Nuestro contertulio Zapallar lleva varias semanas insistiendo en la tesis de que "El Chino existió y puso las bombas de los trenes". Y achaca la incredulidad de ciertos miembros del blog para con algunas recientes declaraciones a que existe por mi parte una resistencia a reconocer que me equivoqué cuando dije que El Chino no existió y no puso las bombas de los trenes. Como esa argumentación se basa en varios errores, creo que merece la pena comentar el tema.
En primer lugar, yo no dicto lo que cada participante del blog opina. Aquí hay gente para todos los gustos, cada uno con su propia teoría: los hay que defienden la autoría etarra, los hay que sostienen que el 11-M fue un golpe de timón ejecutado desde las cloacas del estado, los hay que consideran como más probable la implicación de servicios secretos extranjeros, ... En cuestión de teorías, cada miembro del blog opina como le da la gana. Porque lo único que tienen en común la mayoría de los miembros del blog es el convencimiento de que sólo lo que está demostrado es incuestionable. Todo lo demás es susceptible de crítica. Y el mejor ejemplo de que así funcionan las cosas en este blog es, precisamente, que todo aquello que yo digo y que no está suficientemente probado, se acoge con la misma incredulidad con la que se recibe cualquier otra información no fehaciente. Por poner un caso reciente: mi opinión es que las bombas de los trenes se activaron mediante radiomando, pero como no he sido capaz de aportar argumentos lo suficientemente convincentes, resulta que la mayoría de los miembros del blog sigue opinando que se usaron temporizadores. Y está bien que así sea: si un argumento no es capaz de convencer, es que no sirve.
En segundo lugar, yo jamás he dicho que El Chino no existiera. Lo que he dicho, y lo sostengo, es que ese personaje llamado El Chino al que se pretende responsabilizar de los atentados es, muy probablemente, un remix formado con retazos de distintas personalidades. Con las pruebas existentes, y sin entrar a cuestionarlas (que también podríamos), es cierto que existió un marroquí llamado Jamal Ahmidan; es cierto que existió un marroquí apodado El Chino; es cierto que existió un marroquí que viajó a Asturias en fechas previas al 11-M; es cierto que existió un marroquí que tuvo un hijo con una española; es cierto que existió un marroquí que alquiló la casa de Morata; es cierto que en Leganés apareció un cadáver con las huellas dactilares de un argelino llamado Ahmed Ajon, que nos dicen que era un alias de un marroquí ... ¡Por supuesto que hay muchas cosas que, tomadas aisladamente, son ciertas! Pero lo que no sabemos es cuántos de esos personajes son el mismo personaje. Existen los suficientes indicios como para sostener que ese conjunto de afirmaciones aisladamente ciertas se refieren, cuando menos, a dos personas distintas.
En tercer lugar, yo sí he dicho que creo que las bombas de los trenes las pusieron profesionales con formación militar, no unos vulgares chorizos de barrio. Como también he dicho que eso no es más que una hipótesis, para sustentar la cual no tengo otra cosa que el sentido común. Y, precisamente porque ahí entramos en el terreno de las hipótesis, también he dicho que estoy dispuesto a admitir cualquier otra "verdad" que se me presente, incluida la de que las bombas las colocaron los muertos de Leganés. Pero esa "verdad" tendrá que venir avalada por pruebas, como todo lo demás. Hoy por hoy, y analizando los datos que conocemos, no existe la más mínima prueba de que ninguno de los muertos de Leganés pusiera ninguna bomba el 11-M.
Tú sostienes, Zapallar, que fueron El Chino (sea éste quien sea) y los demás muertos de Leganés los ejecutores materiales del atentado. Perfecto. Nadie de este blog tiene ningún problema con que sostengas esa hipótesis. Pero arguméntala. ¿Puedes, por ejemplo, citar un solo dato que ligue a cualquiera de los muertos de Leganés con las explosiones de los trenes? Si puedes citarlo, cítalo. Y si no puedes, plantea tu hipótesis, pero no critiques a los demás si no la aceptan como dogma de fe. Cuando uno no convence a los demás, lo más probable es que el problema no esté en los demás, sino en que los argumentos utilizados no son suficientemente convincentes. Como me pasó a mí con el tema de los radiomandos. Ante eso, lo único que se puede hacer para tratar de convencer de las bondades de una hipótesis es buscar argumentos mejores.
En cualquier caso, creo que eres consciente de que, chinos al margen, tus aportaciones son enormemente valoradas por todos los miembros del blog. Y de que a todos nos parece muy bien que defiendas las hipótesis en las que creas.
Venga, un abrazo.