Aquí no sólo hablan los expertos o los doctores, aunque también, sino sobre todo los enfermos. Son testimonios de personas que sufren la enfermedad y la exponen en primera persona. Nos enteramos así, con un auténtico escalofrío, de problemas que ni siquiera teníamos como fallos mentales, como la tricotilomanía o la ciberadicción, es decir, el atractivo fatal por las nuevas tecnologías. Sin embargo, son los viejos demonios los que nos plantean los mayores enigmas: ¿qué piensa un esquizofrénico?, ¿cuándo la depresión es una enfermedad mental?, ¿se puede ser adicto al sexo o al amor sin saberlo?
Este libro desvela los grandes secretos con palabras sencillas. En sus páginas se aprende lo que es la ludopatía como desde la mente del jugador de Dostoievski, y el trastorno bipolar como si te lo contara alguien de tu entorno o, en todo caso, alguien que lo sufre.
Miles de personas están enfermas, mentalmente enfermas, pero muchas de ellas no lo reconocen. Es entonces cuando se mira al fondo del abismo y no se sale de las tinieblas. En el mundo contemporáneo necesitamos cada vez más escuchar una voz amiga o leer libros como éste, que da cuenta sin ambigüedades de problemas graves a los que mucha gente se enfrenta sin idea ni ayuda alguna. ¿Es el esquizofrénico una persona peligrosa? ¿En qué consiste el Síndrome de Diógenes? Vemos en la televisión o leemos en la prensa casos extremos en los que intervienen enfermos mentales, pero si no nos asomamos a Mi mente es mi enemigo no seremos capaces de entender lo que está pasando.
El trabajo de Ruipérez y Lobo esta avalado por nuestro psiquiatra más internacional, el doctor Luis Rojas Marcos, que en el prólogo resalta la importancia y claridad de este trabajo. Más allá de la ciencia del especialista está la experiencia del lector que va descubriendo al borderline, al hiperactivo, al que padece un trastorno obsesivo-compulsivo. Los periodistas han recogido las impresiones de los que sufren y las han transformado en un relato ágil que se lee con la intriga que suscitan los grandes misterios, con la curiosidad que subyace en la preocupación humana por el entorno... y con ganas de descartar cualquier parecido entre nuestras manías o costumbres y las aquí consignadas.
Es un libro bien escrito, que no pierde la senda de lo científico y, a la vez, sabe trasladar el saber al lego con las mejores técnicas periodísticas.
¿Por qué alguien es capaz de lavarse las manos tantas veces que llega a hacerse sangre? ¿Quién sufre ataques de pánico? ¿Por qué se cae en un trastorno de la conducta alimenticia? Leyendo Mi mente es mi enemigo nos damos cuenta de que las enfermedades mentales pueden tener varios grados, y que pueden ser algo transitorio. En la actualidad, muchas de estas turbulencias mentales, que provocan angustia o miedo, pueden ser superadas con el tratamiento y la medicación adecuados.
¿Por qué alguien es capaz de lavarse las manos tantas veces que llega a hacerse sangre? ¿Quién sufre ataques de pánico? ¿Por qué se cae en un trastorno de la conducta alimenticia? Leyendo Mi mente es mi enemigo nos damos cuenta de que las enfermedades mentales pueden tener varios grados, y que pueden ser algo transitorio. En la actualidad, muchas de estas turbulencias mentales, que provocan angustia o miedo, pueden ser superadas con el tratamiento y la medicación adecuados.
Hay dolor en este libro, pero también, y en igual medida, esperanza. Es otra característica que merece ser destacada en este riguroso trabajo de unos periodistas que se mueven en terrenos especialmente resbaladizos, en los cuales resulta fácil perder pie, dejarse arrastrar por la espectacularidad de la delgadez extrema de las anoréxicas o por la riada de falsedades de un mentiroso compulsivo.
Habla aquí el esquizofrénico, aquejado de la más enigmática de las enfermedades mentales; habla el adicto al gimnasio, víctima de la vigorexia; el que teme a los espacios abiertos (agorafóbico), el que teme al ser humano, tantas veces no sin razón. Sus palabras nos trasladan a un mundo en el que el extraño eres tú. No hay una sola página de este libro que no sea interesante, incluso podría decirse que imprescindible.
El que ha perdido el oremus, el transido por la alferecía, el ido, el loco que nos hace temblar, a la luz de la ciencia es enfermo que precisa atención, como nos recuerda esta obra que tiene el poder de convicción de los buenos reportajes. Hay que superar esa idea tan extendida de que el depresivo no hace lo necesario para salir de la abulia; se trata de un enfermo grave que necesita atención, y de ninguna manera un vago que ha decidido salirse del mundo de la competitividad y la exigencia. Se trata de una persona que puede recuperarse con el tratamiento adecuado.
Lo que han hecho los autores de Mi mente es mi enemigo es poner al alcance de todos lo que se sabe de las enfermedades mentales más frecuentes, ese azote que maltrata a esta sociedad soberbia y engreída. Y lo han hecho desde la humildad y la claridad, con una vara de medir netamente humana que despeja dudas y supone una gran ayuda para entender lo que está pasando y distinguir a los enfermos de los endemoniados.
Algo que queda muy claro al llegar a la última página es que lo que hemos leído nos puede pasar a nosotros mismos. Tal vez ya nos está pasando.
DAVID RUIPÉREZ Y LORENA L. LOBO: MI MENTE ES MI ENEMIGO. Edaf (Madrid), 2008, 360 páginas.
DAVID RUIPÉREZ Y LORENA L. LOBO: MI MENTE ES MI ENEMIGO. Edaf (Madrid), 2008, 360 páginas.
FRANCISCO PÉREZ ABELLÁN, presentador del programa de LIBERTAD DIGITAL TV CASO ABIERTO.