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Jaled Abu Toameh

Palestinos: no hay lugar para los gais

En la sociedad palestina es mejor ser terrorista que homosexual.

En la sociedad palestina es mejor ser terrorista que homosexual.
Archivo

Se estima que el pasado día 8 unas 250.000 personas asistieron al desfile del Orgullo Gay en Tel Aviv. Turistas de todo el mundo acudieron a Israel a participar en el acontecimiento. El lema de este año era La comunidad hace historia, en referencia a la comunidad LGBT en Israel.

Mientras los israelíes celebraban la tolerancia en las calles de Tel Aviv, sus vecinos palestinos estaban ocupados haciendo precisamente lo contrario: exigiendo que se despidiera a gente por producir una telecomedia sobre los gais en la Franja de Gaza.

El polémico programa, titulado Fuera de foco, ha recibido duras condenas de los palestinos, que están pidiendo que se castigue a los responsables por "afrentar los valores árabes e islámicos".

En la sociedad árabe-palestina, la homosexualidad es denunciada y estigmatizada. La homosexualidad es ilegal bajo el régimen de Hamás en Gaza, y decenas de gais palestinos han huido a Israel por miedo a la persecución y el hostigamiento. En la Margen Occidental, las leyes de la Autoridad Palestina (AP) tampoco protegen los derechos de los palestinos gais.

En las últimas décadas, varios palestinos gais han sido asesinados en la Margen y la Franja.

En 2016 Hamás ejecutó a uno de sus altos mandos militares, Mahmud Ishtiwi, de 34 años, tras haber sido declarado culpable de "comportamiento inmoral", referencia apenas velada a la homosexualidad. Ishtiwi, al que se ejecutó con tres disparos en el pecho, habría tenido una vida segura si hubiese sido ciudadano israelí. Si hubiese vivido en Israel, incluso podría haber participado en el desfile del Orgullo Gay en Tel Aviv sin tener que ocultar su identidad. Pero vivía en Gaza, entre personas que consideran que la homosexualidad es un pecado castigable con la muerte y obraron en consecuencia.

El caso de Ishtiwi revela una importante diferencia entre las sociedades y culturas israelí y palestina. Israel ha ido avanzando hacia la tolerancia y la aceptación de los derechos de la comunidad gay, mientras que los palestinos siguen siendo tan intolerantes como siempre hacia quienes se atreven a actuar y hablar de manera distinta.

El clamor por el programa sobre los gais en Gaza es otro ejemplo de cómo la sociedad palestina está aún lejos de reconocer y respetar los derechos de la comunidad gay. Fuera de foco, que se rodó recientemente en la Franja, incluye una escena cómica del tipo cámara oculta en la que un actor se insinúa a los jóvenes. Es decir, que las insinuaciones no son reales, su propósito era cómico; aquellos a quienes se acercaban ni siquiera sabían que les estaban grabando. Pero en el mundo palestino éste no es un tema para bromas.

Musa Shurrab, humorista gazatí y creador del programa ofensivo, está en graves apuros. Fue obligado a disculparse con un mensaje de Facebook. "Pedimos disculpas a todos nuestros espectadores", escribió. "El programa fue eliminado tras publicarse. Cometimos un error y lo lamentamos". La disculpa, sin embargo, no ha logrado calmar a sus críticos, que en las redes sociales han expresado su repulsión por el show y por el comportamiento de Shurrab. "¿Qué tipo de disculpa es esta, después de haber ofendido todos los valores religiosos y culturales sólo por la fama?", comentó Tagrid Alemure. Otros usuarios de Facebook acusaron al humorista de promover la "anormalidad sexual" y emplearon expresiones denigrantes y palabras malsonantes para acusarlo y amenazarlo. "Eliminar el vídeo no te exonera de este crimen moral", dijo Mohamed al Aila.

Algunos palestinos pidieron a Hamás que tomara medidas contra Shurrab y los productores del programa. Su petición no cayó en saco roto. El Ministerio del Interior llamó rápidamente a uno de ellos, Emad Eid, para interrogarlo. Aunque le dejaron marchar horas después, Hamás dice que seguirá investigando.

La agencia de noticias Maan, de Belén, que ha sido acusada de producir el show, está haciendo ahora todo lo posible para marcar distancias. Por medio de un comunicado, afirmó que nunca había autorizado que el programa se emitiera y que alguien lo había filtrado. "Uno de los actores publicó el programa en las redes sociales con nuestro logo. Nos reservamos el derecho a emprender medidas legales contra los responsables de este acto ilegal", comunicó. Asimismo, pidió disculpas "por herir a nuestro pueblo y nuestros valores".

Por su parte, la AP ha puesto en marcha su propia investigación sobre el programa, que considera "perjudicial para nuestro pueblo y sus valores". El Ministerio de Información anunció que tenía previsto emprender medidas legales contra los responsables.

¿Qué puede uno aprender de esta polémica? Básicamente, que es más seguro ser miembro de Hamás que gay. Los líderes palestinos preferirían que los jóvenes trataran de matar israelíes en vez de hablar sobre los gais. En el mundo de Hamás y la AP, no hay lugar para la comedia o la sátira.

¿Cómo puede haberlo, sin espacio para los gais o para cualquiera que se atreva a tocar cuestiones que son tabú? Es un secreto a voces que en la sociedad palestina hay gais, pero sus vidas son muy distintas a las de sus semejantes a sólo unos pocos kilómetros, en Israel.

Casual y elocuentemente, la polémica sobre los gais palestinos se produjo el mismo día en que decenas de miles de israelíes festejaban el Orgullo en Tel Aviv.

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