Querido Pablo:
He de confesarte que esta apasionante profesión nuestra comienza a exasperarme. Como siempre te digo, todo va demasiado deprisa, casi sin tiempo de asimilarlo, mientras los argumentarios políticos se hacen viejos, como flor de un día, sobre los cansinos asuntos del momento: corrupción y crisis. La metapolítica y el metaperiodismo ya no sirven en un escenario en el que todo parece moverse salvo el PP y el PSOE.
Sólo se rompe la baraja en las sobremesas de los encuentros discretos y aislados del atrezzo de la política. Esta semana tuve la ocasión de tratar estos asuntos con uno de los pocos políticos socialistas que tiene en la actualidad el partido y, habida cuenta de que son sólo siete alcaldes y un par de presidentes autonómicos, no te daré más señas para no descubrir quién es quién.
Lo que me reconoció es que, ante un cambio de régimen inminente en la sociedad española, en el que las torres comienzan ya a caer una a una, Rajoy y Rubalcaba parecen tener un pacto tácito de no agresión. "Yo no le pediré su dimisión. No me interesa", le dijo el presidente al líder de la oposición en el Debate del estado de la Nación. Y lo que añadía este dirigente del PSOE es que a Rajoy "le interesa Rubalcaba" no sólo por la debilidad del PSOE "sino porque su relevo inminente envejecería a Mariano y provocaría su debilidad". Daría la sensación así de que "todo se mueve salvo el PP", pero sí el PSOE.
Si Rubalcaba no da el paso no es, obviamente, por ayudar a Mariano. Pero al líder del PSOE "no le interesa hacerlo ahora sino en el momento oportuno" cuando todo esté "bien atado". Y, teniendo en cuenta esta celeridad de los acontecimientos, será "mucho más pronto que tarde" En la sombra, los mayores defensores se transforman en críticos con un PSOE incapaz de romper el statu quo de las relaciones Gobierno/oposición en aras de impedir que su partido avance hacia la "marginalidad más profunda". Véase como ejemplo las derrotas gallegas, catalanas, vascas y andaluzas, dónde formaciones nuevas han llegado a arañar hasta un 60% del voto socialista.
Hay quien evoca incluso el ‘espíritu de Almunia’ quien, tras su sonora derrota (14 escaños más que Rubalcaba) "desoyó los consejos de todos el partido que le pedían que se quedara. Él tomó la decisión y se fue. Y eso tenía que haber hecho Rubalcaba" en lugar de presentarse al 38 Congreso en donde logro la secretaría general del PSOE. Ahí se enmarcan todos los males que sufre ahora mismo un partido "desnortado" incapaz de lidiar con el PSC de Pere Navarro; el PSdGa de Pachi Vázquez; los envites de Carmen Chacón; o la última fanfarronada del PSOE en Ponferrada.
Y un síntoma del desnortamiento del PSOE es que siempre llega tarde. A última hora de la tarde del viernes Rubalcaba ordenaba "URGENTEMENTE" rectificar la moción de censura en el ayuntamiento de Ponferrada en el que un socialista se hacía con el sillón del consistorio gracias al apoyo de Ismael Álvarez, condenado por acoso sexual y reprobado por ello por el PSOE. Rubalcaba esperó hasta última hora del Día de la Mujer Trabajadora para actuar; para "ordenarle que renuncie" porque no le habían gustado las formas y que "sólo una vez que Ismael Álvarez haya presentado su dimisión se pueda volver a retomar la elección de alcalde". Eso sí, todo después de que el secretario de organización Óscar López mandara un comunicado – a ver si te crees que sólo los tuyos huyen de la prensa- para afirmar que "desde hoy hay un acosador menos en política" porque Ismael Álvarez había anunciado que dimitiría tras apoyar la moción.
Pero la pregunta ahora es si el nuevo alcalde del PSOE seguirá la orden del ‘presunto líder del PSOE’ o si hará lo mismo que Pere Navarro, Pachi Vázquez, Los 14 diputados del PSC y Carmen Chacón. Porque gana fuerza la consigna de que "es un valor en alza enfrentarse a Rubalcaba". Y porque ante el inmovilismo de una dirección enrocada en ‘primarias en 2014’, cada vez más sublevados aprenden que "Quien se mueve sí sale en la foto". Y si Alfredo no se mueve es porque sabe desde hace tiempo que ya no está en la foto.
Un beso,
Ketty