Ayn Rand, de la que nos hemos hecho eco en estas páginas por sus apasionadas y apasionantes obras, como El Manantial, La rebelión de Atlas o La virtud del egoísmo, entonó un memorable canto al hombre en un libro verdaderamente arrebatador. Anthem (Himno), publicado en 1938 en inglés y ocho años más tarde en español –bajo el título de Vivir–, es la historia de Igualdad 7-2521, un hombre sin nombre atrapado en una sociedad donde no existe la palabra yo, donde "todos los hombres son uno y no hay ningún deseo, salvo el deseo de todos los hombres unidos".
En la sociedad a la que pertenece (nunca mejor dicho) Igualdad 7-2521 se asigna a cada cual el trabajo que desempeñará durante toda la vida, y están prohibidos tanto la amistad (pues está fundada en una discriminación tenida por intolerable) como el amor (sólo se permite la procreación, y sólo cuando lo demande la propia sociedad). "Cada hombre tiene una mujer asignada por el Consejo de Eugenesia", nos cuenta Igualdad 7-2521 (e irremediablemente pensamos en la utopía de Platón). "Las mujeres no ven nunca a sus hijos, y los niños no conocen a sus padres".
Un día, Igualdad 7-2521 encuentra restos de una civilización pasada, en la que la tecnología y la cultura ensalzaban el genio individual. Cuando decide contar a sus semejantes que ha descubierto algo deslumbrante: la luz eléctrica, se ve sometido a persecución y vejación por poner en cuestión la utilidad de la vela, el invento consensuado por el colectivo.
A partir de ese momento, Igualdad 7-2521 tratará de huir de esa sociedad donde se castiga la diferencia y se estrangula el intelecto. En su huida le acompañará una mujer a la que ama desde que la vio por vez primera. Juntos darán inicio a una nueva vida: se ponen nombres a sí mismos y deciden luchar por su independencia, y ayudar a otros a alcanzarla.
Himno contiene un discurso en el que Rand se muestra como la pensadora individualista por excelencia; en él se afirma que "la palabra Nosotros no debe ser pronunciada, salvo por propia elección y en una segunda instancia", y que todo hombre es su propio fin, "no el medio para algún fin que otros quieran lograr, no el vendaje de sus heridas". "No le pido a nadie que viva para mí, ni yo vivo para nadie", se dice también. Es éste un lema controvertido que Rand consagró, años más tarde, en su obra maestra, La rebelión de Atlas.
En un final apoteósico, de excitante exaltación de todo lo que durante generaciones nos han enseñado a odiar injustamente, el protagonista de Himno dice ver la cara del dios que los hombres han buscado desde el comienzo de su existencia, el dios que les garantizará la felicidad, la paz y el orgullo; "esta única palabra: Yo".
A modo de anécdota, podemos comentar que Himno parece haber inspirado la película La isla, protagonizada por Ewan McGregor y Scarlett Johansson, si bien hay algunas diferencias entre ambas obras. En La isla, Lincoln Eco-Seis (Ewan McGregor) se cuestiona las restricciones que en casi todos los órdenes le impone la sociedad. Su curiosidad es tal que descubre que todo lo que le habían contado era mentira, y que todos los miembros de la sociedad no son sino meras cobayas, a raíz de lo cual decide escapar con Jordan (Scarlett Johansson) y, en último término, liberar a sus "compañeros de celda".
Himno no ha sido llevada a la gran pantalla, si bien existe un proyecto... que no sabemos cuándo verá la luz. Sea como fuere, no espere a ver qué decide Hollywood para disfrutar de una historia que eleva el espíritu y contiene un ideario verdaderamente revolucionario.
Además, en esta nueva edición se ha incluido la versión original y las correcciones manuscritas que introdujo Rand.
Si alguna vez ha creído que tiene derecho a buscar la felicidad, éste es, sin duda, su libro.