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BAYLY(S)

Ni canalla ni sentimental

En El canalla sentimental Jaime Bayly recoge algunos retales de su vida que podrían constituir una autobiografía, en el caso de que fuéramos capaces de desentrañar lo ficticio de lo que no lo es. Bayly retuerce hasta lo insospechado anécdotas casi siempre desternillantes, que el lector tomará por inventadas pero de autenticidad más que probable.

En El canalla sentimental Jaime Bayly recoge algunos retales de su vida que podrían constituir una autobiografía, en el caso de que fuéramos capaces de desentrañar lo ficticio de lo que no lo es. Bayly retuerce hasta lo insospechado anécdotas casi siempre desternillantes, que el lector tomará por inventadas pero de autenticidad más que probable.
Un juego que hay que aceptar, dejarse llevar por él, si se quiere transitar el universo alternativo que nos regala el autor, donde las experiencias se exageran o minimizan sin ánimo de engañar al personal. Y es que llega un punto en el que recuerdos, sueños, frustraciones y aspiraciones se difuminan en una extraña maraña en la que resulta imposible saber cuánto hay de cierto y cuánto de incierto.
 
Estos pequeños fragmentos, que en las primeras páginas parecen inconexos y desalentarán a más de uno, narran en primera persona las experiencias de un escritor llamado, casualmente, Jaime Baylys, de origen, casualmente, peruano y que, casualmente, tiene un programa de televisión. Esta confusión, que también se da en la realidad –muchos de los admiradores de Bayly le envían mensajes y piden autógrafos dirigiéndose a él como Sr. Baylys–, no es más que la excusa de un enredo inicial buscado por el autor.
 
La realidad supera a la ficción, y Jaime Bayly es un personaje asombroso y poliédrico que sorprende tanto en cada afirmación que lanza al público desde su programa de televisión, en Mega TV, como en cada línea que ha escrito desde que inició su carrera como novelista. Su actitud ante la vida no puede separase de sus libros, programas televisivos y artículos periodísticos, en los que es incapaz de permanecer callado ante la injusticia e impasible ante las tiranías que corroen Iberoamérica. Es un ejemplo vivo que pone en evidencia a los intelectuales serviles que disfrutan de vacaciones pagadas por el régimen castrista: él, en cambio, no tiene inconveniente alguno en morder la mano que le da de comer, sean cuales sean las consecuencias.
 
Jaime Bayly.Bayly saltó a la fama, como escritor y como agitador, en 1994, a raíz de la publicación de su primera novela: No se lo digas a nadie, que fue llevada al cine cuatro años más tarde. En aquellas páginas ya estaban los asuntos que ha ido frecuentando en toda su trayectoria literaria, y que le han hecho enemistarse con su familia, la sociedad limeña y el mundo en general. Su prosa y su ingenio se han ensañado con la vida íntima y las debilidades que la inmensa mayoría trata de esconder: Bayly, en cambio, prefiere el exhibicionismo, que algunos considerarán impropio e incluso indecente. Pero su maestría consiste, precisamente, en convertir en natural lo que no lo es. Lo que en otros resultaría zafio, sórdido y de mal gusto, en él resulta sincero, limpio y casi entrañable. Los devaneos con las drogas, su bisexualidad y las relaciones familiares son la constante de su obra.
 
Desde la primera letra hasta el último punto, El canalla sentimental es una enmienda a la totalidad de... su título. No es canallesca la actitud del presentador Baylys, incapaz de resistirse a una caricia íntima o a un beso robado, a un hombre o a una mujer hermosos, pero que no por ello deja de amar, sincera y totalmente, tanto a su mujer y madre de sus hijas como a Martín, su amigo especial. Algo que ni uno ni otro llegan a comprender y que provoca no pocos quebraderos de cabeza a todo el mundo. Y, por otro lado, no lo encontramos muy sentimental cuando se enfunda prenda tras prenda para protegerse de su friolerismo patológico, que sufre incluso en el húmedo y caluroso Miami.
 
Es en esos pequeños detalles e historias inverosímiles donde Bayly cautiva al lector y le arranca sonrisas, cuando no carcajadas a mandíbula batiente.
 
Que no haya demasiado sentimentalismo y sí procacidad no impide que El canalla sentimental pueda servir para que quienes han padecido las diabluras, más que canalladas, de Jaime Bayly se reconcilien con él. No desaprovechen la ocasión.
 
 
JAIME BAYLY: EL CANALLA SENTIMENTAL. Planeta (Barcelona), 2008, 410 páginas.
 
Pinche aquí para ver la entrevista que hizo FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS a JAIME BAYLY en LHDF.
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