Lo que a continuación se relata no es la escena en que la que le cortan la mano a Jamie Lannister en Juego de Tronos. Es Venezuela en 2020. El país al que Rodríguez Zapatero ha viajado 39 veces en los últimos tiempos y cuya vicepresidenta, Delcy Rodríguez, se reúne con el ministro socialista Ábalos en la oscuridad de las pistas del Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez-Barajas.
En las minas hay un grupo de muchachos armados. Pude presenciar cómo a la muchacha le quitaron sus dos manos con un machete. Le hizo poner las manos en un tronco de un árbol que estaba allí. Primero le cortó una y le dijo que eso era para que no robara más, que ahí no podía hacer lo malo. Y la muchacha pegaba gritos y gritos y gritos. Y luego le cortó la otra.
Según Human Right Watch (HWR), residentes del estado Bolívar (sureste de Venezuela) son víctimas de amputaciones y otros abusos atroces cometidos por grupos armados que controlan minas de oro, incluyendo organizaciones venezolanas conocidas como 'sindicatos' o 'pranes', señala HRW. Los grupos armados actúan generalmente con la aquiescencia del Gobierno y, en algunos casos, con su participación, para mantener un férreo control de las poblaciones locales.
La senadora colombiana de extrema izquierda y aliada de Maduro Piedad Córdoba, en una entrevista con Las Dos Orillas –una publicación colombiana–de la que se hicieron eco diversos medios españoles apuntó a las relaciones de Zapatero con el oro venezolano.
Se lo dije a Rodríguez Zapatero, yo no entiendo esto [la construcción chavista de grandes estadios de béisbol para beneficio personal o del régimen] y me dijo: ‘A todos nosotros nos dieron una mina de oro. Nosotros explotamos y lo que no nos llega por lo nacional [de la mano de la dictadura], nos llega por acá… por ejemplo, acabamos de comprar implementos para minería en China y estamos explotando.
Las relaciones de Zapatero con Venezuela siempre le perseguirán. Lo que comenzó con su llegada a la presidencia del Gobierno, los viajes de Chávez a España, el avión de Bono desviado a Caracas sin previo aviso, las fragatas, el nacimiento de Podemos; hasta, años después, en el que un iluminado dio su nombre para ejercer de mediador con la Venezuela de Maduro. El apoyo a su labor se acabó tan rápido como acomodó su posición en el régimen. No media, trabaja para una parte y por ello cobra. Las pistas de su trabajo no pueden dejar indiferente a nadie.
Venezuela cuenta con reservas de recursos minerales sumamente valiosos, como el oro, los diamantes y o el níquel, así como reservas de coltán y uranio. Controlada por el régimen, una parte sale de contrabando. En octubre, Maduro anunció que cedería la gestión de una mina de oro a cada uno de los gobernadores que pertenecieran al partido oficialista.
"Las empresas nacionales e internacionales que compran oro a Venezuela deberían saber si procede de minas en el estado Bolívar y contar con procedimientos de debida diligencia para asegurarse de que sus cadenas de suministro estén libres de actividades ilícitas, abusivas y violentas", destaca Vivanco, de HRW.
Una comunicación de un natural de la zona minera del este del país, del estado Bolívar, nos ilustra la matanza acaecida entre el 25 y el 26 de noviembre del año pasado en Icaburú:
El pueblo de Icabarú (frontera de Venezuela con Brasil) es la capital de las minas de la gran sabana. Ayer se presentaron unos helicópteros, en los que venían hombres armados hasta los dientes. Son pranes. El jefe, uno al que llaman El Ciego. A las órdenes de Maduro. Entraron al pueblo y masacraron a una gran cantidad de personas… Estamos aquí sin gasolina, sin dinero, sin comida. El efectivo se acabó. La gente anda ahora con el oro en la mano, el diamante que no saben qué hacer con ello. No me queda na más que un poco de efectivo. En reales o dólares, aquí no circula el bolívar. Quiero conseguir 50 litros de gasolina para montar mi perra en el carro y salir de aquí. El problema es que el camino está tomado por los pranes. La Guardia Nacional no hace nada, tranquila dejando que hagan todo. El Ejército no se ha movido para esta zona. Lo más probable es que tengamos que brincar para Brasil. Se quieren apoderar de este frente de frontera. Maduro está acomodando a todo su ejército de malandros…
Esta masacre se enmarca dentro del control que las autoridades venezolanas mantienen sobre las zonas de explotación de yacimientos de oro. El régimen ha comprometido la explotación de estas minas a empresas de origen ruso y chino como pago de deuda y compromisos con esos países y "para otros negocios". Para controlar que las comunidades locales no accedan a las explotaciones, se utilizan grupos paramilitares como el arriba descrito. La consecuencia, entre otras, es la violencia extrema y que los tradicionales mineros locales no tienen ahora acceso como fuente de recursos para subsistir.
Algún día, el que fuera presidente del Gobierno de España, para desgracia de todos, José Luis Rodríguez Zapatero, tendrá que dar explicaciones sobre su actividad caribeña.