UN TESTIMONIO ESCALOFRIANTE
Lavandera, a tumba abierta
El nombre de Francisco Javier Lavandera saltó a la palestra a consecuencia de una cinta magnetofónica. A finales de 2004 el periódico El Mundo publicó que había aparecido en el cuartel de la Guardia Civil de Cancienes una cinta que recogía una conversación, bastante anterior al 11-M, en la que Lavandera desvelaba numerosos detalles sobre la trama asturiana a un agente del servicio de información de la Benemérita.