
– Chronic City, de Jonathan Lethem.
Se trata de la octava novela de Lethem, y transcurre en un Manhattan con un universo paralelo y tintes futuristas. Un tigre deambula por la ciudad, y una nube gris y tóxica envuelve la zona financiera, tal vez a modo de castigo bíblico por los excesos cometidos. En este mundo a lo Mad Max, sólo los efectos de una potente marihuana adormecen la angustia del personal.
– A gate at the stairs, de Loorrie Moore.
Moore se dio a conocer por sus magníficos relatos, y tras un paréntesis de diez años incursiona en la novela con la historia de una estudiante universitaria en busca de emociones fuertes. Como era de esperar, a la protagonista le ocurre de todo, incluyendo un romance con un tipo enigmático que le cambiará la vida.
– A short history of women, de Kate Walbert.
El NYT califica esta novela de exquisita. La historia se desarrolla en Londres y sigue la trayectoria de un grupo de mujeres sufragistas y sus descendientes. Desde una perspectiva feminista,Walbert no olvida el papel de los hombres en las vidas de unas militantes que lucharon por ser escuchadas y en contra de un silencio impuesto.
En el apartado de no ficción, el NYT destaca cinco libros:
– Raymond Carver. A writer's life, de Carol Sklenicka.
La autora tardó diez años en recopilar y ordenar el rompecabezas de la vida de uno de los escritores más importantes de la literatura contemporánea en lengua inglesa. Sklenicka detalla minuciosamente el alcoholismo y los demonios interiores que persiguieron a Carver hasta el final y minaron la vida de quienes estuvieron cerca de él. También explica la tortuosa relación del autor con su editor, Gordon Lish, quien influyó, y no siempre de manera positiva, en su obra.
– Lit. A Memoir, de Mary Karr.
Se trata de la tercera entrega de unas memorias en las que la autora mezcla sabiamente el humor y las emociones a flor de piel a la hora de evocar un pasado marcado por una familia conflictiva y sus inicios literarios. Karr también relata su fracaso matrimonial y una maternidad marcada por su adicción al alcohol. Al final, nuestra protagonista logra salir del abismo y triunfa con unas memorias que han cautivado a los críticos.
– The age of wonder, de Richard Holmes.
Para los amantes de los libros de divulgación, Holmes vuelve la mirada 200 años atrás, cuando una serie de científicos revolucionó el ámbito de las ciencias. En esa aventura de la curiosidad intelectual los acompañaron genios como Coleridge y Keats, fascinados, a su vez, por la Era de la Razón.
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– Changing my mind, de Zadie Smith.
La famosa autora de Dientes blancos despliega aquí una serie de ensayos de temas muy variados: desde Kafka a los recuerdos de su padre, pasando por George Clooney y algunas películas memorables de Hollywood. Tal vez el mejor escrito de esta colección es el relacionado con el proceso creativo a la hora de escribir una novela. Smith, armada de una prosa a la vez precisa y poética, nos hace sentir los chorros de sangre, sudor y lágrimas que el novelista destila en cada página de una obra en desarrollo.
– Cheever: a life, de Blake Bailey.
Si no tienen suficiente con la tormentosa existencia de Raymond Carver, siempre pueden recurrir a otra jugosa biografía, la del maestro John Cheever, otro ser atormentado por el alcohol y su homosexualidad reprimida, que no obstante no le impidieron escribir inolvidables cuentos en torno al angst subyacente a la falsa armonía de los habitantes de los suburbios.
– Manhood for amateurs, de Michael Chabon.
Para los seguidores de uno de los escritores más prometedores de la actual literatura estadounidense, Chabon habla de las alegrías y sinsabores de lo que implica ser hijo, padre y esposo en una colección de ensayos que no está exenta de la fina ironía que caracteriza su obra.
– Wolf Hall, de Hillary Mantel.
Para el semanario, se trata de la obra más sobresaliente del 2009. Cuando Enrique VIII decide deshacerse de Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena, requiere de los servicios de un personaje endurecido como Cromwell. Sin un ápice de romanticismo, Mantel retrata la época y sus intrigas políticas.
– The financial lives of the poets, de Jess Walter.
En un año nefasto para Wall Street, Matt pierde su empleo como periodista especializado en economía, está a punto de ir a la quiebra y su esposa inicia un romance con otro hombre por medio de Facebook. ¿Cómo enfrentarse a esta crisis profesional y existencial? Muy simple: vendiendo marihuana en los barrios residenciales. Time compara el humor incisivo de Walter con el estilo de Woodehouse.
– Jeff in Venice, death in Varanasi, de Geoff Dyer.
Según Time, se trata de la mejor novela de Dyer. Una mezcla de ficción con diario de viajes, en la que no faltan el elemento romántico y una gran dosis de sátira para aderezar las dudas existenciales de un turista accidental y accidentado.
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No quisiera concluir esta relación de lo mejor del 2009 sin mencionar que estas Navidades Amazon vendió más kindles que libros impresos. Y es que, por mucha resistencia que opongan los más puristas, la revolución del libro electrónico es un hecho imparable, por su bajo costo y su adaptación a un mundo cambiante y cada vez más digital. He de confesar que fue uno de los regalos que me trajo Papá Noel, y mis hijas me están enseñando a usarlo. Por lo pronto, ya he bajado Jeff in Venice, death in Varanasi por el módico precio de 10 dólares. Ha sido mi primer reto del 2010.