Y eso es lo primero que uno descubre al navegar por las páginas de este apasionante libro: algunos hombres y mujeres son capaces de superar las condiciones vitales más terribles, los naufragios más espantosos, las enfermedades más devastadoras, los accidentes más graves… y vivir para contarlo.
El autor, médico curtido en expediciones, aventuras y deportes de riesgo, ha aunado en esta obra dos géneros que suelen ser la delicia de los aficionados a la divulgación: la crónica de aventuras y la literatura médica. Con estos dos mimbres, recoge docenas de historias reales, de casos particulares en los que el afán por sobrevivir de sus protagonistas ha alcanzado resultados épicos.
El libro está organizado por temas. De ese modo, asistimos a la narración de los sinsabores que a uno le pueden aguardar en una expedición por la selva, o a los peligros del montañismo; a la dureza de un maratón en el desierto, a las técnicas de supervivencia en caso de naufragio…
No se trata de una disección clínica, no. Kamler ha logrado hilvanar una narración literaria de increíble intensidad sobre la que desgrana los ejemplos médicos que atesora su experiencia: ¿es posible sobrevivir bebiendo sangre de los peces? ¿Cómo se puede superar el azote de la malaria? ¿Qué efectos tiene el mal de altura en el Himalaya? ¿A qué temperatura máxima puede llegar a trabajar el cuerpo humano?…
La lectura nos arroja montones de datos con que saciar la curiosidad morbosa que todos tenemos sobre nuestras limitaciones físicas. Pero, más allá de eso, el libro nos muestra una imagen fisiológica y psicológica de nosotros mismos que nos era desconocida.
Todas las historias contadas son reales, pero ¿será excepcionales? ¿Son sus protagonistas superhombres que cuentan con una dotación natural extra para la superación de las dificultades, o cualquiera de nosotros podría desarrollar habilidades y resistencias insospechadas si el destino nos sitúa algún día "al límite"?
El cuerpo y la mente son dos grandes desconocidos para la mayoría de sus usuarios. La lectura de libros como éste nos enseña que los límites de nuestra capacidad están todavía por definir. Pero, como dice el proverbio, "que Dios no nos dé todo lo que podamos aguantar".
A los protagonistas de este libro se lo dio… y aguantaron.