UN AMERICANO EN PARÍS
¿Quién quiere ser como Sarko?
Yo no –¡ni lo quiera Dios!, que dijo la Faraona cuando le preguntaron allá en los USA si hablaba inglés–, pero igual sí algún baranda o aspirante a serlo del Partido que da Pena. Ese hipotético pepero haría bien en leer –a escondidas de los búlgaros, por la cuenta que le trae– Un americano en París, de Jean-Marie Colombani.