Pedro Sánchez puede hablar como presidente del Gobierno o como Pedro Sánchez y así lo demostró Carmen Calvo. Pablo Iglesias puede ser un peligro en Cataluña pero acabar de mediador en la mesa antiparlamentaria de partidos sobre Cataluña. Torra puede ser un xenófobo y un Le Pen español y eso no impide que el Gobierno se deje la C6 al borde de la hernia cuando lo visita con honores. Sánchez pudo afear a Mariano Rajoy que en Alemania un político dimite por plagiar unos párrafos pero él se hizo la tesis a imagen de su Gobierno Frankenstein, de trozos ajenos.
Todo y todo lo contrario es posible en la corte de Pedro Sánchez. Pero si hablamos de Venezuela la premisa se queda corta, cortísima.
Pedro Sánchez degradó a Juan Guaidó a "líder de la oposición venezolana" porque es lo que opina de veras y se le vio el plumero. Como José Luis Ábalos aún está trepando por las paredes del húmedo y resbaladizo pozo, mandaron estrenar a la ministra de Exteriores para explicar a los ignorantes las verdades de su presidente.
Arancha González Laya, que ya ha superado la prueba del reconocido prestigio que se exige para tomar el pelo al súbdito, se empleó primero a fondo con Zapatero, que viaja a Venezuela como ciudadano. Aunque sea presidente del Gobierno, condición que no se pierde, y aunque haya visitado el país 39 veces en un año… lo normal en un ciudadano. How dare you, José Luis!! Menuda huella de carbono. Dice la ministra:
"Sobre visitas en calidad de ciudadanos, nada que comentar (…) Zapatero fue estrictamente en su condición de ciudadano particular sin ostentar ningún cargo de representación y sin mandato alguno del Gobierno de España".
Así, como Ábalos. Sport-casual, sin agenda ni credenciales. Después tomó las riendas del asunto sobre Juan Guaidó:
"Vamos a ver: el señor Guaidó es dos cosas a la vez: un presidente encargado, título que le ha reconocido una parte importante de la comunidad internacional, un título que se ha hecho… [titubeos y dudas] a la medida de la situación en Venezuela… pero a la vez es el líder de la oposición".
Habló González Laya visiblemente enojada, y a punto estuvo de decir que el título de Guaidó se lo han inventado para darle el caprichito al joven rebelde. Todo con aire de superioridad y poca o ninguna diplomacia para su cargo. Merece la pena ver la escena en el vídeo.
El caso es que en la Venezuela chavista sólo hay una persona capaz de ser varias cosas a la vez incluso siendo contrapuestas: Nicolás Maduro. Es lo que tienen las dictaduras totalitarias, que se lo quedan todo porque si no parecerían groseras democracias. Maduro, amigo íntimo de una parte del Gobierno de Sánchez, se reservaba para este viernes su aparición estelar, el cameo de escándalo, así que lo dejamos para el final…
40 maletas
Miss Delcy llegó con 40 maletas, como cualquier persona, y las hizo cargar un vehículo con matrícula del Cuerpo Diplomático. Una cosa tan normal como todo lo que rodea este caso, según el Gobierno. No sabemos qué había en el interior de tanta valija ni si habría soportado una inspección habitual porque no la pasó. De haberlo hecho, nadie podría negar que la vicepresidenta de Venezuela pisó con garbo suelo español, cosa que se obstinan en hacer provocando versiones ya del todo paranormales en un aeropuerto.
Y aquí, a pie de pista y en dependencias desconocidas para el común de los mortales, es donde aparece un actor de reparto de los que pueden convertirse en protagonista. Koldo García Izaguirre, escolta, chófer, asesor, hombre de confianza de Ábalos y consejero de Renfe.
El 23 de junio de 2014, Pedro Sánchez escribe en Facebook:
El último aizkolari socialista; un titán contra los desahucios
Pamplona nos descubrió a uno de los gigantes de la militancia en estas tierras navarras. No obstante, este guerrillero de grandes dimensiones físicas, y corazón comprometido, es un referente político en la lucha contra los efectos de la crisis y las políticas de la derecha. Es el último aizkolari socialista, - afirma él-. Ex escolta de Nicolás Redondo, sindicalista de la UGT y miembro de la Plataforma Stop Desahucios, también es conocido en la comarca por sus Ordenanzas ‘revolucionarias’ como los 1.000 euros para contratos a desempleados, o los 8.000 para emprendedores del comercio. Lo singular de estos Planes de Empleo es que han surgido de la renuncia de Koldo García Izaguirre, -Concejal de Industria, Comercio y Empleo en Huarte-, a cobrar sus dietas desde 2012.
Este militante y edil, natural de Caserío, es uno de los dirigentes socialistas que más exige hablar del regreso de la industrialización, o de un gran Pacto por la Industria, -sector clave para salir del estancamiento económico- y así se lo quiso trasladar al candidato a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez.
Con respecto a los desahucios, los califica de ‘dramas dantescos’ y subraya que muchas familias deben decidir entre dormir en un techo o dar de comer a sus hijos, "debemos ayudarlos, como socialistas, como personas, como seres humanos". "La gente debe vivir dignamente, hay que socorrer a estas personas’, enfatiza, y pide consensos para ‘equilibrar las balanzas de necesidades". "Socialismo de raíz", así es Koldo, un inagotable aizkolari contra las injusticias, un ejemplo para la militancia.
No sé si es que Sánchez habla de sí en tercera persona o que este texto de Facebook lo tomó prestado de alguna crónica. Ninguna de las dos cosas me sorprendería, la verdad. Lo que vale es el testimonio inequívoco de que se conocían y, por lo visto, admiraban.
Varios medios de comunicación destacaron esta semana que Koldo García tiene antecedentes penales por dos episodios sucedidos en 1991 y en 2010. El primero fue por un delito de lesiones en Valle de Aranguren trabajando como guardia de seguridad. La condena fue a dos años y cuatro meses de prisión pero fue indultado por el Gobierno. La segunda se quedó en falta por una reyerta durante las fiestas de San Fermín y se saldó con una indemnización de unos 900 euros.
Y de los borrones a los honores. En 2015, Yolanda Barcina, presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, entregó una metopa honorífica a:
"Koldo García Izaguirre, ciudadano que cooperó en la contención de las personas implicadas en una riña tumultuaria ocurrida en mayo de 2014 en Huarte".
Está claro que para "contener una riña tumultuaria" hay que gastarse las dimensiones de Koldo, "un gigante de la militancia", como decía de él Pedro Sánchez.
El indulto llegó en 1996, recién estrenado el primer Gobierno de José María Aznar y lo firmó la ministra Margarita Mariscal de Gante. Pocos meses antes era biministro de Interior y Justicia Juan Alberto Belloch y Secretaria de Estado de Interior y Directora de la Seguridad del Estado, Margarita Robles, hoy ministra de Defensa y responsable del CNI. Eran tiempos también de Ángel Olivares como director general de la Policía, hoy secretario de Estado de Defensa, su número dos.
Años convulsos, sí. De hecho 1995 fue el de la detención de Luis Roldán tras la fuga peliculera en la que tuvieron aparición estelar el capitán Khan, jefe policial de Laos, o el espía Paesa, que hasta tuvo esquela en El País sin estar muerto, más que nada porque sigue vivo y reside en París:
D. FRANCISCO PAESA
Falleció en Tailandia el 2 de julio de 1998, donde fue incinerado.
Tu familia y tus amigos no te olvidan.
El funeral tuvo lugar en la más estricta intimidad.
Las misas gregorianas que durante todo el mes de agosto se celebren en el monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña, se aplicarán por su alma y para confortar a los que le llevamos en el corazón.
Fue una época, por decirlo de alguna forma, compleja. ETA golpeaba por doquier y los GAL casi habían agotado las portadas de la prensa española. El Gobierno González ya estaba mordido por Aznar, lo que supondría el primer gobierno del PP tras casi 14 años de socialismo en el poder. La información era muy distinta a la de hoy y, aunque no dejaban de suceder cosas, no se conocían al ritmo trepidante al que nos han acostumbrado internet y las redes sociales. Daba tiempo a digerir un escándalo y retenerlo para interpretar el siguiente. Pero imaginación había, y mucha. Sin embargo, fueron también aquellos años los que nos trajeron una sonada, ejemplar y todavía aplaudida dimisión precisamente por la fuga de Roldán: la del malogrado Antoni Asunción, socialista y valenciano como José Luis Ábalos.
Quizá Margarita Robles pueda contestar alguna pregunta más concreta sobre el papel de Koldo, asesor-escolta, consejero-chófer, aizkolari e indultado. Y quizá por esto último, alguien del primer PP –que mantuvo muchos años las estructuras policiales del PSOE– pueda aportar un dato útil. Algo ha de saber alguien porque Koldo no parece precisamente un desconocido para los protocolos de seguridad de una instalación tan crítica como el aeropuerto de Barajas, que tiene comisario adscrito y supone mucho prestigio –y, de alguna forma, poder– dentro del Cuerpo Nacional. Por allí anduvo hasta hace poco Carlos Salamanca, envuelto después en el caso Villarejo.
Si Koldo pasea a Miss Delcy como Pedro por su casa será porque no es un desconocido o incluso porque se le reconoce algún tipo de autoridad forjada en tiempos difíciles. Sabido es que para disfrutar de esa condición no hacen falta credenciales.
Los guiones cinematográficos y la política siempre han sido fuente de inspiración mutua. Hemos visto muchas películas del PSOE con mejor o peor puesta en escena pero la de Miss Delcy no había terminado cuando llega, de forma abrupta, la siempre temida versión del director, la de Nicolás Maduro, este mismo viernes: lo que se habló en esa reunión que tanto se esforzaron en negar "es secreto". O sea, que él lo sabe pero los españolitos no. Eso sí que remueve al público en sus butacas. Menudo golpe. ¿Lo sabrá también el vicepresidente Iglesias, orgulloso homólogo de Miss Delcy?
Si no hay aclaraciones inmediatas –y aun habiéndolas– Ábalos debería copiar la decencia de su paisano y compañero Asunción y dimitir. Desde luego, no debería ser el único. Habrá que quedarse a ver los créditos finales, que suelen llevar buena música, por si hubiera cambios en el reparto.