Es cierto que tenemos una buena Administración, de la que debemos sentirnos muy orgullosos. Pero eso no puede esconder las deficiencias que presenta y la necesidad de mejorar y renovarse para adaptarse a las nuevas demandas y realidades. Reformar el conjunto de la Administración es una tarea de gran calibre y muy compleja, que ningún otro partido ha hecho antes en España.
Desde el primer día de Gobierno, se fueron adoptando medidas y aprobando reformas. La primera fue la Ley de Estabilidad; además, en tiempo récord, se ha aprobado la reforma del sistema financiero, la laboral, y están preparándose, entre otras, la Ley de Emprendedores o la de Transparencia.
Vistas en su conjunto, hay un denominador común: la apuesta decida por la modernización de España. Dentro de este horizonte la Reforma de las AA.PP. tiene una importancia capital en este proceso en marcha.
Se ha pedido un gran esfuerzo a los ciudadanos, pero son las administraciones públicas las que tienen que hacerlos mayores. Por eso, a lo largo de este año y medio, se han ejecutado medidas de racionalización y ajuste en todas las administraciones públicas, en la Administración General del Estado, en las Comunidades Autónomas y en las Entidades Locales.
Las dos terceras partes del ahorro de 22.000 millones conseguido en el año 2012 provienen de esas medidas. En todas las administraciones -en la estatal, la autonómica y la local- se han reducido altos cargos, empleados públicos, gastos corrientes, sueldos de los directivos, coches oficiales, empresas públicas, etc. Por poner solamente un ejemplo de las cosas que se están haciendo en el sector público, se han disuelto 535 empresas públicas pertenecientes a las Comunidades Autónomas y se llegará en los próximos meses a más de 700. Un tercio de las existentes. ¿Es suficiente? Seguramente no, pero ése es el camino y en esta dirección hay que continuar.
Otro dato. Tras 18 meses de Gobierno del Partido Popular, el sector público ha reducido su plantilla en 370.000 personas. Prácticamente en las mismas en que se había incrementado en los últimos 4 años de gobierno socialista. Años en los que se destruyeron 3,5 millones de empleos en el sector privado.
Se ha hecho mucho en poco tiempo y, para seguir avanzando, el Informe para la Reforma de las Administraciones Públicas aprobado el viernes por el Consejo de Ministros, contiene un programa muy ambicioso de racionalización administrativa, eliminación de trabas burocráticas, simplificación de trámites y procedimientos y evitar duplicidades.
Ayer mismo, el Consejo de Ministros aprobó la reducción de cargas administrativas simplificando 63 trámites que permitirán un ahorro anual de 478 millones de euros. De las 217 medidas que contiene el informe, 120 son propuestas para eliminar duplicidades. El ahorro no va a provenir por un aumento de ingresos o una desaparición de servicios, sino por la mejora en la gestión y la supresión de estructuras administrativas.
La cifra global de ahorro es espectacular. Pero para terminar, pondré algún ejemplo claro de cómo va a ahorrarse sólo con mejorar la gestión realizada hasta ahora. Solamente el hecho de que el pago de las nóminas en la Administración General se centralice (en la actualidad hay 138 cuentas corrientes para pagar nóminas) supondrá un ahorro de 6 millones de euros al mes. Y en cuanto a la simplificación administrativa se trata de pasar del "vuelva usted mañana" a no tener que ir a la oficina administrativa porque podremos hacer todos los trámites por internet.
Como dijo el presidente del Gobierno el pasado miércoles en la presentación del Informe, éste no es el final del camino, es un diagnóstico preciso y único, un instrumento para el Gobierno y a disposición de las Comunidades Autónomas, para conseguir el objetivo que describí al comienzo de este artículo: que nuestras administraciones públicas sean eficientes, transparentes, ágiles, sostenibles y sin solapamientos ni duplicidades.
Juan José Matarí, es portavoz de Administraciones Públicas del Grupo Parlamentario Popular del Congreso.