Resulta curiosa la cantidad de cosas que podemos deducir sin más que analizar las agendas de campaña de los dos candidatos principales a las elecciones del 9-M. Los actos programados por Rajoy y Zapatero para los días de campaña son los siguientes:
MARIANO RAJOY
21 Feb: Cadiz
22 Feb: Córdoba y Ciudad Real
23 Feb: Málaga
24 Feb: Burgos
25 Feb: Madrid
26 Feb: Bilbao
27 Feb: Tenerife y Las Palmas
28 Feb: Alicante y Murcia
29 Feb: Vitoria y Pamplona
1 Mar: Zaragoza
2 Mar: León
3 Mar: Madrid
4 Mar: Orense y Vigo
5 Mar: Gerona y Barcelona
6 Mar: Teruel y Valencia
7 Mar: Sevilla y Madrid
JOSE LUIS RODRIGUEZ ZAPATERO
21 Feb: Madrid
22 Feb: León
23 Feb: Valencia
24 Feb: Sevilla
26 Feb: Palma de Mallorca
27 Feb: Bilbao
28 Feb: La Coruña
29 Feb: Murcia
1 Mar: Las Palmas y Tenerife
2 Mar: Zaragoza
4 Mar: Alcázar de San Juan
5 Mar: Badajoz
6 Mar: Barcelona
7 Mar: Madrid
En primer lugar, a la vista del planteamiento de la campaña, resulta obvio que ambos partidos dan por descontada una mejora de los resultados del PP y un empeoramiento de los del PSOE con respecto a las elecciones de 2004. Si el PSOE tuviera esperanzas de mejorar los resultados de 2004, entonces plantearía batalla en provincias como Castellón, Cuenca, Guadalajara o Valladolid, donde en marzo de 2004 se quedó a las puertas de arrebatar al PP sendos escaños.
La duda es, por tanto, cuánto subirá el PP y cuánto bajará el PSOE. Pero que esa subida de uno y esa bajada del otro se producirán, es algo que se da por sabido.
Viendo los lugares a los que Zapatero ha renunciado a ir, podemos deducir, además, dos cosas:
Analizando la agenda de campaña de Rajoy, podemos confirmar esas impresiones: Rajoy va a acudir a casi todos los lugares donde hay escaños en juego en caso de subida del PP (salvo por ejemplo Lérida, cuyo escaño se da por ya ganado). ¿Qué límite es el que se han marcado los populares? Pues, teniendo en cuenta que se ha renunciado a dar la batalla en lugares (como Huesca o Asturias) donde para ganar un escaño haría falta que el PP superara al PSOE en al menos 4 puntos, cabe deducir que el PP se ha marcado como objetivo de campaña obtener una ventaja máxima de 3 puntos sobre el PSOE, que equivaldría a unos 20 escaños de diferencia (167 a 47).
Ambos partidos van también, a lo que se ve, a dar la batalla por los votos de Coalición Canaria, teniendo en cuenta que tanto Zapatero como Rajoy dedicarán un día a las islas. Después del 9-M podríamos encontrarnos con una Coalición Canaria que hubiera sufrido una importante bajada, debido a la concentración del voto útil en los dos partidos mayoritarios.
En resumen, las agendas de campaña indican un PSOE con una estrategia claramente defensiva, que intenta por todos los medios no perder en votos frente al PP y apela por ello al voto útil y a la movilización de los abstencionistas; y un PP que se ha propuesto vencer claramente en escaños, pero que no parece ver como factible una victoria por mayoría absoluta.
Un último apunte: Zapatero no tiene programado ningún mitin los días que se celebrarán los debates con Rajoy, mientras que Rajoy sí que intervendrá en sendos mítines en Madrid.