carácter fuertemente anti-religioso, lo cual salta a la vista sin más que examinar, por ejemplo, los vínculos existentes entre el Gran Oriente Francés y las principales organizaciones europeas de impulso de la laicidad.
Y cada una de esas obediencias masónicas no se libra tampoco de experimentar tensiones internas, como las que vivió la propia Gran Logia de España en estos últimos años y que condujeron a la sustitución del anterior Gran Maestro, José Carretero.
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Por último, un excelente artículo de Gabriel Calzada sobre el "nuevo clima" que se respira en la comunidad científica en torno al debate sobre el cambio climático. Les recomiendo vivamente su lectura, porque lo sucedido en la última Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático es la demostración de que las batallas contra la irracionalidad se terminan, antes o después, ganando.
En este caso, alguien tendrá que hacer algún día un monumento a ese hacker desconocido que permitió - al difundir una serie de correos internos de uno de los grupos más activos de "calentólogos" - que salieran a la luz las manipulaciones anticientíficas de quienes han estado viviendo de vender catastrofismo climático.
En fin, que a veces se ganan batallas de la forma más inesperada.