Tenemos, como hemos visto en los artículos anteriores, una sentencia-pacto donde se dejan fuera del relato de los hechos a Irak y a Al Qaida y donde se absuelve a los supuestos autores intelectuales, a cambio de condenar a una serie de pelanas y confidentes y cerrar las investigaciones.
De cara a aquellas víctimas que han estado defendiendo en estos tres años la versión oficial, la sentencia les proporciona el caramelito de unos islamistas de opereta ("¿Veis como sí que había islamistas en el 11-M?"), mientras que a aquellas víctimas que han estado cuestionando las investigaciones les proporciona, gracias a la absolución de los autores intelectuales, la falsa esperanza de que se terminará condenando en el futuro a los "restantes" culpables del atentado.
Ya hemos hablado en artículos anteriores de cómo se ha engañado con esta sentencia a aquellas víctimas y a aquellos sectores de la opinión pública a quienes se vendió la idea de que el atentado era consecuencia de la Guerra de Irak. Hablemos ahora de la otra mentira con la que se intenta contentar a la otra parte de la opinión pública: hablemos del mito de la "sentencia abierta".
Cuando se intenta vender el concepto de "sentencia abierta", lo que se está diciendo es: "en este juicio se ha condenado a algunos de los culpables de la matanza pero hemos absuelto a los autores intelectuales, así que seguiremos investigando para ver quién dio las órdenes". En realidad, ese concepto está basado en una mentira: la de que los que han sido condenados eran la "mano de obra" de otras mentes criminales aún desconocidas.
¿Es verdad que los que han sido condenados actuaron como mano de obra en el atentado? De ninguna de las maneras. Para poder establecer que los ahora condenados fueron la mano de obra utilizada en el atentado, hay que dar por buena alguna de las pruebas presentadas. ¿Qué pruebas hay que relacionen a los condenados con las bombas de los trenes? ¿La mochila de Vallecas? ¿La furgoneta Kangoo? ¿Las identificaciones oculares contradictorias? En realidad, ése es el drama de la sentencia: al no haber confesiones (porque no puede haberlas), al no haber testimonios directos (porque no puede haberlos) que permitan afirmar que estos cabezas de turco fueron la mano de obra del atentado, el tribunal se ha visto obligado a conservar esa mochila y esa furgoneta y esos reconocimientos oculares (junto con la infumable "confesión" del menor apodado El Gitanillo), porque de otro modo se caía todo el edificio acusatorio.
Pero si las pruebas básicas son falsas, y lo son, entonces no hay nada que demuestre la afirmación de que los ahora condenados fueron la "mano de obra" del atentado. Eso es, sencillamente, y a falta de pruebas que demuestren lo contrario, una mentira. O, si quieren que sea más suave, es una afirmación no sustentada sobre pruebas mínimamente sólidas.
Pero, además, se trata de una mentira con trampa. Porque, al endosar a estos cabezas de turco la responsabilidad del atentado, nunca vamos a poder llegar a esas "mentes criminales" que les dieron las órdenes, por la sencilla razón de que no existen. Si Jamal Zougham no tiene, en realidad, nada que ver con los atentados, ¿cómo podría llevarnos a quienes dieron las órdenes en el 11-M? Si Fouad El Morabit es un islamista peligroso, pero no participó en el 11-M, ¿cómo podría decirnos quién lo organizó?
Esa promesa que se le hace a la mitad de la sociedad española, esa promesa de investigación a partir de la sentencia es, sencillamente, un brindis al sol. Nada se va a poder investigar a partir de los resultados de la sentencia, por la sencilla razón de que la sentencia tan sólo ha venido a condenar a quienes participaron en las cortinas de humo, no en el propio 11-M.
Pero existe, además, otro peligro oculto en la aceptación de esa sentencia falsamente salomónica. Al aceptar la mentira de que estos cabezas de turco fueron la mano de obra del atentado, y al aceptar la mentira de que detrás de ellos podemos encontrar a las mentes criminales que les dieron las órdenes, estamos extendiendo un cheque en blanco para que el 11-M se "cuadre" en el futuro de la forma que más convenga. Si se admite que una mochila de Vallecas que nunca estuvo en los trenes sirve para condenar a los cabezas de turco que actuaron como supuesta "mano de obra", nada impide que otra prueba igualmente fabricada sirva para presentarnos, en el momento oportuno, a cualquier autor intelectual convenientemente elegido.
Algunas personas tratan de hacerse la ilusión de que, si algunos de los actualmente condenados son cabezas de turco "voluntarios", podríamos tratar de tirar del hilo correspondiente para ver quién les dio la orden de participar en el paripé, y de esa forma avanzar en el conocimiento de lo que pasó el 11-M. Pero esa vía está muerta: aquellos de los condenados que han participado voluntariamente en la farsa irán siendo puestos en la calle de acuerdo con los planes establecidos. Es lo que ha pasado ahora, por ejemplo, con los hermanos Toro: una cosa es comerse temporalmente el marrón y otra muy distinta pasarse cuarenta años en la cárcel. Los hermanos Toro cumplieron ya su papel, así que desaparecen de escena. Es lo que pasará también con Trashorras, a quien el asunto de la esquizofrenia le servirá antes o después para irse a su casa. Es lo que pasará, asimismo, con los restantes confidentes condenados: el Tribunal Supremo les aliviará las condenas (como sucedió, por ejemplo, en el caso de la célula de Abu Dahdah, cuyo juicio en la Audiencia Nacional presidió también Bermúdez) y más pronto que tarde estarán en la calle, y cobrarán el precio estipulado. Los únicos que quedarán en la cárcel serán aquéllos que nunca podrán contarnos nada, por la sencilla razón de que ni participaron en el 11-M, ni participaron tampoco en la farsa montada para ocultar a los verdaderos autores.
La única vía posible para averiguar la verdad del 11-M es acudir a las pruebas directas o tirar del hilo de quienes crearon las pruebas falsas. Hablaremos de ello en próximos artículos.
P.D: La AVT necesita voluntarios para organizar la manifestación del próximo día 24, así como aportaciones económicas para sufragar los gastos correspondientes. Podreis encontrar más información a partir de mañana en http://www.avt.org.